Durante muchos años, la mayoría de la población percibía la enfermedad intestinal inflamatoria como una afección lejana, pues se consideraba que solo afectaba a adultos mayores y personas caucásicas. Sin embargo, hoy en día, esta condición afecta a adultos jóvenes y se encuentra presente más allá de Europa, en América Latina y Asia. Por ello, es fundamental conocer sus síntomas y factores de riesgo para estar atentos ante cualquier cambio sospechoso. En esta ocasión, en Bienestar El Comercio, conversamos con dos especialistas sobre el tema.
“A nivel mundial, los casos de enfermedad intestinal inflamatoria están aumentando exponencialmente. En épocas pasadas, se pensaba que esta afección era únicamente de europeos caucásicos. No obstante, en los últimos 10 a 20 años, se ha visto un crecimiento muy significativo en todo el mundo, incluyendo Sudamérica, Asia y Medio Oriente. Ya la estamos viendo como una enfermedad globalizada, pues se han diagnosticado entre 6 y 8 millones de casos a nivel mundial”, estableció el Dr. Victor Chedid, gastroenterólogo y experto en enfermedad intestinal inflamatoria (EII) de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.
Del mismo modo, esta afección ya no perjudica únicamente a adultos mayores. El Dr. Guillermo Otoya, presidente de la Sociedad de Gastroenterología del Perú y miembro de la Organización Panamericana de Crohn y Colitis (PANCCO), señaló para RPP Noticias que esta enfermedad afecta principalmente a pacientes entre 20 y 40 años.
“No estamos completamente seguros del por qué, pero una de las razones puede ser la globalización de la dieta. La alimentación se está volviendo cada vez más occidentalizada, por ejemplo, con las cadenas de comida rápida, las cuales están llegando a más y más lugares. Por otro lado, como mencioné previamente, antes se creía que esta enfermedad era exclusiva de caucásicos, por lo que no se había estudiado tanto fuera de Europa. Los estudios recién han comenzado en los últimos años, lo que ha llevado a más evaluaciones diagnósticas en el resto del mundo”, explicó el Dr. Chedid.
¿Cuáles son las principales enfermedades intestinales inflamatorias?
De acuerdo con los expertos de Mayo Clinic, “enfermedad intestinal inflamatoria” es un término que describe diversos trastornos que implican inflamación crónica de los tejidos del tracto digestivo por períodos prolongados. Entre los distintos tipos, se pueden mencionar los siguientes:
- Enfermedad de crohn: Esta enfermedad inflamatoria intestinal se distingue por la inflamación de las capas más internas del revestimiento del tracto digestivo. La enfermedad de Crohn suele impactar principalmente en el intestino delgado, aunque también puede afectar el intestino grueso y, en casos poco comunes, otras partes del tracto gastrointestinal superior.
- Colitis ulcerosa: Esta enfermedad causa inflamación y úlceras en el tracto digestivo, afectando el revestimiento más profundo del colon (intestino grueso) y el recto.
“Aunque las causas precisas se desconocen, se ha descubierto que algunos factores pueden agravar los síntomas de la enfermedad. Entre ellos se encuentran el estrés y la dieta. Por ello, a nivel mental, trabajamos con terapeutas especialistas que ayudan al paciente con terapia cognitiva y ejercicios de respiración. Asimismo, una dieta balanceada es fundamental para reducir la inflamación intestinal”, destacó el Dr. Chedid.
Igualmente, Mayo Clinic señaló que algunas mutaciones genéticas están asociadas con la enfermedad intestinal inflamatoria. Además, el factor hereditario es significativo, ya que esta enfermedad es más común en individuos con récord familiar. De igual manera, la mayoría de las personas que padecen esta enfermedad no presentan antecedentes familiares.
¿Cómo se realiza el diagnóstico de la enfermedad intestinal inflamatoria?
“El diagnóstico de la enfermedad intestinal inflamatoria incluye una serie de pruebas y procedimientos para confirmar la presencia de la enfermedad y determinar su extensión y severidad”, afirmó el Dr. Jean-Paul Achkar, gastroenterólogo de Cleveland Clinic.
Por un lado, los exámenes de sangre se utilizan para detectar anemia debido a la pérdida de la misma, así como para identificar infecciones y medir marcadores inflamatorios. Por otro lado, las pruebas de heces son útiles para detectar sangre oculta, infecciones y marcadores inflamatorios.
“La colonoscopia permite examinar todo el colon con una cámara flexible, lo cual es crucial para visualizar inflamaciones, úlceras y para la toma de biopsias. Similar a esta prueba, la sigmoidoscopia flexible se centra específicamente en el recto y el colon sigmoide”, desarrolló el doctor.
Además, se utiliza la endoscopia superior para examinar el tracto digestivo superior en casos donde se sospecha que la enfermedad de Crohn pueda afectar estas áreas. Por último, las técnicas de imagenología como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM) se utilizan para obtener imágenes detalladas del tracto digestivo, identificar complicaciones y evaluar la extensión de la inflamación.
¿Cuáles son los síntomas y factores de riesgo de estas enfermedades?
El Dr. Jean-Paul Achkar dejó en claro que los síntomas de la colitis ulcerosa varían según la severidad de la inflamación y la parte del colon afectada. Entre ellos se encuentran los siguientes:
- Diarrea con sangre o pus: Es el síntoma más frecuente.
