Silvia empezó con esta propuesta en septiembre de 2021 y mes a mes, abre nuevos espacios para que más personas se adentren en la lectura.
Silvia empezó con esta propuesta en septiembre de 2021 y mes a mes, abre nuevos espacios para que más personas se adentren en la lectura.
Samanta Alva Vargas

La tiene un poder transformador que va más allá del placer de sumergirse en sus páginas. Adentrarse en una historia permite reflexionar sobre nuestras propias experiencias, emociones y sueños, encontrando en las palabras de otros un espejo que refleja nuestra esencia. Los libros no solo entretienen o educan; también nos invitan a un viaje introspectivo, donde cada capítulo puede revelar nuevas facetas de nosotros mismos.

Esta es la premisa que Silvia Hernandez, coach ontológica y transpersonal, se planteó al crear un oasis de autoconocimiento y conexión a través de “Un capítulo más”. Este no es un club de libros más; es un taller de lectura con propósito, diseñado específicamente para las personas que buscan explorar su interioridad a través de otras historias.

“Yo vengo del mundo corporativo. En mis últimos años allí, me certifiqué como coach especializada en el enfoque transpersonal, porque quería dedicarme a algo que tenga corazón. Siempre me ha encantado leer y como no encontraba un club de libros que tenga lo que yo buscaba, decidí crearlo, pero no solo para leer y conversar sobre el texto; quería ir más allá. Por eso lo llamé «Taller de lectura con propósito», para brindar autoconocimiento mediante la lectura”, cuenta Hernandez.

¿Cómo es un taller de lectura con propósito?

Silvia empezó con esta propuesta en septiembre de 2021. “En el primer taller leímos «El Principito», que es mi libro favorito. Sobre el proceso para elegir el libro de cada taller, estoy convencida que los libros nos buscan a nosotros. A veces son libros que me llaman la atención, que alguien menciona o que leí hace muchos años pero tiene algo por compartir. Cada libro ha aportado y llegado en el momento preciso para cada taller”, explica.

Para conocer de cerca esta experiencia, participé en uno de sus talleres de lectura con propósito. En esa edición, el libro propuesto fue «La hija única», de Guadalupe Nettel, que aborda la maternidad desde diversos frentes. Desde la búsqueda activa por ser madre, pasando por la reconexión madre-hija, hasta la oposición a la maternidad, el libro alcanzó a interpelar a todas las participantes del taller.

Dividido en tres sesiones on-line, Silvia propuso a las participantes leer el libro por bloques, de modo que todas pudiésemos mantenernos al ritmo de la lectura y encontrarnos para reflexionar sobre los mismos eventos. En cada sesión, Hernandez llegó con una serie de preguntas que invitaron a revisar en nuestras propias experiencias, similitudes con la lectura. Poco a poco se fue tejiendo una red de experiencias compartidas, en la que pese a las diferencias de edades y contextos, logramos converger.

Los testimonios de las participantes durante las sesiones reflejan el profundo impacto de estos talleres. Desde ayudar a alguien a atravesar un duelo hasta redescubrir el placer de la lectura, las experiencias son variadas y significativas. Silvia también ha visto cómo su trabajo ha influido positivamente en su propia vida. “Me llena de motivación ver cómo las personas encuentran valor en estos encuentros y se quedan, continúan con nosotros”.

Parte de la experiencia del taller es también la lectura en casa. Para ello, Silvia prepara un kit especial para cada participante. “La cajita que acompaña al taller y que llega a cada una de las participantes es una parte muy importante. La idea del taller no es solo que reciban el libro, sino detalles que permitan convertir ese momento en el que te sientas a leer, en un momento especial. La idea es que cuando tú recibas esa caja, reconozcas el regalo que te estás haciendo”, cuenta.

Dicha cajita está compuesta por el libro, separador, marcadores de página, una vela, una infusión y un detalle particular relacionado con el libro. “Ese último detalle es como un recuerdo de ese libro, para que de verdad se quede contigo”, explica Hernandez.

¿Quiénes pueden participar en el Taller de lectura con propósito?

Aunque no está específicamente diseñado para mujeres, este es el público que suele participar en los talleres de “Un capítulo más”. “A lo largo de todos estos años, ha habido dos participantes hombres, que son totalmente bienvenidos. Lo que ocurre es que son más las mujeres las que normalmente se interesan me preguntan y participan en este tipo de espacio”, aclara Hernandez.

La coach ontológica explica que por lo general se acercan al taller, mujeres que ya vienen haciendo un trabajo personal. “Algunas ya están en caminos de transformación o de autodescubrimiento y claro que también les gusta leer. Muchas personas me cuentan que en algún momento de sus vidas les gustaba leer y lo disfrutaban, pero lo dejaron de lado, entonces vienen con estas ganas reconectar con la lectura. El taller ayuda muchísimo en eso”, cuenta.

“Todos son bienvenidos. Lo ideal es que los participantes sean adultos, porque las conversaciones que tenemos muchas veces atraviesan temas duros. Nos juntamos para hablar sobre el libro, pero también para llorar, para reírnos, para acompañarnos y enseñarnos entre todas. Las mujeres, desde la época de las cavernas, nos hemos juntado entre nosotras a cuidarnos, enseñarnos y acompañarnos. Yo siento que este espacio también se vuelve un círculo de mujeres que quieren acompañarse y aprender una de la otra”, comparte.

Próximo Taller de lectura con propósito

El siguiente taller se dará en junio. “El libro se llama «Antes de que se enfríe el café», y es del autor japonés Toshikazu Kawaguchi. También tendremos un taller presencial llamado «El arte de vivir» con la artista Marisela Valdivia que hace collage sobre todo. La lectura es un arte y un medio de expresión. En ese taller vamos a mezclar la expresión y el poder de las historias, donde se podrá crear reconstruyendo el libro de tu vida”, adelanta Silvia Hernandez.

“Me gustaría animar a las personas a que se dejen encontrar por ese libro que está por ahí buscándolas. Anímense a leer desde un lugar sin expectativas, que sea el libro que las llame y que puedan sobre todo disfrutar. Vivimos en un mundo rápido y que además nos exige demasiado. Pensamos que debemos leer solo libros que nos brinden herramientas y recursos para el trabajo, o libros que nos digan cómo tener mejor hábitos. Estamos llenos de «debería». Atrévete a buscar un libro que simplemente quieras leer. Muchas veces una buena historia, una buena novela, te puede servir y te puede dejar mucho más aprendizaje que un libro que busca brindarte conocimiento”, finaliza.

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