De sur a norte, de este a oeste, los alcaldes apoyan la tauromaquia
Alcaldes del interior del Perú, que expresan la voluntad, deseos y anhelos de sus electores, declaran que la tauromaquia es parte consustancial de sus fiestas patronales y de la cultura de su pueblo; lo que algunos congresistas prefieren obviar.
PABLO J. GÓMEZ DEBARBIERI
Ante una dudosa iniciativa legislativa de congresistas como Yohny Lescano, autor de muy discutibles proyectos de ley −en cuanto a su utilidad para la economía nacional−, de Celia Anicama –conocida por escándalos que ya le han valido la suspensión de sus funciones y haberes− y algunos otros legisladores, quisimos preguntarle a algunos alcaldes del interior del Perú, qué representa la tauromaquia para sus pueblos y para sus electores. Voluntad popular que esos congresistas parecen ignorar o prefieren no tomar en cuenta. La inclinación política de esas autoridades, es independiente de sus opiniones acerca de la cultura de su pueblo. Desde el izquierdista Movimiento de Afirmación Social (MAS) de los cajamarquinos, hasta vertientes políticamente opuestas, en otros burgomaestres, la preferencia por lo taurino en el Perú profundo es abrumadora y apolítica.
ALCALDE DE CHOTA, CAJAMARCA
NEPTALÍ ‘DACHE’ TICLLA RAFAEL
El alcalde de Chota, que es una ciudad profundamente taurina, declaró: “Si se aprobara cualquier norma en contra de la tauromaquia, se originaría un serio descontento a los chotanos y en general, a los pueblos de la Región Cajamarca, porque aquí la población es muy aficionada a las corridas de toros.”
TENIENTE ALCALDE DE CHOTA, CAJAMARCA
ADOLFO SÁNCHEZ ARRASCUE
El señor Sánchez, ingeniero agrónomo y abogado, ex alcalde de Chota en varios períodos, intervino y dijo: “Si se aprobara en el Congreso algo en contra de la tauromaquia, la población de Cajamarca y sobre todo la de Chota, sentiría una gran rabia, porque la tauromaquia es la cultura permanente de Cajamarca; hemos nacido con nuestras corridas de toros. Generaría un enorme rechazo en contra del Parlamento y del Gobierno. Los congresistas de Cajamarca −espero− no dejarán pasar ninguna norma contra la tauromaquia. Habría que hablar con ellos si se presentara en el Congreso cualquier iniciativa para prohibir las corridas; sería un atentado en contra de la voluntad del pueblo. Los congresistas deben estar de acuerdo con los sentimientos y la cultura de sus electores y no dejaremos que avance ninguna iniciativa de ese tipo.”
ALCALDE DE CUTERVO, CAJAMARCA
ANÍBAL PEDRAZA AGUILAR
El alcalde de Cutervo, profesor Aníbal Pedraza, manifestó: “Para la población de Cutervo, la feria taurina es muy importante y la municipalidad provincial considera que debe supervisar a los organizadores de la feria para que lo hagan con la categoría que los cutervinos esperan y con el mejor cartel posible. Quizá algunos congresistas tienen opiniones que no están de acuerdo con las de sus electores. Pero en nuestra provincia y en general en Cajamarca, el pueblo y sus autoridades –todos juntos− tenemos el compromiso de mantener una manifestación cultural como la tauromaquia. Los cutervinos esperan con ansia sus corridas, para celebrar la festividad de San Juan Bautista, nuestro patrón. Aparte de lo taurino, la actividad hotelera, en restaurantes y el comercio en general, se incrementa durante la feria. Llegan visitantes y turistas, tanto nacionales como extranjeros; la ciudad y sus alrededores tienen esos días de feria, muy buenos ingresos. No solo es diversión; la tauromaquia genera un movimiento económico considerable en la ciudad.”
ALCALDE DE AYMARAES-CHALHUANCA, APURÍMAC
VÍCTOR CANDIA SEGOVIA
El año pasado el Ministerio de Cultura, sin ningún derecho o razón válida, aprobó una Resolución Viceministerial de Patrimonio Cultural, pretendiendo cercenarle a la fiesta patronal de Chalhuanca, del señor de Ánimas, las corridas de toros y el Yawar Toro, la lidia de un astado con el cóndor encima. Dicha actitud incomprensible del sector Cultura, ha indignado a los apurimeños en general y particularmente a los chalhuanquinos, pues la tauromaquia es parte consustancial de dichas fiestas patronales.
El señor Candia, ingeniero civil, expresó: “Necesitamos que se nos apoye para que el Ministerio de Cultura rectifique esa resolución. Para nosotros, la fiesta mayor de Apurímac y sobre todo, la tauromaquia, es lo más importante de nuestra cultura. Es algo integral y una parte importante de nuestros objetivos es conseguir el apoyo de instituciones privadas y del Estado para ir mejorando de año en año nuestra plaza de toros, que con la gente que se encarama en los cerros, reúne más de 15 mil personas cada tarde. Si hubiera congresistas del interior del Perú que apoyasen leyes contra la tauromaquia, habría que lamentar que esos parlamentarios hayan sido elegidos por sus pueblos, pues si lo hicieran, desconocerían la cultura de sus electores. Sería lamentable si sucediese, pero la mayor fuerza es la voluntad de nuestro pueblo, que se ocupará de colocarlos en su sitio. Los congresistas deben entender que representan al pueblo y que sobre sus opiniones personales está la cultura ancestral de los pueblos.”
