La práctica del Mindfulness o también llamada ‘atención plena’ ha ganado cada vez más territorio y popularidad en el mundo de la meditación y en el mundo de la psicología. Esta, busca que seamos conscientes de las sensaciones y emociones que muchas veces pueden pasar desapercibidas.
En otras palabras, la atención plena es más que solo meditación como solemos pensar de ella. También es una herramienta para mejorar la salud mental que se puede utilizar en una amplia gama de entornos, porque ofrece ventajas medibles en diferentes niveles. En consecuencia, discutiremos la evidencia de los beneficios de la atención plena en este artículo.
Un estudio publicado en la revista JAMA Internal Medicine, encontró que el mindfulness puede reducir los síntomas de ansiedad, depresión y dolor en pacientes con enfermedades crónicas. Asimismo, otro estudio publicado en la revista Psychosomatic Medicine, encontró que esta práctica puede reducir la inflamación en el cuerpo, lo que puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas como la diabetes y la enfermedad cardíaca.
¿En qué consiste la práctica de Mindfuless?
Por un lado, el Mindfulness es un estado de consciencia donde se basa la atención en las experiencias del presente. Con una serie de ejercicios y técnicas se puede llegar al estado de consciencia en el presente sin juzgar y aceptando las situaciones de la mejor manera.
No se trata de poner la mente en blanco ni de intentar no pensar en nada, sino de ver llegar las sensaciones, estímulos y pensamientos, contemplarlos, y ver cómo se van igual que vinieron a nosotros, sin intentar aferrarnos a esos contenidos mentales o sensoriales.
Ayuda a que rompamos el círculo vicioso de la ansiedad anticipatoria y que lleguemos el estado de consciencia parta desde cero, haciendo que veamos las cosas desde otra perspectiva.
¿Para qué sirve el Mindfulness?
Su función principal es calmarnos y hacernos más felices; no obstante, estas son otras funciones.
- Ayuda a combatir la ansiedad y el estrés: Nos hace pasar por un reseteo mental, nos permite mirar de frente a nuestros problemas sin dejar que la angustia entre en nosotros. Una de las causas más frecuentes de muchos trastornos psicológicos, como las adicciones, es el manejo disfuncional de la ansiedad.
- Ayuda a sobrellevar el dolor: Como una parte importante del malestar que provoca este tipo de afectaciones es de carácter psicológico y tiene que ver con la forma en que gestionamos nuestro foco atencional, el mindfulness también se utiliza en el tratamiento del dolor crónico.
- Contribuye a evitar recaídas en la depresión: La práctica de la atención plena puede ayudar a las personas que son más propensas a los síntomas depresivos a mantenerse al margen de las situaciones de recaída. Esto es posible gracias a la facilidad con la que podemos dirigir nuestra atención y esfuerzo hacia las cosas de la vida que nos emocionan o motivan una vez que nos acostumbramos a practicar la atención plena.
- Se puede llegar a un estado de aceptación para gestionar la frustración: Facilita que no nos obsesionamos con los “debería ser” y nos centremos en el “es”, algo que nos ayuda a no sufrir por aquello que está fuera de nuestro control.
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