La práctica del mindfulness busca que seamos conscientes de las sensaciones y emociones que muchas veces pueden pasar desapercibidas. Descubre más sobre esta técnica y cuáles son sus beneficios en esta nota.
Esta nos ayuda a reconectarnos con nosotros mismos para aliviar el estrés. Además, nos ayuda a prestar atención a lo que está sucediendo en el momento presente, así como a estar en sintonía con nuestras emociones. En general, nos beneficia tanto mental como físicamente.
¿Cuáles son los beneficios?
Diversos estudios han mostrado que el mindfulness ayuda a mejorar el autoconocimiento, así como a una mejor gestión de las relaciones interpersonales. El llevar la mente a un estado de calma, potencia nuestra creatividad. Además, mejora nuestra capacidad de concentración y combate el insomnio.
¿Cómo empezar a practicarlo? Aquí te dejamos algunos consejos:
- Respiraciones profundas. Lleva la atención a tu respiración. Este es un acto cíclico que se encuentra en un flujo constante, nos mantiene vivos y conectados en todo momento con el presente. Respiramos de manera automática e inconsciente; sin embargo, la respiración es la principal forma de nutrición de nuestro cuerpo, por lo que tomar consciencia sobre ella nos brindará un mayor autocontrol sobre nosotros mismos.
- Observa tu pensamiento. Focaliza tu atención en algo en concreto, de esta forma evitarás que se crucen pensamientos intrusivos por tu mente que intentan desconectarte del momento presente.
- Identifica tus emociones. A diario acumulamos sentimientos y emociones que logramos reprimir para continuar con nuestra vida. Es común que las primeras veces en que practicamos mindfulness sintamos malestar, tristeza, e incluso ansiedad, contrariamente a lo que pensamos que debería de ser (relajante). Poco a poco esto nos ayuda a dominar nuestras emociones, en lugar de ser nosotros dominados por ellas.
- Utiliza la visualización. Utilizar técnicas de visualización facilitará el control mental para generar un estado de relajación y manejar mejor los pensamientos y emociones que surjan. En nuestra mente tenemos un registro muy amplio de sensaciones vinculadas a ciertas imágenes, objetos, texturas, colores, etc. Tan solo el hecho de pensar en algo, activa cerebralmente las áreas relacionadas con su acto.
- Toma consciencia de tu cuerpo. Con frecuencia, nuestras emociones se esconden en nuestro cuerpo en forma de sensaciones corporales que pueden reflejarse en tensiones musculares, en problemas de piel, problemas digestivos, entre otros. Presta atención a cualquier molestia o tensión para empezar a liberarla..