Un golazo para ponerse de pie
El golazo de Donny Neyra es justicia. Primero para el jugador cuyo régimen alimenticio ya no es un desorden en el que impera el libertinaje. Segundo por ser el triunfo de la jerarquía y tradición sobre el mercantilismo que representa hoy en día el Juan Aurich. A continuación lo explico.
[¡Cómo falló todo el partido el 'Karioka'!, apúrate en ponerte bien Claudio. Sobre el partido, me gustó mucho la actuación de Leandro Fleitas ¿A ustedes? ]
Neyra es un jugador que motivó en este periodista un post a inicios de año cuando su contratación generó una singular polémica por el morbo de ser un ex crema, por su vida disipada y excéntrica y porque en mi caso conocía detalles de su intimidad, pero que siempre tuvo que ver con su rendimiento a lo largo de su carrera.
Creo que está fuera de discusión el potencial de Neyra como futbolista. No cabe la comparación con Montaño ni con Quinteros. Donny tiene otras características y se convierte en una variante muy interesante para Costas en distintos momentos del campeonato.
Y considero que su reinserción al primer equipo tardó, pero fue llevado con inteligencia por el comando técnico. Donny nunca había hecho una pretemporada tan profesional como la que efectuó en Argentina con los grones y tuvo la mala suerte de lesionarse en ambas rodillas. El cálculo no nos falló: está listo para la segunda y más importante etapa del campeonato, tras un par de meses jugando para el equipo de reservas sin poses de divo y esperando con paciencia su gran momento.
Entiendo que mucha de la tranquilidad que tuvo para llegar a este momento fue gracias a la paz que lo acoge en casa. Ahora disfruta lo que cosechó aunque lo espera la gloria final: saberse campeón y haciendo golazos.
Todo Matute se puso de pie para festejar. En mi caso me paré algunos segundos antes de que dispare cuando vi que se perfiló y vi la confianza que lo inundó. “Patea”, dije y pateó. Son pálpitos que no se dan toda la vida, pero que nunca fallan. Por eso le agradezco a Donny por ese momento que no voy a olvidar y por un triunfo sobre un rival que empieza a caerme mal, muy mal.
Se trata del Juan Aurich, pero en mi caso tendré que personificar la antipatía en su presidente Edwin Oviedo. No tengo idea de su trayectoria como empresario nacional, pero como dirigente de fútbol está equivocado. Podría hacer mucha más fortuna si pensara a largo y sus millones los destinase a forjar divisiones menores en Chiclayo con técnicos especializados para crear una base en esa región del país. No tiene topes como por ejemplo sí los tiene la San Martín, entidad seria de verdad; Oviedo se mete la mano al bolsillo y paga capricho. Durante la semana se llevaron a Mauricio Montes, quien ya había arreglado con Alianza para reemplazar a José Carlos Fernández, pero un fajo de Oviedo dejó bailando a Pocho Alarcón.
Montes no vale los 12.000 dólares al mes que le pagará el ‘Ciclón’. Creo que ni siquiera los 7.000 que ofreció Alianza, pero así están las descabelladas condiciones en el mercado local por falta de conciencia de dirigentes como Oviedo que inflan los sueldos a jugadores de limitada trayectoria. Dicen que cada quien hace con su plata lo que le da la gana y es verdad. Acá lo único que queda es solicitar CONCIENCIA, CARAJO porque pagar un sueldo así es contraproducente para el fútbol. ¿No sabes qué hacer con tu plata? Invierte en una sede social para el Aurich que se convierta en una plataforma de entrenamiento para una nueva generación de jugadores.
¿Y ahora a quién traemos? Mi voto es por terminar con las compras ya que en el medio no hay un 9 de área –como lo que pide Costas- con nivel para hacer diferencias. ¿Miguel Curiel del Boys? ¿Guillermo Tomasevich del Inti Gas? Salvo que cuesten un par de dólares yo no los contrataría. De lo contrario prefiero ver a los chiquillos de la reserva ganando minutos y experiencia. ¿O no?