José Tomás reaparecerá en Aguascalientes, México
LO QUE MUCHOS AFICIONADOS ESPERABAN
PABLO J. GÓMEZ DEBARBIERI
José Tomás reaparecerá el 2 de mayo en la Plaza mexicana en la que fue corneado gravemente hace 5 años. No se sabe con quién alternará o qué ganado lidiará; hasta ahora, como si de la anunciación del mesías se tratase, solo se ha desvelado que el divino regresa a la tierra que lo vio caer herido. Las localidades se agotarán el mismo día que se pongan a la venta; quizá, incluso, la misma hora; los abonos a la feria se incrementarán y se supone que él cobrará, no solo por la corrida que lidie –más, mucho más, que cualquier otro diestro−, sino también un porcentaje de lo que represente económicamente el incremento de los abonos. Aguascalientes agotará sus reservas hoteleras y las de sus restaurantes y los hidrocálidos estarán más que felices por el anuncio.
Ahora bien, desde el punto de vista estrictamente taurino, el entusiasmo es algo menor: más curiosidad que otra cosa. ¿Hará luego temporada en México? ¿Toreará en España este año? Lo que no representa ninguna duda es que si ello sucediese, serían no más de dos o tres corridas y ninguna, televisada. Tampoco que serían con toros de trapío justito, cómodos y de algunas pocas ganaderías que Tomás acepta lidiar. De otra forma, si hiciese lo que hacen otros toreros y si participase activamente en la temporada taurina o si diese declaraciones y concediese entrevistas, se perdería su insondable misterio −como el de la esfinge− y se evaporaría su media sonrisa enigmática −como la de La Gioconda− y su imagen de bien escaso y de lujo. Su marcada personalidad taurina es innegable, pero los que lo vean en vivo las pocas tardes que actúe, saldrán convencidos de que han visto la luz divina, el toreo eterno, toree bien, regular o mal.