En Ica: Circuitos con copa en mano
Ya no es necesario salir a lugares como Mendoza, en Argentina, o al Valle de Colchagua en Chile para disfrutar de una ruta del vino. En Ica, a 300 kms. al sur de Lima, puedes recorrer viñedos en bicicleta, participar de catas dirigidas, almuerzos maridaje y hasta despertar en medio de cultivos de uva.
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DESPERTAR ENTRE VIÑEDOS
Salimos por la carretera Panamericana Sur rumbo a Ica, el departamento líder en producción de uva del país. Tres horas más tarde, y un pan con chicharrón de La Panera de Lurín después, nos topamos con el letrero de bienvenida a este lugar con desierto y valle. Aunque el sol ya se había encargado de decirnos, minutos antes, que estábamos dejando atrás la capital.
Las puertas del hotel se abrieron y enormes campos de parras nos sorprendieron. Al fondo, como si fuera parte del impresionante paisaje rodeado de montañas, se dejaba ver una construcción de estilo republicano: Viñas Queirolo, el único hotel del país que está en medio de viñedos.
Nos instalamos y poco después almorzamos con la sommelier Fiorella Alarcón quien nos dio una clase maestra de maridaje. Cada plato fue combinado con una etiqueta de Santiago Queirolo y para el final una copa de pisco hizo magia con el postre.
“Observa la tonalidad del vino colocando la copa sobre la servilleta. Ponlo en tu nariz para percibir sus aromas. Repite este paso pero moviendo la copa en círculos. Da un sorbo ligero y di qué te pareció (…) Ahora otro como si te enjuagaras la boca (…) Finalmente, come un bocado y mézclalo con un poco de vino. Si lo sientes bien es que se trata de un buen maridaje”, nos indica la experta.
El atardecer lo disfrutamos en el mirador, desde donde se ven las 400 hectáreas que rodean la construcción. Pedimos un deseo mientras se ocultaba el sol y brindamos con un espumante por el éxito de la jornada.
Antes de ir a cenar nos esperaba una sesión de cata. Fiorella nos recibió en la tienda, muy bien decorada con las diferentes botellas de esta bodega añeja. Para la sesión usó muestras de frutas, café, pimienta y otros insumos que nos ayudarían a comparar lo que percibirían nuestros cinco sentidos.
A la mañana siguiente despertamos en este paraíso habiendo comprendido lo que significa el descanso pleno. Tras el desayuno, tomamos las bicicletas que son de uso libre para los huéspedes y paseamos entre el verdor de las viñas. El menú de actividades incluye dos piscinas que están bien acompañadas de los bares Queirolo e Intipalka, donde nuestra bebida de bandera tiene un lugar especial.
Si no planeas quedarte a dormir puedes hacer el tour por los viñedos, la planta de elaboración de pisco y el mirador, acompañado por la sommelier. El paseo comienza a las 4:30 pm. y culmina a las 6 pm. Tiene un costo de S/50 por persona y se recomienda llevar auto para trasladarse hasta el mirador.
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LA HACIENDA MÁS ANTIGUA
Otra opción en Ica es visitar la bodega más antigua de Sudamérica: Viña Tacama, que inició sus operaciones en 1540 fabricando vino para los religiosos españoles que se asentaron en Lima durante la colonización.
Allí no te puedes quedar a dormir, pero la hacienda centenaria se puede recorrer con un guía. Hay cuatro rutas distintas que incluyen cata y la explicación del proceso del pisco, los espumantes y los vinos que elabora esta marca con los frutos de las 250 hectáreas de tierra que posee.
El circuito Tradicional dura una hora y actualmente es gratis. A partir del próximo año, los fines de semana y feriados tendrá un costo de S/10 por persona. Si eliges el tour Don Manuel conocerás la única cava subterránea del país, a siete metros y medio bajo tierra. Este circuito demora una hora y 45 minutos, incluye una cata en esa área y cuesta S/135 por visitante.
Si eres de los que ama viajar pero además gusta del vino, no te pierdas de estas experiencias a pocas horas de Lima. Escápate cualquier fin de semana o mejor, recibe el 2017 en medio de la tranquilidad del valle de Ica.
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