Los gatos son grandes compañeros, pero para algunas personas su compañía tiene una grave consecuencia. Hasta 1 de cada 5 personas tiene una respuesta alérgica a los gatos, y esta cifra va en aumento. Lo que normalmente se cree es que el pelaje de nuestros engreídos es el que nos da alergia, sin embargo, la caspa y la saliva son los que están detrás de esto.
Los anticuerpos en las vacunas contra la alergia
Las alergias se producen principalmente cuando se producen “alarmas” químicas de las células inmunes, las cuales generan inflamación y otros síntomas. Por ello, Lisa Wheatley, alergista del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU, descubrió que cuando se agregan anticuerpos de laboratorio a las vacunas contra la alergia se puede preparar al sistema inmunológico y así prevenir las alergias de los gatos.
Por otro lado, un estudio reciente demuestra que la terapia combinada también redujo los síntomas de alergia hasta después de un año de suspender el tratamiento. Esto se realizó para que se reduzca la cantidad de tiempo que se necesitaban inyecciones y también dar alivio duradero a los pacientes.
Se comenzaron a utilizar los anticuerpos monoclonal, también llamados tezepelumab para bloquear uno de esos síntomas que alarma conocido como linfopoyetina del estroma tímico, o TSLP. Además, este anticuerpo no es nuevo, ya que se ha utilizado como tratamiento para el asma, por lo que los investigadores aseguraban que es seguro.
Si bien los resultados son alentadores, para Edward Zoratti alergólogo e inmunólogo del Hospital Henry Ford en Detroit, quien no participó en el estudio, no está claro que el tezepelumab funcione también para otras alergias.
Por otro lado, las alergias a nuestros amigos peludos se desarrollan contra una sola proteína pegajosa llamada Fel d1 que se encuentra en la saliva de los gatos y en las escamas de células muertas de la piel, o caspa.
Se necesita investigar más antes de que esta o cualquier otra terapia se agregue a las vacunas contra la alergia en el consultorio de un médico, pero a la vez seguir investigando y para comprender cómo funcionan las terapias de la alergia. “Es un paso en una larga cadena que probablemente nos llevará a una terapia realmente útil en el futuro”, aclara Wheatley.
Consejos para convivir con un gato cuando se es alérgico
Tener un gato es sumamente terapéutico para algunos, ya que sus acariciarlos reduce los niveles de cortisol (hormona relacionada con el estrés). Se cree, también, que el contacto físico con gatos incrementa en humanos la producción de ondas tetha cerebrales, que habitualmente se producen en estados de relajación y calma profunda.
Por ello, si eres alérgico, hay una serie de pautas médicas e higiénicas que podrían servir para que la convivencia con tus amigos peludos sea mucho más tranquila y las alergias estén bajo control:
- Bañarlo con regularidad: Aunque los gatos odien el agua, bañarlo al menos dos veces a la semana para reducir las concentraciones de la proteína y otros alérgenos como el polen o el polvo, que ser acumulan en su pelo.
- Evitar que el gato se encuentre en el dormitorio: Aunque le encante estar contigo, es mejor mantenerlo alejado del lugar donde duermes para que así no te afecte más.
- Usar purificadores de aire: Es recomendable utilizar filtros HEPA como una medida efectiva para disminuir la exposición al epitelio animal.
- Pasa la aspiradora regularmente: Se debe mantener una limpieza constante en la casa para evitar que alergénos puedan afectarnos.
- Utilizar almohadas, fundas, sábanas, edredones y colchones con un tamaño medio de poro: Esto para que no se conviertan en depósitos de las partículas de nuestra mascota y si no quieres cambiar las sábanas, se pueden cubrir con fundas que sean a prueba de alérgenos.
- Puedes probar lociones tópicas que encapsulan los alérgenos, bajo recomendación de un especialista.
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