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Fray Escoba: la sorprendente visita del actor que hizo de San Martín de Porres días antes de su canonización en 1962 | FOTOS
El actor René Muñoz o “fray Escoba” estuvo entre nosotros en abril de 1962 y nos regaló su simpatía y talento como artista y ser humano. Un par de semanas después, el 6 de mayo, el Perú vivió con un fervor conmovedor la canonización del beato fray Martín de Porres.
Su nombre era René Muñoz y era un joven actor y guionista nacido en La Habana, Cuba, el 19 de febrero de 1938. Si bien desarrolló su carrera en México, primero incursionó en el cine español, y por eso en 1961 protagonizó la cinta “Fray Escoba”, a sus 23 años. Al año siguiente, en abril de 1962, vino al Perú con el elenco de esa película y participó en la “Semana del Cine Español” en Lima. Entonces el Perú vivía una gran alegría pues se había confirmado desde Roma la inminente canonización del beato fray Martín de Porres, que sería finalmente convertido en santo el 6 de mayo de 1962.
Ver caminar por las calles de Lima al actor que acababa de interpretar tan dulcemente al santofraile franciscano en el primer filme que se le dedicaba, fue demasiado para los peruanos de esa época, que se rindieron ante él.
Su nombre artístico era René Muñoz, porque a él lo bautizaron como Álvaro Eduardo Córdoba de Barrenechea Muñoz. Salió muy joven de su país de origen, Cuba (a raíz de la llegada al poder de Fidel Castro), donde se dedicaba a recitar, como un juglar. Luego recorrería varios países de América.
Muñoz llegó a Lima, en una “primera visita”, cuando aún era un joven desconocido. En esa ocasión, una religiosa dominica, Sor Cecilia del Amor de Jesús lo motivó para que viajara a España, donde, dijo Muñoz, se hizo el “milagro” de convertirse en estrella de una película dedicada a fray Martín de Porres, “Fray Escoba”, de 1961, y por cuya brillante interpretación había sido premiado en la península meses antes de volver al Perú por segunda vez.
EL ARRIBO DEL ACTOR CUBANO QUE HIZO DE FRAY MARTÍN DE PORRES EN EL CINE
René Muñoz llegó a las cinco de la tarde del lunes 2 de abril de 1962, al aeropuerto internacional de Limatambo (Córpac). Con él arribaron también Jesús Suevos, director general de Cinematografía y Teatro del Ministerio de Información y Turismo de España; y el director de cine César Fernández Ardavín.
Asimismo, las actrices Marisa de Leza, Lina Rosales y Eulalia del Pino, y el actor Fernando Cebrián. Todos con mucha experiencia teatral y cinematográfica. A ellos se sumó el renombrado crítico e historiador del cine español, Luis Gómez Mesa.
El director César Fernández Ardavín, por su parte, era una figura importante del cine peninsular de esos días. El Comercio sintetizó su carrera de esta forma: “Acaba de ser premiado por su film ‘Cerca de las estrellas” en el reciente Festival de Mar del Plata. En Berlín fue distinguido con el Primer Premio del X Festival Internacional de Cine por su labor en ‘El Lazarillo de Tormes’. En Lima activa gestiones para filmar: ‘La Gloria de Don Ramiro” de Enrique Rodríguez Lamía, y en las secuencias de la vida de Santa Rosa de Lima”. (EC, 04/04/1962)
En el hall del terminal aéreo, luego de un vuelo que los había traído justamente del Festival Cinematográfico de Mar del Plata (Argentina), René Muñoz se encontró con Eduardo Ibarra, el representante del festival de cine español en Lima; y también con una amiga, quien asistía al festival, la joven actriz española Mara Cruz, de21 años.
Mara era una de las estrellas del filme “Siempre es Domingo” (1961), cinta que se vería también en el festival limeño. A ella, el tranquilo René Muñoz la saludó con un gran abrazo, así como a sus compañeros de la cinta que estaban junto a ella: José Rubio y María Mahor.
Lima veía a René Muñoz como al mismo fray Martín de Porres, personaje de su película. Él tomó esa percepción con respeto, pues venía a promocionar la película durante la “Semana del Cine Español” en nuestra capital, y donde René era el “invitado especial”.
Los simpáticos visitantes se hospedaron muy cerca del “Cine Paramount Tacna” (Cine Tacna), donde se desarrollaría la semana de películas españolas, del 4 al 10 de abril de 1962. Los actores y actrices ingresaron al Hotel Riviera, entonces un elegante y moderno hotel, ubicado en la avenida Wilson (Garcilaso de la Vega), a cinco o seis cuadras del cine.
