El domingo 7 de julio, los peruanos amanecimos con la terrible noticia de que Yola Polastri, querida cantautora y animadora infantil, falleció debido a las complicaciones posteriores a un accidente cerebrovascular (ACV). En momentos como estos, es aún más importante recordar la importancia de saber reconocer los síntomas de un ACV y cómo actuar ante él, al igual que sus tipos y formas de prevención. Por ello, en Bienestar El Comercio, conversamos con algunos especialistas en el tema para concientizar a la población sobre los hábitos saludables para prevenir un accidente de este tipo y las señales que debemos saber identificar.
“Un accidente cerebrovascular es la afectación del cerebro y se divide en dos tipos. El primero -y el más común- es el isquémico, cuando se tapa la arteria y no llega la sangre ni los nutrientes al cerebro. Por el otro lado, tenemos el hemorrágico, el cual se genera debido a una hemorragia producida por la ruptura de un vaso. Cabe mencionar que el isquémico es mucho más común que el hemorrágico, pues se da en el 85% de pacientes de ACV. En el caso de Yola Polastri, ella se encuentra internada por un accidente de tipo isquémico, pero previamente ha estado internada por uno hemorrágico, hace ya más de un año”, declaró la Dra. Marla Gallo, neuróloga y Coordinadora de la Unidad de Ictus de la Clínica Ricardo Palma.
¿Accidente cerebrovascular isquémico o hemorrágico?
A pesar de tener algunas similitudes en sus factores de riesgo, los accidentes cerebrovasculares isquémicos y los hemorrágicos tienen múltiples diferencias, sobre todo en sus síntomas. No obstante, el Dr. Carlos Zapata Gómez, neurólogo clínico con alta especialidad en enfermedad cerebrovascular de la Clínica Internacional, sostuvo que ambos son peligrosos, pues los dos comprometen la vida de quien los padece.
Por un lado, el Dr. Zapata señaló que un accidente cerebrovascular isquémico, el más común, genera tres síntomas principales:
- Problemas en el lenguaje, tanto en la comprensión como en la evocación de la palabra.
- Parálisis de la mitad del rostro.
- Debilidad en la mitad del cuerpo (brazo y pierna).
En adición a ello, la Dra. Gallo también incluyó la alteración de la visión, el entumecimiento de una parte del cuerpo y la desestabilidad.
En el caso del accidente cerebrovascular hemorrágico, el Dr. Zapata Gómez indicó que este tipo debuta con convulsiones y alteraciones en el estado de conciencia del paciente. “Uno de los síntomas principales también es el dolor de cabeza. Muchos pacientes dicen que es el dolor de cabeza más intenso que han tenido en su vida”, enfatizó el experto.
De acuerdo con el Instituto del Corazón de Texas, cada tipo de accidente cerebrovascular también contiene algunos subtipos. En el caso del isquémico, este se divide en trombótico y embólico. Al hablar del hemorrágico, esta clase se divide en hemorragia subaracnoidea y hemorragia cerebral o intracerebral.
¿Qué hacer si alguien está sufriendo un accidente cerebrovascular?
Después de reconocer los síntomas, conforme al Dr. Manuel Cabellos Acuña, médico cirujano del Hospital de Emergencias Villa El Salvador, es vital acercarse inmediatamente a un centro de salud. “Al llegar al centro, el médico que reciba al paciente se va a encargar de verificar que es un ACV y derivarlo al área correspondiente. La ventana de tiempo es crucial para garantizar la recuperación del afectado, por lo que se tiene que actuar lo antes posible”, añadió el doctor.
En casa, durante el accidente, el Dr. Andre Machado, Neurólogo de Cleveland Clinic, recomendó los siguientes puntos a tener en cuenta:
- Llamar al 911 o a los servicios de emergencia inmediatamente
- Mantener a la persona calmada y en una posición cómoda para él o ella
- No darle comida ni bebida
- Si la persona está inconsciente pero respira, colocarla de lado en posición de recuperación
En relación al tratamiento, la Dra. Gallo afirmó que las formas de actuar son distintas para cada tipo de accidente cerebrovascular. “Para salvar el tejido, necesitamos llegar rápidamente a un hospital donde el paciente pueda recibir tratamiento y aliviar sus síntomas lo antes posible. En el caso del ACV isquémico, hay dos opciones de tratamiento. En el primero, la ventana para actuar es de hasta 4 horas y media. El otro tratamiento cuenta con una ventana de tiempo más amplia, pero no todos los hospitales tienen las herramientas para aplicarlo”, aclaró la doctora.
