Una de las frases más relevantes que he escuchado es “la suerte aparece en el momento donde convergen la preparación y la oportunidad”, en oposición a: “las cosas sucederán cuando menos te lo imagines”. Durante el transcurso de su vida, en el caso de la preparación, el ser humano lleva realizando distintas actividades en los diferentes planos de su día a día, sobre todo después de los 50 años.
Por ejemplo, el área laboral de un artista o un herrero conlleva a que su experiencia y habilidades motoras perfeccionen muchos de sus procesos para finalizar su trabajo. Algo similar sucede con los cirujanos, pues sus horas de trabajo les permiten desarrollar una capacidad mayor para reconocer estructuras anatómicas. Hoy en día, los minutos u horas que pasan en la sala de operación se suman a la alta tecnología, lo que se traduce en mejores resultados clínicos después de una operación.
En ambos casos mencionados, el factor humano -o de la persona- recae en su capacidad y en la pasión que siente por su trabajo, lo que va ligado a sus experiencias a lo largo de su vida y a la genética que hereda. La oportunidad se refiere a una circunstancia o momento propicio para hacer algo, obtener un beneficio o lograr un objetivo. Es un momento favorable que puede ser o no ser aprovechado para alcanzar un resultado positivo.
Hoy en día, se maneja diariamente muchísima información que llega a través de videos, internet, audios, música y/o redes sociales. Es decir, la toma de decisiones desde muy temprana edad se vuelve complicada porque encontrar la verdad o lo que es mejor para nosotros puede generar confusión y, con el paso de los días, semanas o meses; hasta problemas en el área de la salud mental, como ansiedad o cuadros más complejos, como los ataques de pánico. A la larga, podría desencadenar que el sistema inmune de la persona caiga y enferme aceleradamente a lo largo de los años. Por ello, es importante que se controle desde niños el acceso a tanta pero tanta información que ha cambiado la salud del ser humano.
Otro dato importante es que las personas nacidas antes de los años ochenta han crecido sin internet ni redes sociales. Por lo tanto, han logrado que sus creencias y objetivos sean -de cierta manera- más reales o verídicos que los de la generación nacida diez años después, cuando el internet surgió. En el caso de la generación de los noventa, el bombardeo de información los ha vuelto insatisfechos, por lo que buscan estímulos más intensos para lograr la recompensa y satisfacción. No hay manera de motivarlos ni mantener su ánimo elevado y positivo.
Tips para dirigir nuestras actitudes hacia la felicidad y la plenitud
- Es importante saber que nuestra mente actúa de una manera consciente, como ahora que están leyendo esta nota, y subconscientemente, donde nuestra consciencia suele aparecer antes de dormir y a primeras horas de la mañana para ayudarnos a decidir qué está bien y qué está mal en nuestro accionar del día a día. Es justo en ese momento donde debemos pedirle, a manera de conversación mental, que cuide nuestra salud y nos ayude a mantenernos en equilibrio hacia la paz y la tranquilidad.
- Los hábitos al inicio de la mañana son super importantes, pues la higiene ayuda a conservar nuestra salud, así como a la activación corporal de neurotransmisores positivos y antiinflamatorios que suceden justo durante el baño matutino.
- Mantener nuestras funciones biológicas ordenadas, tales como un horario para nuestras deposiciones, por ejemplo, así como una correcta hidratación, limpian nuestro organismo a través de la filtración glomerular hacia el equilibrio.
- El movimiento como tal durante la actividad física conlleva a que produzcamos mayor cantidad de neurotransmisores de la felicidad, como la serotonina. Es decir, una semana sedentaria podría producir 0 miligramos versus otra con 2000 o 20000 miligramos. Esta alta dosis combate múltiples trastornos de la salud mental, como la depresión.
- Tener algún objetivo preciso en el ámbito laboral y concentrarse en ello es básico, así como decidir si lo que hacemos diariamente realmente nos gusta.
- La actitud frente a los problemas del día tienen alto impacto en la solución de los mismos. Una buena predisposición, así como practicar el lenguaje corporal correcto, es básica.
- La negación constante y pensamientos adversos deben ser combatidos con pensamientos positivos y optimistas.
- Usar alimentos de tipo antiinflamatorios, como carbohidratos complejos buenos (papa, yuca y/o camote), servirán para reducir el consumo de otros de tipo refinados que destruyen nuestra salud.
- La lectura disminuye la exposición a las pantallas y la luminosidad que genera la tecnología. De esta manera, mantenemos la conducción nerviosa más estable, lo que mejora nuestra respuesta al estrés.
- Practicar ejercicios respiratorios en situaciones adversas mejora la oxigenación cerebral, disminuyendo nuestra presión arterial y frecuencia cardíaca. Podemos hacerlo en el trabajo o en casa con nuestra familia. Inhala cuatro segundos y exhala durante ocho.
- Los ejercicios al aire libre ayudan a tener contacto con la naturaleza, por lo que ayuda a procesar, combatir y eliminar memorias no agradables.
- La risa debe practicarse diariamente.
- Los abrazos ayudan.