Guía para viajar a Petra, otra maravilla del mundo abierta al turismo
A tres horas de Amán, la capital de Jordania, se encuentra Petra. Esta maravilla del mundo moderno –elegida junto a nuestro Machu Picchu– es uno de los lugares más fascinantes del Medio Oriente. He tenido la suerte de viajar a recorrerla una vez reabierta, pues estuvo varios meses cerrada por la COVID-19, y aquí comparto mi experiencia.
¿Es un destino seguro?
Pese a lo que muchos piensan, por ser vecino de Siria e Irak o por ser un país árabe, Jordania es seguro. Los viajeros se mueven sin riesgos ni limitaciones. Las mujeres no deben cubrirse el pelo a menos que ingresen a una mezquita. Cualquiera puede hacer turismo por cuenta propia. Incluso, si viajan sin compañía.
Descubrir su mayor tesoro, Petra, es el objetivo de la mayoría de viajeros que llega a Jordania (incluida yo). Y no es para menos. Esculpida en el siglo VIII a. C., ha funcionado como corredor de mercaderes y por sus calles han transitado edomitas, nabateos, romanos, cristianos, musulmanes y la lista continúa. Sin embargo, lo que más impresiona es que solo vemos un 20 % de lo que fue.
Petra fue reconocida por el mundo tras el descubrimiento de un explorador extranjero. Aunque los locales sabían de su existencia, el suizo Johann Ludwin Burckhardt la sacó a la luz en 1812. En 1985 la Unesco la declaró Patrimonio de la Humanidad y el 2007, maravilla del mundo moderno junto a nuestro Machu Picchu.
Esta obra de arte del pueblo nabateo, también conocida como Ciudad Rosa por la tonalidad rojiza de las rocas talladas, se puede recorrer durante el día y la noche. Elegí visitarla por la mañana y en dos oportunidades. Aproveché que la entrada por dos días solo cuesta 5 dinares jordanos (US$7) más que la de un día que está 50 DJ (US$70,5).
Confieso que me gustó más visitarla al amanecer. Tuve a Petra solo para mí y unos cuantos visitantes. Así que te sugiero pasar una noche en el lugar y entrar apenas abre: normalmente es a las 6 a. m., pero en invierno abre una hora después.
La ruta en Petra
El sendero principal es el más conocido y fácil de recorrer. Caminas un kilómetro entre paredes enormes, esculpidas de forma caprichosa por el tiempo. Cruzas el Siq y llegas al Tesoro, la imponente fachada de 38 metros de alto y 25 de ancho que aparece al inicio de este post y que reconocerás en la película Indiana Jones y la última cruzada.
Imposible no sentirse minúsculo entre tanta grandeza y eso es solo el comienzo. Pese a estar en otoño, la estación más recomendada junto con la primavera, el sol no perdona. Bloqueador y sombrero son imprescindibles. Una cincuentena de escalones después llego a las Tumbas Reales. Se puede ingresar al lugar que, pese a la erosión, deslumbra.
Mi guía sugiere un desvío y desde lo alto obtengo la mejor vista del único teatro tallado en piedra del mundo. Tenía capacidad para 4.000 personas y un aire romano, aunque su uso era más bien religioso.
La ruta descrita se extiende por 4 km. Si estás dispuesto a subir 850 escalones, y sumarle una caminata de 5 km de ida y vuelta, puedes ver el Monasterio, una pared de 48 metros de alto que pone la piel de gallina por su perfección y en la que podrás obtener fotos como la tercera de este post. Agradecerás el esfuerzo.
¿Qué necesito para ingresar a Jordania?
- - Pasaporte vigente.
- - Certificado de vacunación con pauta completa, 14 días antes del viaje.
- - PCR negativo con máximo 72 horas de antelación al viaje.
- - Código QR. Llena el formulario aquí.
- - Formato de declaración de salud. Complétalo aquí.
- - Seguro de salud que incluya la cobertura por la COVID-19 en dicho país.
- - El visado se compra a tu llegada al aeropuerto jordano (US$65). Una alternativa que te exonera de pagarlo es el Jordan Pass, un pase que te permite el ingreso a Petra y a otras 40 atracciones (desde US$99). La adquisición es en línea, previamente a tu llegada porque lo debes mostrar en Migraciones. Aquí la web.
¿En tour o por mi cuenta?
Sin lugar a dudas, la forma más cómoda de llegar a Petra es con una agencia de viajes. La empresa se encarga de recogerte del hotel, acompañarte con un guía y resolver todo lo que pueda ocurrir en el trayecto. Sin embargo, ir por cuenta propia también es posible.
Desde Ammán salen a diario los buses de la empresa Jett. Solo tienen un horario (6:30 a. m.) y cobran 10 DJ (US$14) por tramo. De Petra regresan a las 5 p. m. Son puntuales, sus unidades están en perfecto estado, cada asiento tiene una toma para cargar celulares y te dejan a unos pasos del ingreso de Petra.
Las entradas las compras a tu llegada, en el Centro de Visitantes de Petra. Aceptan efectivo y tarjeta. Allí mismo puedes contratar guías en tu idioma, por 50 DJ (US$70,5). El trayecto tradicional se puede hacer por tu cuenta, pero hay detalles que solo tendrás de la mano de uno de ellos.
Más datos
Su moneda es el dinar. Te recomiendo cambiar algo de dinero en el aeropuerto. Los buses, taxis y compras a pequeños artesanos se realizan en efectivo y con moneda local. La mayoría de servicios turísticos reciben tarjeta, solo que cobran un porcentaje adicional por cada transacción. Tenlo en cuenta y prepárate para regatear.
El idioma oficial es el árabe, pero hasta en los pequeños pueblos encuentras personas que hablan inglés.
Para alojarse hay muy buena oferta. En Booking encuentras 200 alojamientos alrededor de Petra. Solo te sugiero quedarte en uno cercano, para no necesitar de auto ni taxi para llegar a esta maravilla que está lista para recibirte en tiempos de pandemia.
Aunque por ahora lo ideal es viajar por el Perú, pon a Petra en tu lista de destinos que debes visitar alguna vez en la vida. Aquí tienes todo lo que necesitas saber antes de viajar. Para más datos viajeros sígueme en las redes:
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