ALCALDE DE SICAYA, JUNÍN
JAVIER LINDO ZÁRATE
El señor Lindo, General en retiro del Ejército, opinó: “La tauromaquia es parte de la cultura que hemos heredado y que ya es algo propio. Es parte de nuestra cultura y fue la de nuestros ancestros. Nuestra plaza, que fue obra del pueblo, tiene capacidad para 7 mil espectadores. Los pueblos y las ciudades se modelan conociendo su historia y su realidad; si hubieran iniciativas en contra de la tauromaquia, sería algo aberrante, que haya políticos −congresistas− que no conozcan su historia y desconozcan su cultura. Este año en Sicaya lidiaremos toros nacionales y corridas de Colombia, para brindarle al pueblo lo que su cultura y pasión por la tauromaquia anhela.”
ALCALDE DE LA UNIÓN-COTAHUASI, AREQUIPA
BENJAMÍN BARRIOS BELLIDO
El señor Barrios, exitoso agricultor y ganadero, dijo: “En La Unión tenemos varias plazas de toros, porque es lo que la población desea. En Alca, donde fui alcalde distrital, tenemos una plaza para 3 800 espectadores y la de Cotahuasi es para 7 mil personas; ¿qué mayor muestra de la afición que hay por aquí? Acabo de llamar a cabildo para discutir con los pobladores la próxima feria taurina y ha sido una reunión multitudinaria, porque lo que más desean de sus fiestas, son las corridas de toros; qué toros se van a traer, qué toreros vendrán. Muchos pobladores aportan y hacen donaciones; por eso, solo cobramos 10 soles por entrada. Los congresistas deben entender que muchos pueblos del Perú, lo que más desean y esperan de año en año, son sus corridas de toros. No es solo por lo taurino –que lo consideran indispensable−, sino que los hoteles, restaurantes, el comercio, todo el movimiento económico de la provincia se incrementa gracias a las ferias taurinas de cada distrito. Aquí tenemos el cañón de Cotahuasi, el más profundo del mundo, pero el turismo intenso, es por las corridas. Una fiesta patronal, no es fiesta sin la tauromaquia. Nadie pregunta por la misa, de dónde viene el cura o cómo serán las procesiones. ¡No! Preguntan por las corridas, por los toros, toreros; y los carteles. Yo construí la plaza de toros de Alca y tuve que hacer dos eventos taurinos en Acho para que asistieran los arequipeños residentes en Lima y así poder recaudar fondos, porque eso era lo que mi pueblo pedía.”
ANÁLISIS DE UN PROYECTO CONTROVERTIDO Y PELIGROSO
El proyecto de ley Lescano – Anicama – Rondón
El pre dictamen de la Comisión Agraria reúne –como un frankenstein− tres proyectos diferentes, que confunden y mezclan conceptos acerca de las mascotas, diversidad biológica y conceptos absurdamente animalistas.
El proyecto Lescano – Anicama pretende crear gastos estatales por un elevado monto; algo indebido, por mandato constitucional. Al pretender prohibir las corridas de toros, se recaudarían menos impuestos; la actividad económica que representan las ferias taurinas en el interior del Perú, en centenares de ciudades y pueblos, se desvanecería. Municipios como el del Rímac y organismos estatales como la Sociedad de Beneficencia de Lima dejarían de percibir importantes ingresos, al no haber corridas en Acho. Por lo tanto, su análisis costo beneficio está groseramente manipulado.
Las ganaderías de lidia –reservas ecológicas− dejarían de existir y los puestos de trabajo que brindan, desaparecerían. Decenas, sino centenares de miles de toros, novillos, becerros y vacas tendrían que ir al matadero. Se extinguiría en el Perú dicha especie bovina. Los numerosos empleos indirectos que provienen de los más de 600 festejos taurinos en el Perú, desaparecerían también.
¿Comprenderían los pobladores del interior del Perú y de los conos limeños −entre 3 y 4 millones de compatriotas− que los congresistas, desde el citadino y amplio Palacio Legislativo los priven de una manifestación cultural que consideran indispensable en sus fiestas patronales, en centenares de localidades del Perú profundo? Sería –sin duda− una fuente adicional de conflictos sociales.
Lo más grave; el proyecto de ley en cuestión, colisiona con la sentencia 00017-2010 del Tribunal Constitucional que declara la tauromaquia como manifestación cultural. Los aficionados a la tauromaquia serán quizá una minoría, pero no despreciable, de varios millones de peruanos. Se vulnerarían sus derechos humanos de segunda generación, imposibilitándoles expresar su cultura. Son derechos de las minorías que el Perú debe respetar, porque son constitucionales y por diversos tratados internacionales que nos obligan a ello.