El verano es motivo de felicidad y alegría para muchos. En esa línea, Semana Santa puede ser la ocasión ideal para tomarse unos días de relajo y disfrutar del sol y la playa. Además, esta temporada nos permite, a través de los rayos solares, recibir la vitamina D que nuestro cuerpo necesita. No obstante, es fundamental tener en cuenta las consecuencias que puede generar no tomar las medidas correspondientes al estar expuestos al sol.
En esta ocasión, en Bienestar El Comercio, conversamos con la Dra. Patricia Giglio, dermatóloga de la Clínica Ricardo Palma, quien nos indicó qué efectos graves e, incluso, permanentes puede generar una exposición crónica a los rayos solares. “Las consecuencias pueden ir desde las más leves, como enrojecimiento leve de la piel, hasta la más grave, como el cáncer a la piel”, estableció.
¿Cuáles son los efectos negativos que pueden generar los rayos solares?
- Fotoenvejecimiento:
La exposición UV y la luz solar en general puede generar el envejecimiento temprano de la piel joven y clara. Esto puede verse reflejado en mayores arrugas, manchas más pronunciadas y nuevos tipos de lesiones, como los lunares, por ejemplo.
- Dermatitis:
La dermatitis puede darse por múltiples motivos y uno de ellos es la exposición crónica a los rayos solares. Los síntomas pueden ser enrojecimiento y descamación de la piel. Cabe agregar que la dermatitis también se puede dar por alergias a algunos componentes de productos de higiene personal, como el alcohol en gel.
- Cáncer a la piel:
La exposición crónica al sol, en el caso más grave, puede generar un cáncer de piel. La especialista explicó que la piel está formada por células y, si uno las expone a agentes nocivos, pueden cambiar su ADN y ser distorsionadas. De esta manera, se puede generar un caso de cáncer.
“Existen dos tipos de cáncer de piel: El melanoma y el no melanoma. El más agresivo y letal es el melanoma, el cual puede llegar a ser letal para el paciente”, especificó la experta.
Recomendaciones para asistir la playa por el feriado
En palabras de la doctora, el calor, la brisa del mar y el sol resecan la piel. Por ello, además del uso de protector solar, es recomendable beber mucha agua y utilizar cremas hidratantes. “Es fundamental tener en cuenta que las quemaduras solares incrementan 4 veces nuestro riesgo de padecer de cáncer de piel”, enfatizó.
Para concluir, la Dra. Patricia hizo hincapié en que el bloqueador que se utilice debe tener más de 30 FPS (factor de protección solar). “No debemos olvidar la importancia de aplicar el protector cada vez que la persona entre y salga del mar. Asimismo, debe ser esparcido 15 minutos antes de la exposición al sol. Si desean añadir el uso de algún sombrero o gorro, procuren que cubra las orejas, la nuca y el cuello”, finalizó.