La vasectomía es un método anticonceptivo masculino seguro y efectivo. Durante el procedimiento quirúrgico, se bloquean los pequeños conductos que transportan los espermatozoides para que estos no puedan salir del cuerpo. Es una cirugía sencilla, poco invasiva y rápida, además, su efectividad para evitar embarazos es casi del 100%.
Desmentimos algunos de los mitos más comunes:
Mito: No es un procedimiento reversible
En realidad sí es reversible, al menos por lo general lo son. Sin embargo, este procedimiento suele ser costoso y un poco más complejo. Por eso, la vasectomía es una intervención recomendable para quien está seguro de que no quiere tener ningún hijo - o más-.
Mito: Es una cirugía dolorosa
No, en realidad es un procedimiento sencillo y sin dolor. Suele realizarse bajo anestesia local y las molestias postoperatorias son bien toleradas.
Mito: El postoperatorio trae diversas molestias
Como en cualquier operación, tras la intervención es recomendable el reposo. Es aconsejable el uso de analgésicos y anti inflamatorias, así como ropa interior ajustada para evitar el movimiento de los testículos. Los primeros días se debe evitar los esfuerzos físicos y las relaciones sexuales.
Mito: Tiene poca eficacia
Es fundamental tener en cuenta que la efectividad no es inmediata, pues tras la operación aún habrá presencia de espermatozoides en el semen hasta transcurridas 20-30 eyaculaciones. De igual forma, luego del proceso se realiza un seminograma para asegurar que no haya espermatozoides.
Mito: Provoca disfunción eréctil
La operación no genera ningún cambio en la producción de hormonas, ni en el deseo sexual, ni en las erecciones o el volumen del semen. El único cambio que existe tras la operación es la posibilidad de tener hijos.