Enamórate de Medellín en un fin de semana y sin gastar mucho
Si crees que Medellín es sinónimo de negocios y convenciones, no te equivocas. Pero a eso, súmale sus innumerables atractivos gratuitos y de bajo costo, su excelente servicio de transporte público y la nueva ruta directa desde Lima, que acaba de inaugurar Latam. Un vuelo que te lleva en menos de tres horas a descubrir lo mejor de esta ciudad. ¿Nos vamos?
LA PARTIDA
Viajé el lunes pasado en uno de los Airbus 319 de Latam Airlines (los aviones salen lunes, miércoles y viernes del aeropuerto Jorge Chávez). El horario fue formidable. Como partí alrededor de la una de la tarde, no tuve que madrugar y arribé a Medellín cuando todavía había luz del día. Por eso la hermosa foto que saqué desde el aire.
Como el tráfico no estuvo tan denso, llegué al centro en 45 minutos. OJO: desde el aeropuerto María José Córdova de Medellín hay buses que cobran US$ 4 por pasajero, colectivos por US$ 7 y taxis que cuestan unos US$ 25. Así que hubo para elegir según la comodidad y el bolsillo.
Me alojé en El Poblado, una zona bastante recomendada por la ubicación y seguridad. Pese a ser popular, encontré habitaciones entre US$ 50 y US$ 80 por noche. No está de más recordarte, que la clave de los buenos precios está en reservar con anticipación.
UNA NUEVA HISTORIA
Después de casi veinte años, una de las ciudades más violentas del mundo respira paz. Eso lo percibo mientras recorro la comuna 13, una de las 16 de Medellín. Antiguo escenario de enfrentamientos entre guerrilleros y paramilitares, que hoy luce colorida, festiva y sobre todo, pacificada.
Aunque se trata de una parte oscura de la historia ‘paisa’, sus habitantes la cuentan: “Para no repetirla”, asegura Ciro, un artista de hip-hop que lleva una década acompañando a turistas por su barrio, “porque para entender la transformación de un lugar hay que conocer de su pasado”.
Un capítulo violento que derivó en el rechazo general: “Tuvimos que negar de dónde éramos porque para el resto de la ciudad todos éramos guerrilleros y en otra etapa de la historia, paramilitares (…) Tuvimos que negar de dónde éramos para que nos dieran un trabajo. Pero nunca nos negamos al deseo de reconstruir y transformar este lugar”, asegura.
Fue con esa ilusión y a través del arte que la comuna 13 borró la dolorosa imagen del pasado y dio paso a la transformación: “Con el hip-hop y el grafitti aprendimos que no vinimos al mundo a repetir una historia sino a crear nuevas historias”, señaló Ciro, mientras subimos las escaleras eléctricas municipales que terminaron por darle otro aire al lugar.
El graffitour lo realiza Casa Kolacho (casakolacho@gmail.com). Los guías son artistas parceros, que narran la historia en primera persona. Salen a diario, a las 9 a.m. y a las 2 p.m., excepto el 25 de diciembre y el 1 de enero. Precio, US$ 10.
A TODO PULMÓN
El segundo día fue de desconexión. Partí de la estación de metro Acevedo y tomé la línea K del Metrocable (US$1), el primero del mundo que funcionó como sistema de transporte masivo. Volé sobre la ciudad unos nueve minutos, hasta la estación Santo Domingo y luego hice transbordo a la línea L del cable Arví (US$2) para continuar con el viaje por el cableado aéreo.
Llegué al parque Arví, un bosque nebuloso ubicado a 25 kms. de Medellín y sobre los 2.000 metros de altura. Lejos de todo y de todos. No pagué para entrar porque es público pero invertí en una caminata guiada, de 50 minutos, que me condujo hacia las 300 especies de orquídeas que crecen allí.
El parque Arví ofrece 17 circuitos guiados que cuestan entre US$2 y US$5. Al término del recorrido puedes disfrutar de un picnic, con un costo adicional. El dinero es utilizado en su mantenimiento.
LA FIESTA DE LAS FLORES
El sol cayó mientras José Ángel Zapata enseñaba a armar una silleta, el emblema paisa que se luce en la Feria de las Flores, una fiesta que cada año congrega a 500 silleteros en un desfile que es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación.
En la última versión de esta festividad, Zapata caminó dos kilómetros y medio con 98 kilos de flores sobre la espalda. Demoró cinco horas en el trayecto y lo hizo con las mismas ganas con las que trabaja hace más de 30 años, en su finca El Pensamiento.
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No podía irme de Medellín sin ver las obras de Fernando Botero, el artista nacido en esta tierra que expone 23 esculturas en una plaza que lleva su nombre. El plan es gratuito y admirable. Ni un graffiti, ni un papel publicitario, ni una rayita. Nada daña los enormes cuerpos expuestos al aire libre.
Algo distinto a lo que pasó en el parque San Antonio, donde su obra El Pájaro fue bombardeada. Eran tiempos oscuros. Pese a ello, nunca la reemplazaron. Porque al igual que la gente ‘paisa’, ésta lleva una huella imborrable pero jamás dejó de estar en pie ni de seguir luciendo hermosa.
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Imagen destacada: Guillermo Gutierrez.