En los eternos 90 segundos que la tierra tembló, un día como hoy de 2001, en Arequipa, Tacna, Moquegua y Ayacucho murieron más de un centenar de personas, las carreteras quedaron bloqueadas por enormes piedras y miles quedaron sin casa.
Moquegua fue la más afectada por este terremoto de 6,9 grados, que cortó la comunicación por tierra y segó la vida de por lo menos 17 personas que murieron aplastadas por paredes y techos que se desplomaron. Las calles de Moquegua estaban obstruidas por los montículos de adobes, palos o ladrillos que los moradores sacaban.
Todas las casas, la mayoría hechas con adobe, habían sufrido algún tipo de daño. Entre los damnificados estaba nuestro corresponsal Mario Cornejo quien tuvo que pernoctar en el patio de su casa pues el techo se había desplomado.
El técnico electricista Jorge Mendoza Flores murió aplastado cuando intentaba salir de su vivienda ubicada en el barrio de San Francisco. Paola Cabrera Chalillé solo pudo rescatar una mesa y dos bancas de su casa. Todo lo demás quedó sepultado.
Con este terremoto Arequipa salía de un silencio sísmico de 21 años. Los primeros informes de nuestros corresponsales indicaban que al menos 33 personas murieron. La Catedral de Arequipa presentaba una de sus peores facetas, con una de sus torres destruidas y otra a punto de caerse, casi como pendiendo de un hilo.
El mar en Camaná no perdonó a sus habitantes quienes vieron con horror cómo decenas de viviendas de los balnearios de Quilca, La Punta, Los Cerrillos, Chule, El Chorro, entre otros, eran devoradas por un enorme oleaje que se desató tras el fuerte sismo que remeció el sur del país.
Natalia de Fernández, quien tenía una casa en La Punta, narró que tras el terremoto el mar se retiró unos 80 metros. Los pobladores corrieron hacia las zonas altas cruzando la carretera Panamericana Sur. Pero no fue suficiente para huir de las olas de hasta tres pisos que se levantaron a lo largo del litoral camanejo cubriendo las viviendas de los balnearios. El mar salió en algunas partes hasta 200 metros. Muchos niños murieron atrapados en sus casas.
En Ayacucho y Tacna muchas personas decidieron pernoctar afuera de sus viviendas por temor a las constantes replicas. La Panamericana Sur, así como otras vías de comunicación a poblados de la sierra quedaron cortadas, mientras que los servicios de electricidad, agua y teléfono quedaron inutilizados.
El papa Juan Pablo II oró por víctimas de sismo en el Perú e hizo un llamado a las agencias de ayuda nacional e internacional para que hicieran todo lo posible por ayudar a las familias cuyos hogares y vidas quedaron destrozadas.
En los siguientes días, Estados Unidos envió cien mil dólares para ayuda humanitaria en rollos de tela plástica para abrigos, tanques de agua y mantas. Además unas 200 toneladas de ayuda internacional llegaron al aeropuerto de Arequipa para ser repartidas en aviones Antonov hacia Moquegua y Tacna.
Según de Defensa Civil los heridos fueron 1.389 y los desaparecidos 53. El informe reveló que fueron 73.391 los damnificados y 21.189 las casas afectadas. Arequipa registró 73 muertos, 53 desaparecidos y 6.281 casas destruidas. Moquegua tuvo 24 muertos y 11.666 viviendas afectadas. Tacna, 13 muertos y 2.818 casas destruidas y Ayacucho cinco muertos y 424 casas inhabitables.
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