Cinco Continentes... de plástico
Hace 17 años se descubrió una enorme acumulación de basura flotando en el medio del Norte del Océano Pacífico. Es difícil calcular su tamaño exacto, pero este continente de plástico flotante podría tener un tamaño superior al del Perú. Se estima que diversas corrientes marinas han llevado estos desechos a un punto central más o menos estacionario ubicado en el cruce de diversas corrientes llamado giro oceánico. Se han descubierto otras concentraciones de desechos en cada uno de los cinco giros oceánicos del Océano Pacifico, Atlántico e Índico. Con el tiempo muchos de estos desechos se desmenuzan pero permanecen en el agua siendo devorados por aves y peces y envenenando poco a poco el ecosistema marino.
¿Por qué estoy escribiendo sobre esto en un blog de viajes? El 6 de marzo se lanzó en el Perú la campaña Pon de tu Parte en la cual todos los peruanos podremos comprometernos a cambiar nuestras actitudes cotidianas a favor del desarrollo sostenible y del ambiente. Si me estás leyendo desde otro país o no eres peruano, este post también te concierne ya que todos vivimos en el mismo planeta y la epidemia plástica nos afecta a todos. Como viajero y comunicador, pongo mi grano de arena mostrándoles algunos ejemplos de la invasión del plástico visto durante mis viajes así como compartiendo ideas y acciones que se hacen en otros países del mundo que deberían ser emuladas de manera global.
¿Cómo hemos llegado a esta lamentable situación? El mundo produce aproximadamente 300 millones de toneladas de desechos plásticos cada año. Solamente una pequeña proporción es reciclada. El resto es enterrado en rellenos sanitarios contaminando la tierra y las reservas de agua freática, quemado, contaminando el aire o termina en los océanos, aumentando el tamaño de estos nuevos continentes flotantes que estamos creando. Resulta imposible con los medios tecnológicos actuales el limpiar eficazmente estos desechos y lo peor de todo es que cada año el problema crece y nos afectará a todos. Estas partículas plásticas actúan como esponjas y absorbiendo varios elementos tóxicos que son ingeridos por la fauna marina. Esto te puede afectar directamente en el sentido de que el próximo ceviche que te comas pueda estar cargado de toxinas.
Hace aproximadamente unos 60 años entramos a la “edad del plástico”. El plástico ha permitido facilitar el empaquetado de prácticamente todos los productos y de democratizar muchos de ellos, ya que el costo de producción y alteración de materias plásticas es mucho más bajo que el de otros materiales alternativos. El problema es que el costo de utilizar materias plásticas como las utilizamos actualmente, está subvaluado ya que no incluye el enorme costo de administrar sus desechos. Aquí les va un ejemplo.
La ciudadela de Choquequirao se encuentra a dos días a pie del pueblo de Cachora en Apurimac. Para llegar es necesario emprender un arduo camino de más de 30 km bajando desde los 3.000 msnm hasta el fondo del valle del rio Apurimac a 1.500 msnm para luego volver a subir hasta los 3.000 msnm. Debido a la dificultad física de la caminata, la mayor parte de viajeros alquilan los servicios de un arriero y su mula para cargar carpas, comida y otros objetos. A 28 km o un día y medio de camino de Cachora se encuentra la aldea de Maranpata donde uno puede pagar a los lugareños por una comida caliente sencilla y una bebida. No hay nada más rico que tomarse una Inka Kola fría después de tanto esfuerzo físico (aunque cueste tres veces más que en el resto del Perú).
Pero ¿cómo han llegado todas estas botellas de gaseosas hasta Maranpata? Durante la caminata nos cruzamos un par de veces con mulas cargando botellas de gaseosas rumbo a Maranpata. El costo logístico de tener que contratar dos mulas (una a cada lado del rio) y dos arrieros para hacer pasar el cargamento puede explicar en parte el elevado costo de la Inka Kola que me tomé. Pero en ningún momento me crucé con una mula volviendo con botellas vacías. Eso ya no es problema de nadie. Bueno, nosotros metimos las botellas vacías que habíamos comprado y nos las llevamos de vuelta al Cusco. Pero ¿cuántos viajeros tienen el mismo reflejo? Al tomar un transporte interprovincial en el Perú o cualquier país emergente (aunque tristemente en países desarrollados también, aunque en menor escala) se puede observar que la mayor parte de los pasajeros simplemente tiran las botellas de bebida y bolsas de plástico por la ventana. Aunque sé que es inútil, cada vez que veo este comportamiento le llamo la atención al responsable. Algún día la gente desarrollará una conciencia ecológica, pero mientras tanto ¿cómo hacemos?
