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La historia de la ‘Selección del Pacífico’: la vez que Perú y Chile se unieron para jugar en Europa en 1933
Después del Tratado de 1929, que puso fin al conflicto entre Perú y Chile tras la Guerra del Pacífico (1879-1883), las tensiones entre ambos países disminuyeron significativamente. En busca de armonía y confraternidad, entre 1933 y 1934, se formó un combinado binacional de fútbol que unió a jugadores peruanos y chilenos bajo una sola camiseta, y juntos disputaron partidos en diversas canchas europeas.
Hace 91 años, en 1933, se formó el equipo binacional Perú-Chile, conocido como la histórica “Selección del Pacífico”. Este equipo, iniciativa privada liderada por el empresario peruano Jack Gubbins y por Waldo Sanhueza, presidente del club Colo Colo, buscó unir a ambos países en un símbolo de confraternidad deportiva. Vestidos con una camiseta blanca de mangas tres cuartos y las banderas de Perú y Chile cruzadas en el pecho, este singular equipo realizó una gira por Europa entre 1933 y 1934, llevando un mensaje de unidad y camaradería que quedó marcado en la historia del fútbol sudamericano.
En la escuadra figuraban más peruanos que chilenos. Los compatriotas eran, en su mayoría, del Club Universitario de Deportes, que aportó 13 jugadores; también había dos futbolistas del Club Alianza Lima y otros dos del Club Atlético Chalaco. En tanto, los chilenos aportaban a cuatro jugadores del Colo Colo.
El empresario chileno Waldo Sanhueza había sondeado la idea meses antes, al traer al equipo del “Cacique” para jugar con clubes peruanos. El 30 de julio de 1933, formó un “primer cuadro” junto con Universitario; sin embargo, tras perder 5 a 1 contra Alianza Lima, el plan debió modificarse. Se sumaron los aliancistas Juan Valdivieso y Alejandro Villanueva. De esta forma, el “All Pacific”, como se le llamó entonces, cerró su convocatoria con dos zagueros del Atlético Chalaco.
La delegación binacional partió a Europa en el vapor ‘Ackerman’, el 25 agosto de 1933, pero con el equipo incompleto. Los ‘blanquiazules’ y ‘cremas’ debían definir el título nacional el 27 de agosto, dos días después. Tras lograr el tricampeonato, los aliancistas, junto con los de Universitario, dieron el alcance al ‘Ackerman’, en la costa norte del Perú.
EL LARGO VIAJE DEL COMBINADO BINACIONAL PERÚ-CHILE
El itinerario marítimo de esa “Escuadra del Pacífico” fue extremo. Viajaron varios días hasta Europa, y jugaron, entre agosto de 1933 y marzo de 1934, casi sin interrupción, nada menos que 39 partidos. Un promedio de un partido cada cuatro o cinco días.
Antes de los choques con los europeos, con selecciones de diversas ciudades y algunos equipos profesionales de Inglaterra, Francia, Alemania y España, la llamada ‘Selección del Pacífico’ jugó algunos cotejos informales durante la gira. El primer choque oficial fue en Curazao, el 14 de setiembre de 1933. Los llamados también “All Pacific” golearon 7-0 a los lugareños.
Las noticias escasearon en torno a ese viaje por mar. Solo se recuerda la apendicitis que sufrió el jugador Luis de Souza Ferreira. Sin médicos a bordo, el delantero soportó 11 días de dolor hasta el desembarco en Liverpool (Inglaterra), donde lo operaron. Se salvó, pero no jugó un solo partido.
Otro hecho memorable fue lo que el delantero chileno Roberto Luco escribió en su diario personal. La fecha: el 18 de setiembre de 1933: “Hoy es aniversario de Chile. Estamos emocionados. Hemos cantado nuestro himno y hemos recibido el cariñoso saludo de todos los muchachos peruanos (…)”.
LA COBERTURA DE LA GIRA BINACIONAL: PERU-CHILE
Entre anuncios del estreno de la película ‘King Kong’ y publicidad de autos Chrysler, El Comercio cubrió cada partido de la gira internacional. Vestían la novísima camiseta los peruanos Lolo Fernández de la “U” y Alejandro Villanueva de Alianza Lima, así como el chileno Eduardo Schneeberg de Colo Colo.
Asimismo, el arco estaba resguardado por el peruano Juan “El Mago” Valdivieso, de Alianza Lima, y cuyas atajadas en el pórtico de la ‘Selección del Pacífico’ fueron apreciadas en todas las canchas europeas que visitaron.
Si debiera hacerse un balance de esa gira, cabría decir que los resultados fueron aceptables; y esto, pese a los problemas durante el largo viaje, así como a las dietas cambiantes y a las canchas en diferentes condiciones. El equipo peruano-chileno consiguió 13 victorias, 13 empates y 13 derrotas. Fue un combinado binacional que creía en la cábala.
