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Xiomara Alfaro: la estrella cubana del bolero que grabó valses criollos en el Perú junto a Óscar Avilés | FOTOS INÉDITAS
A los 88 años, en el 2018 falleció Xiomara Alfaro, la estrella del canto cubano cuya voz de soprano de coloratura llegó a todos los escenarios de América y Europa. En Lima debutó en 1955, año en que empezaba a ser reconocida por ella misma y ya todos querían tenerla como estrella exclusiva.
Cuando hace cuatro años el mundo perdió definitivamente la voz inolvidable de Xiomara Alfaro (1930-2018), llamada “El Ruiseñor de la Canción” o “La Alondra de la Canción” de Cuba, en el Perú su recuerdo se asoció con otras figuras del canto de su país, como Celia Cruz y Olga Guillot, coetáneas suyas. De Alfaro están inscritas en la historia musical del siglo XX temas como ‘Ámame o déjame’, ‘María la O’, ‘Noche de ronda’, ‘Siboney’, ‘Lamento borincano’ y el clásico ‘Moliendo café’, entre otras de un conjunto de canciones extraordinarias.
El camino musical de la talentosa habanera, que había empezado en compañías y grupos musicales en su querida isla, desde finales de los años 40 y en la primera mitad de los años 50, cambió rotundamente desde que decidió en 1956 seguir cantando pero en solitario. Fue su mejor decisión.
Xiomara Alfaro, conocida también como ‘La Inimitable’, poseía un magnetismo vocal sin discusión. No tenía quizás el fuego en el escenario que regalaba Celia Cruz ni la fuerza arrasadora del canto de Olga Guillot, pero lo que revelaba en cada canción era una exquisitez interpretativa y un fino oído que la elevaba artísticamente en los teatros o las estaciones radiales donde cantaba maravillosamente.
XIOMARA ALFARO: SU DEBUT EN EL PERÚ Y EL REGRESO AL AÑO SIGUIENTE
Su peculiar manera de cantar la llevó a formar parte de musicales en el cine. Antes de debutar en Lima, había intervenido con una compañía musical en la cinta Italiana ‘Mambo’, de 1954, que protagonizó Silvana Mangano. Con ese bagaje musical, artístico y profesional, Xiomara llegaría al Perú, especialmente contratada por Radio El Sol.
La sublime cubana causó gran simpatía en el Perú, incluso podría decirse que euforia, ya que atrajo la atención de jóvenes y adultos. Esa vez, su visita fue considerada como “la mayor atracción internacional de 1955″. Sin embargo, esa presentación sería solo la primera de muchas más. Tanto fue el impacto que produjo “El Ruiseñor de la Canción” que, al año siguiente, en 1956, ya no solo Radio El Sol sino otras emisoras radiales del Perú se pelearon por tenerla en exclusiva.
Tras una visita a Ecuador, donde también triunfó, la artista cubana estaba prácticamente en el aeropuerto para partir a Cuba, cuando los agentes de Radio El Sol nuevamente la contactaron y le pidieron que viniese al Perú. La negociación se hizo prácticamente en el hall del aeropuerto quiteño. Y la convencieron.
Xiomara Alfaro seguía entonces su carrera artística en Cuba. En esas condiciones intervino musicalmente en la película mexicana ‘Yambaó’, de 1956, de Alfredo Crevenna, al lado de Ninón Sevilla y Olga Guillot; y se mantenía muy vigente en la radio y la televisión cubanas.
Esa segunda ocasión en el Perú fue más especial aún que la primera vez. La artista ya no descubriría el cariño de la gente peruana, lo confirmaría con claridad en sus abrazos, sonrisas y aplausos. El Perú se rendía ante su voz celestial, rítmica, profunda y variada. Un registro alto, modulado, con el que la cantante hilvanaba sus historias hechas canciones.
Radio El Sol, que desde que se fundó en 1950 se caracterizó por presentar figuras de carácter internacional, debió imponerse ante otras emisoras competidoras. Xiomara Alfaro, al haber trabajado para la radio peruana el año anterior, no dudó en elegir a esta para su reencuentro con el público peruano.
Desde que bajó del avión, ‘La Inimitable’, la chica del barrio habanero de ‘Marianao’, fue recibida por el mismo director-gerente de Radio El Sol, Alfonso Pereyra. La radio tenía un plan a largo plazo con la cantante y así lo plantearon a sus representantes. En tanto, Xiomara Alfaro estaba extasiada de volver al Perú.
“Tenía enormes deseos de estar nuevamente en el Perú, un país que nunca olvidaré”, fueron sus primeras palabras a los periodistas. La soprano de coloratura añadió: “Me siento feliz de saber que voy a cantar nuevamente en Radio El Sol, precisamente la emisora en la que empecé mi carrera de éxitos”.
