Según un estudio publicado por The Lancet Neurology (2021), con la contribución de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 3000 millones de personas en todo el mundo viven con una afección neurológica. Este año, la OMS publicó que este tipo de enfermedades son la principal causa de mala salud y discapacidad a nivel mundial. Por lo tanto, es fundamental saber cómo identificarlas para poder tratarlas lo antes posible y garantizar el bienestar del paciente.
“De acuerdo con el estudio que realizamos en 2020, hasta ese entonces, las enfermedades neurológicas más comunes en los peruanos, y las que tienen un mayor impacto en términos de salud, son la migraña, el infarto cerebral y las demencias, sobre todo el Alzheimer. En ese sentido, es crucial conocer los síntomas y formas de tratamiento de estas afecciones”, señaló el Dr. Carlos Alexander Alva Díaz, neurólogo e investigador titular de la Universidad Científica del Sur (Científica).
¿Cuáles son los síntomas de estas afecciones neurológicas?
La OMS define la migraña como una cefalea primaria que suele aparecer en la pubertad y afecta principalmente a personas entre los 35 y 45 años de edad. “Se calcula que la prevalencia mundial de la cefalea (al menos una vez en el último año) en los adultos es de aproximadamente el 50%. Entre la mitad y las tres cuartas partes de los adultos de 18 a 65 años han sufrido una cefalea en el último año, y el 30% o más de este grupo ha padecido migraña”, publicó la organización.
“El principal síntoma de la migraña es el dolor de cabeza, descrito como pulsátil o tipo latido, que afecta principalmente una mitad de la cabeza y se intensifica con la exposición a la luz, al ruido u otros desencadenantes, que varían según cada paciente”, explicó el Dr. Alva Díaz.
Además, el Dr. Manuel Moquillaza, neurólogo endovascular y coordinador del servicio de Neurología de la Clínica Ricardo Palma, mencionó otros síntomas como náuseas y vómitos. “Los desencadenantes más comunes suelen ser el café, chocolates, quesos amarillos, ajinomoto, frutos secos, edulcorantes y parrillas, así como el estrés, dormir mal, niveles hormonales alterados (ciclo menstrual) y la exposición a ruidos intensos”, destacó el doctor.
“Nunca subestimen el dolor de cabeza, especialmente si es intenso y refractario al tratamiento médico. La persona debe acudir a su neurólogo de cabecera para buscar otras opciones diagnósticas como aneurisma cerebral o tumores”, aconsejó Moquillaza.
En cuanto al infarto cerebral, el doctor hizo énfasis en que una de cada cuatro personas corre el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV), cobrándose cada año más de 6,6 millones de vidas. “Un accidente cerebrovascular sucede cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene. Este puede ser isquémico, cuando la arteria se ocluye, o hemorrágico, cuando la arteria se rompe y el cerebro se inunda de sangre. A este último se le conoce popularmente como derrame cerebral”.
El Dr. Alva Díaz indicó que el principal síntoma del infarto cerebral es la debilidad súbita de una parte del cuerpo, siendo la más frecuente la mitad de la cara, junto con el brazo y la pierna del mismo lado.
“El paciente que ha sufrido un infarto cerebral debe ser atendido durante las primeras 4.5 horas de presentar los primeros signos, a fin de reducir el riesgo de mortalidad y de secuelas, dependiendo de la ubicación y tamaño del suceso. Cuanto más rápido sea atendido, mayores serán sus probabilidades de recuperación”, enfatizó el Dr. Pablo Zumaeta, neurólogo de la Clínica Ricardo Palma.
Es preciso mencionar que, conforme a la Fundación para la Cobertura del Aneurisma Cerebral (Fucac), cada 2 segundos alguien en el mundo sufre un accidente cerebrovascular (ACV), también llamado infarto cerebral, ictus o stroke.
Finalmente, en el caso de la demencia, el Dr. Alva explicó que el principal síntoma es el olvido recurrente y progresivo de recuerdos presentes y/o pasados, que puede ir acompañado de una disminución en las habilidades para realizar actividades laborales y cotidianas de manera independiente, como comer, lavarse y vestirse.
¿Cuáles son las causas y factores de riesgo de estas enfermedades?
Carlos Alva estableció los siguientes puntos en relación con cada una de las afecciones neurológicas mencionadas:
- En la migraña, los factores que se han demostrado que favorecen la ocurrencia de crisis incluyen la falta de sueño, saltarse comidas, la deshidratación, el sedentarismo, la alta exposición solar (especialmente en verano y al mediodía) y el distrés (exceso de estrés).
- En el infarto cerebral, entre los factores de riesgo se encuentran las enfermedades cardiovasculares como la fibrilación auricular y/o la hipertensión, las enfermedades metabólicas como la diabetes, la obesidad y las dislipidemias (elevación anormal de colesterol o lípidos en sangre), además del hábito de fumar y el consumo excesivo de alcohol.
- En la demencia, existen actualmente hasta 14 factores de riesgo que pueden contribuir a aproximadamente la mitad de los casos. Entre los más importantes se encuentran el bajo nivel educativo durante la infancia, la pérdida de audición y la dislipidemia en la adultez, así como la soledad en la vejez.
¿Cómo puedo prevenir las afecciones neurológicas?
El neurólogo de la Científica afirmó que existen seis factores principales que pueden dañar o deteriorar el cerebro:
- Inactividad física
- Falta de sueño
- Mala nutrición
- Falta de estimulación cerebral
- Soledad
- Riesgos cardiometabólicos
“Estos factores contribuyen al deterioro cognitivo y pueden aumentar el riesgo de enfermedades cerebrales”, recalcó el experto. Para contrarrestar estos riesgos y prevenir enfermedades cerebrales, se aconseja adoptar seis hábitos saludables:
- Realizar ejercicio físico de manera regular
- Mantener un sueño adecuado
- Seguir una dieta equilibrada
- Estimular la actividad mental
- Socializar y mantener conexiones sociales
- Someterse a controles cardiometabólicos periódicos
¿Qué chequeos preventivos son necesarios para garantizar nuestro bienestar cerebral?
Alva Díaz respondió que son tres los chequeos necesarios para monitorear correctamente nuestra salud cerebral:
- Chequeos cardiometabólicos: Estos incluyen el monitoreo de la presión arterial, los niveles de azúcar y colesterol en la sangre, con el fin de prevenir o controlar condiciones como la hipertensión, la diabetes, la obesidad y las dislipidemias. Se recomienda comenzar estos chequeos a partir de los 40 años o según indicación médica.
- Chequeos de salud afectiva y cognitiva: Es fundamental consultar a un profesional de la salud cerebral (psicólogo, neurólogo o psiquiatra) si se presentan quejas emocionales o cognitivas persistentes que impacten la vida personal, familiar o social.
- Chequeos auditivos y visuales: Se aconseja realizar estos chequeos a partir de los 40 años para detectar y abordar problemas auditivos o visuales que puedan afectar la calidad de vida y favorecer el aislamiento social. Su detección temprana permite que puedan ser tratados y corregidos.