En Dublín, Irlanda, el 1 de octubre de 1933, el ‘team’ del Pacífico empató 1-1 con el Club Bohemians. El gol sudamericano lo anotó el peruano Carlos Tovar, de la “U”. Luego, empataron también con otro club irlandés. Por esos lares británicos, los medios de prensa se dieron tiempo de hacer una crítica al combinado peruano-chileno:
“El gran defecto que les hemos notado a los delanteros es que no disparan al arco desde cualquier distancia […] Los visitantes hubieran ganado el partido frente al Bohemians si no hubieran fallado tanto en sus remates finales”, reseñó un diario inglés.
Entonces, no tardó en llegar el cansancio al equipo. Sin embargo, los peruanos y chilenos se recuperaban físicamente, y hasta llegaron a jugar luego con donaire y elegancia sudamericana. Con todo, no pudieron evitar su primera derrota: ocurrió el 4 de octubre de 1933, ante el Club Celtic de Escocia con un marcador en contra de 1-2. Ese choque con derrota contra el Celtic lo vieron unas 10 mil personas. La hinchada local escocesa celebró los goles propios y del rival de la misma forma: levantando y ondeando pañuelos blancos.
Posteriormente, vino el partido contra el Club Newcastle, en el que el ‘team’ delPacífico cayó derrotado (mejor dicho goleado) por 6 a 1. Las autoridades del club inglés destacaron de todas formas la “picardía y elegancia” del fútbol sudamericano, aunque lamentaron “su falta de remates y goles” (un defecto que parece seguirnos hasta hoy).
El Comercio contó cada encuentro de la gira con emoción y seriedad, y describía bien cada gol, por supuesto, en el estilo informativo de los años 30. La campaña fue larga, al ritmo de un partido cada 3 o 4 días. Incluso, en un momento, la promocionada ‘Selección del Pacífico’ debió jugar partida (dividida), en un mismo día, tanto en Madrid como en Barcelona, en España. Esto pasó el 8 de diciembre de 1933.
El Barcelona FC goleó 4-1 al “equipo 1″. Y fueron solo cuatro goles porque en el arco estaba el ‘Mago’ Valdivieso, quien evitó muchos otros. Nos salvamos de la catástrofe. Sin embargo, el “equipo 2″ del combinado binacional sufrió la humillación total ante el Real Madrid. El equipo “merengue” se impuso a los sudamericanos por un inapelable 10-1.
EL REGRESO A SUDAMÉRICA DE LOS BINACIONALES PERÚ-CHILE
Agotados, pero con ansias de ver de nuevo a sus familias, con las que no pasaron las fiestas de fin de año, los peruanos y chilenos emprendieron el regreso de Europa en febrero de 1934. Se alejaron así del duro invierno europeo, en búsqueda del verano sudamericano.
El Comercio se mantuvo a la expectativa del viaje del seleccionado binacional, el cual fue transportado en el vapor ‘Virgilio’. Los jugadores anhelaban volver a sus hogares y, especialmente, comer de nuevo sus platos favoritos.
En la tarde del miércoles 7 de marzo de 1934, luego de surcar el Océano Atlántico, el Mar Caribe, cruzar el Canal de Panamá y navegar por el querido Océano Pacífico, el ‘Virgilio’ acoderó en el puerto del Callao. Entonces, los botes con amigos y dirigentes se acercaron al vapor que traía a la delegación binacional.
Cuentan los cronistas de entonces que, tras dejar el ‘Virgilio’, los jugadores peruanos subieron al buque ‘Rímac’, que se encontraba anclado para su reparación en el puerto chalaco. La tripulación del ‘Rímac’ sorprendió a los muchachos con riquísimos platos criollos.
Los primeros en aparecer fueron el “Mago” Valdivieso y “Manguera” Villanueva; luego vino hacia la gente Lolo Fernández, y el resto de jugadores. Desde el muelle, la afición gritaba y coreaba los nombres de sus ídolos. Los chilenos Luco, Montero y Schneberger ansiaban llegar a su país, pero antes dejaron palabras de agradecimiento. “Hemos sido bien tratados por los peruanos”, dijeron a los presentes.
Fue el chileno Luco quien aceptó quedarse para jugar los tres partidos programados en la capital limeña, desde el domingo 11 de marzo de 1934. Con las ausencias, ya no era un “combinado binacional” sino el equipo de “Universitario reforzado” con un par de futbolistas chilenos; ellos se enfrentaron al equipo de Alianza Lima, el llamado “equipo azul” de esos años. Ese primer partido acabó 4 a 1 a favor de los ‘íntimos’.
Esa increíble gira fue un momento histórico para ambos países, aunque en ese entonces no se viera tanto así. Se trató de la vez que peruanos y chilenos formamos un solo equipo, y eso no fue poca cosa.
En este episodio de Cuenta la Historia, se narran detalles de la construcción de uno de los íconos arquitectónicos de Lima, el edificio del Diario El Comercio.
Para ello, Gonzalo y el abuelo se remontan a 1919, año en que una turba instigada por el entonces presidente Augusto B. Leguía atacó e incendió parte del local donde funcionaba la redacción de El Comercio.
En respuesta, don José Antonio Miró Quesada ordenó construir un nuevo edificio en la misma locación, que sea tan imponente como una fortaleza.
Este año, la casa de El Comercio cumple 100 años de inaugurada y lo celebramos rememorando algunos momentos y personajes históricos que pasaron por ahí.