Xiomara venía renovada, con nuevas canciones para el público peruano. Ella misma lo confirmó así: “Traigo las últimas canciones del notable compositor cubano Ernesto Lecuona, entre las que está ‘El Cisne`, una canción que creo que va a gustar bastante aquí”. La cantante cubana confesó entonces que había arreglado para su singular voz de soprano la ‘Canción del indio’, tema del mismo Lecuona.
La diva cubana estaba particularmente eufórica en Lima, puesto que al bajar del avión se enteró por un cable que había sido contratada por el famoso club nocturno ‘Montmartre’, de La Habana, para que mostrara allí su exquisito arte a un público selecto, por lo cual recibiría mil dólares semanales, una cantidad considerable para cualquier artista de su época. Hasta ese momento, la cantante se había presentado en la capital cubana, en ‘Tropicana’ y en ‘Radio Progreso’.
XIOMARA VISITÓ EL COMERCIO EN 1961. AÑOS DESPUÉS GRABÓ MUSICA CRIOLLA
‘La Alondra de la Canción’ cubana venía en un impresionante ascenso artístico. De esta forma, luego de su visita al Perú, participó musicalmente en la cinta ‘Olé Cuba’, en 1957, una comedia de Manuel de la Pedrosa. Ante la crisis que se generó en Cuba tras el triunfo de los barbudos de Fidel Castro, a comienzos de 1959, la artista –como otros muchos de su país– debió emigrar.
Xiomara Alfaro empezó una gira a Europa en 1958, y estando en Portugal, su última parada, decidió no retornar a Cuba, dejar su amada isla caribeña en 1960. Siguió su camino artístico en EE.UU. pero también en Europa, donde le fueron requiriendo por sus largos agudos de soprano romántica.
Como cantante del mundo, llegó de nuevo al Perú en julio de 1961, para presentarse en radios y teatros, y también para visitar amablemente la redacción del diario El Comercio. ‘El Ruiseñor de la Canción’ estaba, a los 31 años, en el esplendor de su potencia vocal y con la mayor energía y carisma de las que fue capaz. Así lo muestran las fotos de ese encuentro en el diario decano.
En 1964, Xiomara se casó con el pianista panameño Rafael Benítez (su compañero hasta el último día de su vida), a quien conoció en su gira europea y cuando había decidido no regresar nunca más a su país. Donde sí regresó fue al Perú, en 1980 y luego, en su última visita, en 1993; y, ciertamente, a toda Sudamérica. Ella radicó primero en Francia por algunos años, y después en los EE.UU., cerca del mundo latino residente allí.
‘La Inimitable’ siguió el mismo camino de otras artistas cubanas, y por eso mismo, sin duda, fue vetada por el régimen castrista. Un ejemplo de ello fue su omisión –junto a Celia Cruz, Olga Guillot, Rolando La Serie, Roberto Ledesma y La Sonora Matancera, entre otros artistas– en el Diccionario biográfico y técnico de la música cubana (La Habana, 1981), del historiador cubano Helio Orovio.
Asimismo, llegó a grabar alrededor de 30 LP, entre discos propios y en colaboración con grandes artistas como Bebo Valdés y Ernesto Duarte Brito, el famoso compositor cubano de boleros tan populares como ‘Cómo fue’, que interpretaba apasionadamente el maravilloso Benny Moré.
Pero Xiomara Alfaro también grabaría en los años 70, en Lima, en una de sus reiteradas visitas al Perú, varios valses criollos con el acompañamiento en la guitarra del maestro peruano Óscar Avilés y los arreglos de Lucho Neves. El disco, que se mantuvo inédita hasta el 2007 y es parte de los tesoros musicales que nos dejó la cantante cubana, salió bajo el sello discográfico de IEMPSA, empresa en la que trabajó por años el gran Avilés.
IEMPSA editó en el 2007, por fin, luego de casi 30 años de silencio, el famoso LP titulado ‘Dos leyendas musicales al ritmo del Perú”, y en él se puede escuchar las voces de Xiomara Alfaro al lado de la de Olga Guillot. Dos maestras de la canción latinoamericana. Ellas cantaron valses como ‘Cariño malo’, de Augusto Polo Campos; ‘Fina Estampa’, de Chabuca Granda; ‘Callejón de un solo caño’, de Nicomedes Santa Cruz; e ‘Indio’, de Alicia Maguiña, entre otros más.
¿El vals criollo se adecuó a la cubana Alfaro o es que ella se adecuó al ritmo sutil del vals de nuestra tierra? Todo hace suponer que fue lo segundo, y es que el estilo de Alfaro (y el de Guillot, por cierto) se pudo acoplar muy bien al género criollo peruano. Asimismo, la artista era conocida por su gran capacidad para adaptarse a varios idiomas y culturas, y podía cantar sin perder el acento y la gracia interpretativa.
Xiomara Alfaro, la ruiseñor, la alondra, la inimitable, murió por un aneurisma cerebral en Cape Coral, suroeste de Florida, el 24 de junio de 2018, rodeada de su familia y amigos. El Perú nunca dejará de recordarla como una excelente animadora del espíritu creador de la música.
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