El ganado de lidia solo es útil para la tauromaquia
Efecto contrario: prohibir la tauromaquia causaría enorme y trágica mortandad animal.
Seis ganaderos de todo el Perú, que aman a sus animales, explican lo que muchos no saben de la crianza de una raza bovina que es un tesoro genético irremplazable.
PABLO J. GÓMEZ DEBARBIERI
La ganadería de lidia está extendida por todo el Perú. Se cría ganado bravo en la costa y en las alturas de la sierra, al pie de imponentes nevados. Son animales de pelea, de difícil manejo, y requieren un intensivo y costoso cuidado. Viven en libertad, en condiciones envidiables, en enormes extensiones de terreno durante muchos años. Son, por lo tanto, guardianes de maravillosos ambientes ecológicos; sus criadores cuidan esos espacios naturales y los conservan con esmero para que allí viva, a cuerpo de rey, ese ganado. Por otro lado, la mayor parte de esos animales ─vacas, sementales y becerras─ jamás irán a una plaza de toros.
¿Si se prohibiera la tauromaquia en el Perú, por una errada sentencia del Tribunal Constitucional, los supuestos animalistas que lo demandan lograrían preservar la vida de esos animales o por el contrario, causarían el masivo e inmediato extermino de decenas de miles de bovinos cuyo valor genético es un tesoro incomparable?
¿Qué sucedería con esos espacios ecológicos donde vive el ganado de lidia? ¿Para qué se mantendrían protegidos e incólumes?
Le hicimos las mismas tres preguntas a seis ganaderos peruanos de toros de lidia.
1 ¿Cuántas cabezas de ganado, entre toros de lidia, vacas bravas, novillos, becerros y becerras tiene usted?
2 ¿Esos animales tienen otro uso aparte de producir toros y novillos para ser lidiados? ¿Se podrían utilizar para producir carne o leche?
3 ¿Qué haría con ese ganado si se prohibiera la tauromaquia en el Perú?
Aníbal Vásquez de las Casas (derecha)
Ganadero; padre e hijo, criadores de Paiján, La Viña y El Olivar, en La Libertad, al norte de Trujillo.
1. Contamos con 750 cabezas.
2. El único uso para esta raza y para lo que fue seleccionada desde hace siglos es su lidia en las corridas de toros. Criarlos para carne representaría una enorme pérdida económica, ya que toma muchos años y mucho dinero lograr que un toro bravo llegue a pesar 500 kilos, mientras que una raza para carne está alrededor de ese peso con solo un año. Solo producen la suficiente leche para mantener a sus crías, aproximadamente 4 litros diarios.
3. Si la tauromaquia se prohibiese, estos animales no tendrían razón de existir, por lo que habría que eliminarlos. Además, su crianza requiere de mucha extensión de tierras.
Iván Rodríguez (izquierda)
Ganadero ayacuchano; los Rodríguez crían su ganado en las faldas del volcán Sara Sara, en Parinacochas.
1. Alrededor de 300 cabezas, en total. Con crías y todo.
2. El único uso de los toros y novillos producidos en este tipo de crianza es la lidia. No sirven para producir leche ni carne.
3. Si se prohibiera la tauromaquia en el Perú, lamentablemente tendría que mandar toda la ganadería al matadero.
Alfredo Galdós Peschiera (derecha)
Ganadero de Santa Rosa, en la irrigación del mismo nombre, entre Chancay y Huacho, al norte de Lima.
1. Contamos con unas 600 cabezas de ganado
2 .Este ganado no tiene otro uso que la lidia. Son animales bravos criados específicamente para eso. No tienen rendimiento para carne; tampoco para producir leche.
3. Si se prohibiera la tauromaquia en el Perú me vería obligado a eliminar la mayor parte del ganado y solo me quedaría con un pequeño lote para torear en casa.
Gabriel Prado
Alfredo y Gabriel Prado, padre e hijo, crían ganado bravo en Ayacucho.
1. Villa Graciela pasta en Ayacucho. Tenemos 115 cabezas; dos sementales, 10 toros, 25 novillos, 48 vacas madres y 30 becerros, entre machos y hembras.
2. No. El toro de lidia tiene como objetivo fundamental ser el actor principal de la tauromaquia en nuestro país. Sus características morfológicas y su temperamento no son propicias para leche o carne, como otras razas: Holstein o Brown Swiss, muy extendidas en el Perú. Cada raza responde a un fin específico. La leche que produce la vaca de lidia es consumida en su totalidad por el becerro; no tiene otro uso.
3. Si se prohibiera la tauromaquia, lamentablemente la raza del toro de lidia desaparecería y tendría un efecto negativo en la economía y la vida social de millones de peruanos y de más de 700 pueblos de nuestro país, en los que se celebran festividades taurinas.
Juan Manuel Roca Rey
Ganadero. Cría ganado bravo en Oxapampa, en la ceja de selva
1. Tengo 153 cabezas de ganado de Lidia
2. No tienen otra utilidad. La carne del ganado bravo se come, pero es un subproducto; para llegar al peso comercial, apto para la venta, requieren de mucha más edad que los de carne. Los de raza cárnica alcanzan 550 kilos en año y medio; los de lidia necesitan cuatro años y medio. Por tanto, no es rentable y su manejo es mucho más complicado y riesgoso.
La vaca de lidia, por su genética, solo produce leche para su ternero; su promedio diario es de 3 litros; las lecheras, como las Holstein, producen 40 litros. Tampoco es una opción. Además, las de lidia embisten igual que los toros; sería imposible ordeñarlas.
3. El único camino sería enviar toda mi ganadería al matadero; me sería imposible mantenerlos con su producción cárnica o lechera. La prohibición de las corridas llevaría al exterminio de una de las razas más antiguas de vacunos.
Alfonso Simpson Llosa (derecha)
Ganadero de lidia de El Rosario, en Chincha.
1. Contamos, actualmente, con una punta de 60 vacas madres y una población total de 150 cabezas de ganado bravo.
2. Es una raza de animales bravos cuyo único fin es ser lidiados en un ruedo y no hay otro uso para ellos. Aun cuando producen carne y las vacas dan leche para alimentar sus crías, el manejo de animales bravos es muy complicado para otro uso comercial. Además, existen otras razas más eficientes en producción de carne y leche, en calidad y cantidad, por lo que el uso de animales bravos para ello sería operativa y económicamente inviable.
3. De prohibirse la tauromaquia en el Peru, no quedaría otra opción, con mucha tristeza, que eliminar todos los ejemplares bravos, ya que no habría otro uso viable para ellos. Sería una verdadera lástima que se diera una situación así, ya que la acción que ─en teoría─ busca protegerlos, en realidad causaría su exterminio; algo que los ganaderos de lidia no deseamos por el gran respeto y cariño que tenemos por estos animales bravos.