Todos hemos atravesado por problemas que nos hacen tener largas conversaciones con nuestros pensamientos. El problema de pasar mucho tiempo en nuestra cabeza es que nos alejamos de la realidad y nos olvidamos de disfrutar del presente.
El sobrepensar muchas veces nos hace tener pensamientos angustiantes, los cuales suelen verse reflejados en emociones como la tristeza o el miedo. Además, disminuye nuestra energía, limita la creatividad y causa problemas para dormir.
La psicoterapeuta Ana Rivera señaló a Bienestar del Diario El Comercio que este recurso en ocasiones nos ayuda en diversas situaciones, ya que aparece como una respuesta anticipatoria. Aseguró que muchas veces esto se encuentra relacionado con trastornos de ansiedad.
¿Cómo podemos manejarlo? Estas son algunas estrategias que puedes tomar en cuenta:
- Date cuenta cuando estás pensando demasiado. Ser conscientes es el primer paso para dejar de hacerlo. Presta atención a tus pensamientos y cuando te des cuenta de que estás reviviendo eventos en tu mente una y otra vez, o preocupándote por cosas que no puedes controlar, reconoce que no son productivos.
- Desafía tus pensamientos. Es fácil dejarse llevar por los pensamientos negativos. Aprende a reconocer que tus pensamientos podrían estar siendo exageradamente negativos.
- Enfócate en resolver los problemas. Pregúntate qué pasos puedes tomar para aprender de un error o evitar un problema a futuro. En lugar de preguntar por qué pasó algo, pregúntate qué puedes hacer al respecto.
- Reflexiona. No es productivo pasar largos periodos de tiempo pensando en una misma cosa, las reflexiones breves son más útiles. Incorpora 20 minutos para pensar en tu rutina diaria. Durante este tiempo, permítete preocuparte, rumiar o engancharte con lo que quieras. Cuando se acabe el tiempo, ponte a hacer algo más productivo.
- Practica la consciencia plena. Es imposible revivir el día de ayer o preocuparte sobre el mañana cuando estás viviendo en el presente. Comprométete a volverte más consciente del aquí y el ahora.