El 2 y 3 de abril de 1962 fueron sus días libres, ya que estaban a 48 horas del inicio del evento. En esos días, el actor René Muñoz dio entrevistas y conoció algo de la ciudad de Lima. Y también contó una anécdota muy interesante que le había ocurrido unos años antes en Lima:
“Fue realmente un milagro lo que sucedió desde que partí de Lima. La madre Sor Cecilia del Amor de Jesús me obsequió una estampa del beato. Yo viajaba a Venezuela donde casi no llegué a actuar. Partí inmediatamente a España. Al verme en la Gran Vía, el periodista Fernando Montejano –a pocas horas de llegar– me propuso el papel principal de la cinta ‘Fray Escoba’. Antes de 48 horas de pisar España, había firmado contrato”, dijo Muñoz a El Comercio.
Las grabaciones de la película “Fray Escoba” duraron unas 15 semanas, es decir, casi cuatro meses. “Todo indicaba que sería un éxito, y que había llegado con suerte al estrellato como un milagro… ¡Y eso era!”, añadió, entusiasmado, René Muñoz.
“Fray Escoba”, cinta que contaba la vida y obra de fray Martín de Porres, fue una de las atracciones de esa semana de fiesta del cine español en nuestra capital. Al mismo tiempo, todos sabían en el país que el 6 de mayo de ese año, en pocas semanas, se canonizaría al fray Martín de Porres, y desde esos días de abril ya se daban algunos detalles de cómo sería aquella jornada de celebración.
Se difundió, por ejemplo, la información desde el Ministerio de Justicia y Culto que, a las 12 horas, es decir, al mediodía de ese día excepcional de canonización de santo peruano, habría una salva de 12 cañonazos dados desde el BAP “Almirante Grau”, el buque insignia de la Marina del Perú; además de un interminable repique de campañas de todas las iglesias a lo largo del territorio nacional.
Esa efervescencia popular y religiosa fue la que sintió el joven actor cubano René Muñoz cuando empezó a interrelacionarse con los limeños, o cuando veía esa alegría en los rostros con los que se cruzaba en el hotel o por las avenidas Wilson y Tacna, por donde andaba.
LA HORA DEL ESTRENO DEL FESTIVAL ESPAÑOL EN EL CINE TACNA
René Muñoz empezaba a ser entonces un auténtico actor y, también, un artista versátil. Con los años, llegaría a ser un hombre de espectáculos, de cabarets, un comunicador de radio, actor de teatro, de cine y televisión. Pero en ese otoño de 1962, en Lima, y para los limeños, era sencillamente “Fray Escoba”, esto es, fray Martín de Porres.
El festival cinéfilo, la “Semana del Cine Español” se inauguró el miércoles 4 de abril de 1962, a las 10 de la noche, con la cinta que protagonizaba René Muñoz. Era una función de gala, y todas las autoridades de la Embajada de España en el Perú se hallaban en el Cine Tacna.
La embajada española había hecho todo lo necesario para que el festival fuera un éxito y contara con los actores y las actrices, pero principalmente trabajó para tener entre nosotros a la estrella de la cinta principal del festival: a René Muñoz en persona.
Luego de presenciar y animar la “Semana del Cine Español” en Lima, Muñoz volvió de inmediato a España, pues debía comenzar a filmar allí dos nuevas películas: “El Cristo negro” y “Bango”. Años después, se trasladaría a México, donde destacaría en telenovelas y películas.
También escribiría guiones para telenovelas exitosas como “Quinceañera” (1987), “De frente al sol” (1992) y “Más allá del puente”. Y adaptaría guiones para producciones como “Monte Calvario” (1986) y “Te sigo amando” (1997).
En alguna ocasión, cuando ya era un veterano actor, preguntaron a René Muñoz qué película suya salvaría del fuego. Su respuesta fue clara: “Por sentimentalismo, ‘Fray Escoba’, de 1961, porque representó mucho en mis comienzos”.
René Muñoz falleció el 11 de mayo de 2000, en la Ciudad de México, a los 62 años, debido a complicaciones por un cáncer que padecía. Pero más allá de su desaparición física, su tierna imagen, la huella que dejó entre los peruanos de 1962, que lo sintieron como un hijo más de esta tierra, por su representación de fray Martín de Porres (luego San Martín de Porres), será imborrable. Eterna.
Porque, estaba claro, algo o mucho de él quedó grabado en nuestra memoria junto con el santo humilde, nuestro San Martín de Porres a quien interpretó con íntimo realismo religioso entre los años 60 y 70, en películas y telenovelas. Un personaje inolvidable.
En este episodio de Cuenta la Historia, se narran detalles de la construcción de uno de los íconos arquitectónicos de Lima, el edificio del Diario El Comercio.
Para ello, Gonzalo y el abuelo se remontan a 1919, año en que una turba instigada por el entonces presidente Augusto B. Leguía atacó e incendió parte del local donde funcionaba la redacción de El Comercio.
En respuesta, don José Antonio Miró Quesada ordenó construir un nuevo edificio en la misma locación, que sea tan imponente como una fortaleza.
Este año, la casa de El Comercio cumple 100 años de inaugurada y lo celebramos rememorando algunos momentos y personajes históricos que pasaron por ahí.