¿Un partido de tres puntos o por el prestigio?
Qué duda cabe: Estudiantes de La Plata es el mejor equipo de América. Ni el baile que se comió en Lima le quitó la chapa de estar por encima de todos en este continente y este martes quieren revancha por lo mucho (o poco) que les importa ser primeros en su grupo. Y Alianza tiene la posibilidad de detener a los Pincharratas otra vez.
[¿Cuánto de esto podría repetirse mañana si Alianza tiene espacios para contragolpear?]
Que si hay deficiencias en la zaga blanquiazul, que si Quinteros no es suficiente para marcar al medio, que si Aguirre no está enchufado no pasa nada, que si ‘Zlatan’ patea con las canillas los argentinos se van a reír… de todo se ha escuchado desde tiendas rivales y yo creo que lo único que nadie le puede reprochar al equipo de Costas es la vocación por intentar hacer juego. Buen juego. Después, los resultados no siempre acompañan del todo, pero en este fin de la zona de grupos de la Copa Libertadores, el equipo peruano que todo el continente reconoce exclusivamente por hacer noticias con su fútbol es Alianza.
Sabemos que en este deporte globalizado al máximo ya no hay secretos que esconder. El rival sabe lo que almorzaste y hasta la hora de tu digestión así cierres las persianas y te camufles detrás de un cerro en la playa. Por ello Alejandro Sabella –técnico de Estudiantes- llegó a Lima y dijo que Aguirre los podía complicar. Hasta en eso fue capo el argentino que no se equivocó. Ahora debe estar seguro de que si propone un sistema de vigilancia al ‘Zorrito’ bloqueará gran parte del poder blanquiazul.
¿Queda poner a Montaño? Anoche frente a José Gálvez el colombiano jugó con su característica fantasía y fue evidente que cada pelota peligrosa que generó Alianza pasó por los pies del ‘Potón’. ¿Eso está mal? ¿Retrocedemos si se le da la responsabilidad de ser conductor? ¿Qué hacemos con Johnnier? ¿Es obsoleto su fútbol? Por favor.
Opino que gracias a Dios existen todavía los jugadores como él y que los sistemas y las estrategias no logran desaparecer. Y también opino que el comando técnico está en la obligación de ponerlo en forma ya que él no lo puede lograr solo y es evidente desde sus caderas hasta sus cachetes. Pero condenarlo y casi sugerir que es un ex jugador, repito, por favor.
Quisiera que Montaño tenga unos minutos ante Estudiantes. Alianza tiene problemas conocidos y que le cuesta superar, pero si apareciera un partido en el que hay carencia de ideas, tendría que dársele la oportunidad de que desarrolle algo que el resto no está en capacidad de hacer. Y si los argentinos van a corretear a Aguirre y a ‘Zlatan’, que Johnnier tenga sobre el final la posibilidad de entrar a enloquecer un poco a los supercampeones.
Todo puede pasar ante el mejor equipo de América que tendrá a su gente como respaldo y al recuerdo de ese baile que se comieron como mayor incentivo de ganar para ser los mejores del grupo. Alianza, así no lo reconozcan, no logró meterse al 100% en la idea de afrontar dos torneos paralelos y le dio prioridad al internacional desde que vio que era posible deslumbrar a mirones y fijones.
El mismo Gustavo Costas reserva gran parte de su mejor plantel en compromisos caseros y pasa momentos de apremio como ante Gálvez, al que se le ganó en el último minuto, después de haber dominado el primer tiempo a todo tipo de antojo, pero sin asegurar el marcador.
Alianza viaja a algo más que un simple partido por tres puntos. Vuela a Buenos Aires por el prestigio y el reconocimiento que le corresponde después de alimentar la sospecha de que se insinúa el resurgimiento del fútbol peruano. Y como tiene que ser, en eso, el club blanquiazul es el abanderado.