Aun si todo el mundo adquiriera una conciencia ecológica mínima y se comenzara a tirar los desechos plásticos en un tacho de basura y no donde sea, el problema no desaparece. Esto es porque la mayor parte de estos desechos terminan en rellenos sanitarios, en incineradoras, o simplemente amontonados en las afueras de pueblos y ciudades. Al lado del Salar de Uyuni en Bolivia, se encuentra la ciudad de Uyuni. Al llegar lo primero que me impresionó es el bosque de bolsas de plástico de colores que se encuentran pegados a los árboles secos a las afueras de la ciudad.
Durante mis viajes por el interior del Perú he podido observar obras públicas nuevas en una buena parte de pueblos: Plazas de Armas totalmente nuevas y llenas de cemento, nuevas municipalidades y monumentos a la huachafería. El canón minero en acción. ¿Estos fondos no estarían mejor utilizados dotando a cada pueblo y comuna del Perú de un sistema de gestión de desechos digno de su nombre?
Además está el tema estético. Vivimos en un planeta lleno de maravillas naturales como son las formaciones rocosas de Van Vieng en Laos.
Este maravilloso paisaje está siendo agredido por los desperdicios sólidos de nuestra sociedad. ¿Cuántos años tardará para que este y otros lugares únicos en el mundo sean totalmente arruinados?
Poco a poco las costas también se están arruinando. El Sultanato de Omán cuenta con solamente 3 millones de habitantes. Un mapa del país nos muestra cientos de kilómetros de costa virgen.
Para acabar un día de visitas turísticas a los alrededores de la ciudad de Sur, quisimos encontrar alguna playa vacía donde descansar tranquilamente. Hemos manejado más de cien kilómetros, y cada playa que encontramos tenía desechos plásticos en la orilla del mar, y esto en un país prácticamente deshabitado.
Estamos llegando poco a poco hasta el punto en el que todo espacio acuático estará afectado por las huellas de nuestra “civilización”.
Pero no estamos condenados a ser sepultados por el peso de nuestra propia basura. Una combinación de educación y políticas públicas puede tener un gran impacto. El pequeño país africano de Ruanda, mundialmente conocido por haber sido el escenario de un sangriento genocidio durante la década de los noventa, ha implementado una política digna de imitar: las bolsas de plástico están prohibidas en todo el territorio nacional.
Visité Ruanda hace tres años. Me impresionó ver que las calles de Kigali estaban más limpias que las de cualquier capital Europea. Los riachuelos y acequias que atraviesan los pueblos están libres de desechos.
El caso de Ruanda es un ejemplo de como un país pobre puede dar el ejemplo en políticas ecológicas. Pienso que es urgente que nuestros políticos propongan varios proyectos de ley con el fin de reducir los desechos plásticos tomando en cuenta los puntos siguientes:
- El establecimiento de normas mínimas sobre el tipo de plásticos que se pueden utilizar en el Perú como envases. – todo tipo de envase, recipiente o paquete vendido en el Perú debería hacerse en plástico reciclable-.
- El uso de bolsas de plástico deben de ser eliminado del país con políticas similares a las de Ruanda.
- Todo recipiente plástico de un tamaño mínimo comenzando por las botellas debería tener un sobrecargo a ser reembolsado al consumidor al retornar el envase.
- Medir los volúmenes nacionales de desechos y trazar objetivos nacionales para su disminución.
- En cooperación con las empresas privadas lanzar un proyecto nacional de reciclaje.
- Integrar de forma prioritaria en el currículo educativo, módulos de formación sobre la problemática de la basura incluyendo dos salidas anuales de todos los estudiantes a limpiar las calles.
Mientras tanto hay cosas que tú puedes hacer:
- Disminuir el uso de bolsas plásticas en tu vida cotidiana sobre todo las bolsas “de un solo uso”. Trata de meter lo que compraste en una mochila, cartera, o bolsa de tela.
- Tratar de reciclar la mayor parte de los desechos que generas.
- Si tu comuna/distrito no tiene un programa de reciclaje, abordar el tema con las autoridades municipales.
- Re-usa tu botella de agua.
- No botes basura por la calle y mucho menos en zonas rurales.
- Si viajas, sobre todo a lugares remotos, llevate contigo toda la basura no orgánica que generes.
- Participa en la campaña Pon de tu Parte .
Solo poniéndonos todos a la obra, podremos controlar este terrible problema. Recuerda que eres parte de la solución.
Ustedes que ideas tienen para reducir el impacto de nuestra basura plastica?
Como se habrán dado cuenta, la plataforma que alberga los blogs de El Comercio ha cambiado. Poco a poco trataré de retomar mi ritmo normal de posts. Gracias por leerme y no se olviden de comentar para darle vida a este espacio.
Ya son mas de 3000 los seguidores de mi página de Facebook. Denle like para seguir novedades del blog y ver más fotos de viajes.