Muchas personas son incapaces de “decir que no” a otras personas, ya que se sienten culpables por hacerlo. Esto no solo se produce con otras personas, sino de manera interna, provocando sentimientos de frustración y rabia al no poder establecer límites claros. El entorno puede notar esa falta de asertividad, por lo que pueden sacar provecho de ello.
Poner límites sanos no siempre es fácil; sin embargo, es necesario potenciar la asertividad todo lo posible. Aunque a veces es necesario acudir a terapia, en la siguiente nota te recomendamos una serie de consejos que te facilitarán la tarea de decir que no.
5 consejos para aprender a decir que no
Es común que las personas tengan miedo de ser rechazadas por los demás, lo que les impide saber decir no a situaciones que no quieren o que sienten que van en contra de sus límites. Es común que aquellas personas que hayan recibido una educación basada en el sacrificio personal por los demás, muestren comportamientos que puedan ser un poco sumisos. Por ello, aquí consejos para poder establecer esos límites con los demás.
- Ten claro cuáles son tus límites y prioridades: Para aprender a decir que no, primero hay que conocer nuestro mundo interior y saber cuáles son las prioridades, lo que es importante para nosotros y qué estamos dispuestos a consentir y qué no. Un ejercicio para conocer ello es anotar en una libreta las cosas que tienen mayor importancia y cuáles no. Por ejemplo: “Para mí es importante que respeten mi hora de descanso en el trabajo”, lo que quiere decir que durante ese rato no estás disponible para “ayudar” a nadie en ninguna tarea.
- Reflexiona sobre tus actitudes: Debes preguntarte a tí mismo ¿Hasta qué punto lo haces para ayudar, puede ser que lo haces por miedo a decepcionarla y, sobre todo, estás renunciando a cosas que son importantes para ti para hacer feliz a esa persona? Esto puede ayudar mucho a aclarar tu situación y reforzar tus prioridades.
- Ponte en la situación en la que niegas hacer algo para la persona: Piensa por un momento que te niegas a hacer lo que una persona te pide; luego, ponte en el lugar de esa persona y pregúntate si, realmente, el que no puedas hacerlo va a afectar su relación. Probablemente la respuesta sea un “no”, pero no somos capacer de decirlo, debido a que distorsionamos el malestar que esto producirá en el otro.
- Examina tu visión de ti mismo: La baja autoestima y la dificultad para decir “no” van de la mano. La falsa creencia de que uno le debe algo a otro. Está ligado a personas que no se valoran ni se valoran a sí mismas. Por eso, es importante analizar la imagen que tenemos de nosotros mismos. Si nos tomamos un momento para considerar qué aspectos de nosotros mismos les debemos a los demás y viceversa, veremos que no dependemos tanto de ellos como podríamos haber pensado.
- Has una comparación entre las personas poco asertivas contigo: El objetivo es determinar dónde puedes mejorar, no compararte con los demás para ver “quién está peor”. Piensa tú mismo después de haber tomado un momento para considerar los rasgos que crees que tienen las personas a las que les cuesta decir que no.
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