“Si el paciente llega antes de las 4.5 horas, puede aplicarse una trombolisis endovenosa. Después, se puede plantear una trombectomía mecánica, en la cual se utiliza un catéter para extraer el coaguló impactado en la arteria. No obstante, no todos los centros cuentan con las herramientas necesarias para realizar el segundo método, por lo que es sumamente importante ingresar a un hospital o clínica altamente competente para tratar emergencias”, resaltó el Dr. Zapata Gómez, experto en enfermedad cerebrovascular.
Si se trata de un accidente hemorrágico, la Dra. Gallo mencionó que no existe un tratamiento rápido como tal. “Lo importante es controlar las funciones vitales y analizar al paciente para saber si existe un aneurisma”, asintió.
¿Se puede prevenir un accidente cerebrovascular?
La diferencia entre un ataque y un accidente, es el accidente sí se puede prevenir. En gran parte, lo mismo sucede con el ACV, pues existen ciertas formas de prevención para evitarlo. En palabras del Dr. Jimmy Palacios, médico neurólogo de la Clínica Anglo Americana, se necesita de un estilo de vida saludable para prevenir un ACV. De forma específica, compartió los siguientes puntos:
- Controlar regularmente la presión arterial, los niveles de azúcar y el colesterol
- Realizar actividad física regularmente
- Evitar el consumo de tabaco
- Consumir una dieta rica en verduras y frutas
- Reducir -o evitar- la ingesta de comida chatarra y alcohol en cantidades excesivas
En ese sentido, el experto de la Clínica Anglo Americana sostuvo que también existen ciertos factores de riesgo que deben ser tratados y controlados para lograr prevenir un accidente cerebrovascular. Entre ellos, se encuentran la diabetes, la hipertensión y el colesterol alto. “Lo mismo aplica con las personas que sufren de arritmia cardíaca o problemas cardíacos que predisponen la formación de coágulos sin tratarse”, añadió.
Del mismo modo, también existen algunos factores de riesgo modificables, como la obesidad, la vejez y la apnea del sueño, mencionó Palacios. El tabaquismo también es un hábito que aumenta notoriamente el riesgo de sufrir un ACV y es perfectamente modificable.
A pesar de que la vejez es considerada un factor de riesgo, el Dr. Zapata dejó en claro que un ACV puede suceder a cualquier edad, desde la niñez hasta la adultez.
¿Qué tipo de accidente cerebrovascular tiene mayor tasa de mortalidad?
La Coordinadora de la Unidad de Ictus de la Clínica Ricardo Palma hizo hincapié nuevamente en que el accidente cerebrovascular isquémico, el más común, tiene una tasa de mortalidad menor al hemorrágico. Sin embargo, este tipo de ACV tiene una mayor tasa de discapacidad. “El paciente va a terminar muy accidentado”, recalcó.
En la otra mano, conforme a lo establecido por la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), el accidente hemorrágico es menos común, pero suele ser más mortal que el isquémico en la gran mayoría de casos. Esto se debe a que, durante su evolución, pueden aparecer nuevas complicaciones, como úlceras de decúbito, pérdida de movimiento o sensibilidad permanente en una parte del cuerpo, contracturas en las articulaciones, espasticidad muscular, demencia e interrupción de la capacidad de interacción.
Para concluir, cabe mencionar que el accidente cerebrovascular es la tercera causa principal de muerte en los países desarrollados, según la SEMI. En esa línea, la Sociedad afirma que cerca de la cuarta parte de personas que sufre este problema muere a causa del mismo o de sus complicaciones, cerca de la mitad padece discapacidades a largo plazo y aproximadamente la cuarta parte recupera la mayoría o todas sus funciones.