Once años antes de su captura, que sucedió en 1992, el Perú amaneció con la noticia de la detención del escurridizo y casi fantasmal Abimael Guzman Reynoso, cabecilla de la banda terrorista Sendero Luminoso. Estamos hablando de un 24 de octubre de 1981, durante el gobierno de Fernando Belaunde Terry.
¿Fue una estrategia o una confusión? Parece que más lo segundo que lo primero. El Comercio puso en portada el siguiente titular: “La PIP captura al máximo líder de Sendero Luminoso”.
Por esos años la Policía de Investigaciones del Perú, PIP, que pertenecía a las fuerzas policiales de nuestro país, se dedicaba a labores específicas de seguimiento y captura de bandas criminales.
La nota llegó enviada por el corresponsal de Arequipa y decía: “Abimael Guzmán Reynoso, alias ‘Alvaro’ o ‘Gonzalo’, considerado como el máximo líder de Sendero Luminoso, fue capturado con otros miembros del comité regional de ese grupo extremista”.
En poder de los 16 detenidos, señala la información, se incautó armamento, cartuchos de dinamita, fulminantes y abundante material subversivo.
Hasta ese momento los golpes más fuertes de la organización terrorista habían sido el ataque en Chuschi en mayo de 1980 y la incursión a un fundo en Ayacucho, donde mataron a dos personas.
La mayoría de los detenidos en Arequipa reconocieron integrar el comité regional de Sendero Luminoso, y dijeron estar encargados de la capacitación, adoctrinamiento, concientización y organización de los nuevos militantes mediante las llamadas “Escuelas populares”, señala la nota.
Al día siguiente, cuando se esperaba la ampliación de la información sobre tan importante captura, apareció una sorpresiva aclaración. “No confirman detención de líder de Sendero Luminoso”, decía el titular. La extraña confusión –según la información- se produjo al realizarse la “reconstrucción” de diversos atentados terroristas de esa agrupación en la Ciudad Blanca.
Anteriores capturas
Abimael Guzmán Reynoso, fundador y cabecilla de Sendero Luminoso, fue detenido en varias oportunidades antes de su captura final, realizada por el GEIN, el 12 de setiembre de 1992.
Su primer arresto aconteció en Ayacucho en 1969, a inicios del gobierno militar de Juan Velasco Alvarado, a quien por cierto Guzmán calificaba como un “proimperialista”.
Todo se dio en el marco de una manifestación por la muerte de un estudiante, que derivó luego en actos de violencia. Fue acusado de “ultraje a la Nación y a los símbolos representativos, ataque a las fuerzas armadas, contra el orden constitucional y la seguridad del Estado, fabricación y uso de armas y explosivos y daños a la propiedad pública y privada”.
Lo trajeron a Lima y lo internaron en el penal El Sexto durante un mes. En 1970 lo detuvieron otra vez por cuatro meses, pero salió en libertad condicional.
En 1979 la CGTP convocó a un paro laboral. En medio de esa coyuntura la policía se dedicó en las vísperas a realizar operativos contra elementos presuntamente subversivos.
Abimael Guzmán fue detenido el 7 de enero y recluido hasta el día 11. Compartió celda con los políticos de izquierda Gustavo Espinoza y Alfonso Barrantes. Tras recuperar la libertad pasó a la clandestinidad.
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El acta del levantamiento del cuerpo reveló las condiciones en que fue hallado el cabecilla de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, fallecido a los 86 años de edad en su celda en la Base Naval del Callao, donde cumplía una condena de cadena perpetua por el delito de terrorismo.