- Dolor y calambres abdominales: Especialmente antes de defecar.
- Necesidad urgente de defecar: Con frecuencia y sensación de evacuación incompleta.
- Pérdida de peso: Debido a la diarrea crónica y mala absorción de nutrientes.
- Fatiga: Relacionada con la inflamación crónica y anemia.
- Fiebre: En casos severos.
Asimismo, el experto indicó que los efectos de la enfermedad de Crohn pueden variar ampliamente, dependiendo de qué parte del tracto digestivo esté afectada. Los síntomas comunes incluyen:
- Diarrea crónica: Puede ser sin sangre o con sangre.
- Dolor y calambres abdominales: A menudo en la parte inferior derecha del abdomen.
- Sangre en las heces: Aunque menos común que en la colitis ulcerosa.
- Pérdida de peso: Debido a la diarrea crónica y mala absorción de nutrientes.
- Fatiga: Por la inflamación crónica y anemia.
- Fiebre: Especialmente durante los brotes.
- Úlceras en la boca: Comunes en algunos pacientes.
- Reducción del apetito: Por dolor abdominal y malestar.
- Fístulas: Conexiones anormales entre diferentes partes del intestino o entre el intestino y otros órganos.
El Dr. Luis Alberto Cervera Caballero, gastroenterólogo de SANNA Clínica El Golf, agregó que también existen ciertos factores de riesgo que deben ser motivo de chequeos preventivos. “Si bien la mayoría de las personas que desarrollan enfermedad inflamatoria intestinal reciben un diagnóstico antes de los 30 años, algunas personas no la desarrollan hasta los 50 o 60 años. De la misma forma, aunque la enfermedad inflamatoria intestinal es más frecuente en personas de raza blanca, puede darse en cualquier raza. Los casos también están aumentando en otras razas y etnias”, recalcó el experto de SANNA.
“Si algún familiar cercano, como un padre, hermano o hijo, padece esta enfermedad, existe un mayor riesgo de contraerla. Finalmente, fumar cigarrillos es el factor de riesgo controlable más importante para el desarrollo de la enfermedad de Crohn”, añadió.
¿Qué tratamientos existen para manejar la enfermedad intestinal inflamatoria?
“Lamentablemente, la enfermedad inflamatoria intestinal no tiene cura. Sin embargo, podemos controlar la enfermedad con medicamentos que disminuyen la inflamación y mantienen la enfermedad en remisión. En algunas situaciones, el paciente puede precisar cirugía para controlar la enfermedad”, respondió el Dr. Cervera Caballero.
En esa línea, el Dr. Achkar explicó que el tratamiento para la EII se centra en reducir la inflamación que desencadena los síntomas. Entre ellos, se incluyen los siguientes:
- Medicamentos antiinflamatorios: Como los aminosalicilatos y corticosteroides para reducir la inflamación.
- Inmunosupresores y biológicos: Medicamentos que suprimen el sistema inmunitario para reducir la inflamación.
- Antibióticos: Utilizados en caso de infecciones secundarias.
- Cirugía: Puede ser necesaria para extirpar partes dañadas del tracto digestivo, especialmente en casos graves.
¿Por qué es importante llevar un tratamiento para controlar la enfermedad?
El Dr. Jean-Paul Achkar aseguró que el incumplimiento del tratamiento puede llevar a múltiples complicaciones y riesgos graves, que incluyen los siguientes:
- Brotes frecuentes: Mayor frecuencia y severidad de los síntomas.
- Complicaciones intestinales: Como obstrucciones, perforaciones, fístulas y abscesos.
- Mayor riesgo de cáncer de colon: Especialmente en pacientes con colitis ulcerosa de larga duración.
- Desnutrición: Debido a la mala absorción de nutrientes.
- Impacto negativo en la calidad de vida: Limitaciones severas en la vida diaria debido a los síntomas constantes.
¿Las enfermedades intestinales inflamatorias se pueden prevenir?
Conforme al Dr. Victor Chedid, no existe una manera de evitar por completo la enfermedad intestinal inflamatoria, pero sí existen ciertos hábitos que pueden ayudar a mantener los marcadores inflamatorios más bajos. Por ejemplo, el especialista de Mayo Clinic hizo énfasis en la importancia de ciertos factores, como el manejo del estrés y la implementación de una alimentación balanceada para favorecer la salud intestinal. “Debe ser equilibrada, antioxidante, rica en fibra y poco procesada. La dieta mediterránea tiene un gran equilibrio”, declaró.
El experto también destacó que los nutrientes deben provenir directamente de los alimentos. “Muchos de los suplementos que se ofrecen en el mercado no están suficientemente estudiados, pero el marketing es tan persuasivo que muchas personas los compran automáticamente. Aunque se promocionen como saludables, lo mejor es obtener los nutrientes a través de los alimentos que consumimos diariamente”, resaltó.
La actividad física y/o el ejercicio regular también son fundamentales para la salud hepática e intestinal. “El ejercicio ayuda a combatir el estreñimiento, previene el aumento de peso y la obesidad. Con solo 10 o 15 minutos de movimiento al día se pueden lograr grandes mejoras”, sostuvo Chedid.
En palabras del Dr. Jean-Paul Achkar, dejar o evitar el tabaco puede reducir significativamente el riesgo de la enfermedad de Crohn.
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