Sara Abu-Sabbah: “No seamos dependientes de lo que comemos”
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El éxito que logró con “Pregúntame sobre nutrición infantil” hizo que la doctora Sara Abu-Sabbah decida incursionar en una segunda publicación sobre su especialidad. Sin embargo, esta vez el público objetivo es mucho más grande.
Este nuevo texto, lanzado bajo el sello Grijalbo, lleva como título “Comer para vivir o vivir para comer” y busca generar conciencia en torno a la importancia de llevar una alimentación adecuada para evitar cualquier tipo de percance que pudiera desatar situaciones que lamentar.
Aquí nuestra charla con la reconocida nutricionista Sara Abu-Sabbah sobre “Comer para vivir o vivir para comer”, libro presentado en la reciente FIL Lima 2017.
-¿Cómo tomó el éxito y los buenos comentarios que tuvo su primer libro?
Creo que ese es el premio más grande que un autor puede tener, el saber que un aporte tuyo beneficia a mucha gente. Y es así cómo nace en mí la iniciativa de escribir esto. No es solo el deseo de compartir lo que sé, sino también porque entiendo que esto puede beneficiar a mucha gente. Eso es para mí el premio mayor.
-¿Por qué el título ‘Comer para vivir o vivir para comer’?
El título busca llamar a la reflexión a todos: ¿comes para vivir o vives para comer? Porque el que vive para comer, en realidad, tendría un problema. Porque el alimento sirve al cuerpo y nunca viceversa. No hay que hacernos dependientes de lo que comemos. El título busca que cada lector se haga esta pregunta y sea capaz de responderla.
-Tanto la anorexia como la bulimia están asociadas mayormente a adolescentes mujeres que intentan verse mejor, sin embargo, estos trastornos esconden a veces problemas psicológicos mayores…
Así es. La anorexia, la bulimia y otras variantes como la vigorexia, la ortorexia, los trastornos por atracón, en general, muchas veces coexisten con otra enfermedad de fondo. Esto tiene mucho que ver con el componente psiquiátrico. Y son tres las enfermedades más asociadas a la anorexia u otros problemas alimentarios: el trastorno bipolar, el trastorno obsesivo compulsivo y el trastorno de personalidad.
-Muchos desconocen estos diagnósticos al inicio…
Sí, pero es fácil percatarse cuando alguien presenta inestabilidad emocional. Alguien que es muy temperamental, o que es muy perfeccionista, o se vuelve muy obsesivo. Son personas que te hablan de una genética, que no necesariamente han desarrollado una enfermedad pero que las hace vulnerables. Entonces, si tienes una persona con estas características, y además esta tiene una baja autoestima, y quizás también problemas en casa o del tipo sociocultural. Si todo esto se junta, probablemente desarrolles un trastorno alimentario.
-Comer por ansiedad es un tema bastante generalizado en la actualidad. ¿Cuán grave es realmente?
Lo primero que quiero decir es que la persona que come por ansiedad no necesariamente está en un trastorno alimentario. O sea, puede que sí, como puede que no. Hay muchas personas que comen por ansiedad porque en el fondo tiene una mala dieta o malos hábitos alimenticios. Es el típico caso de quien sale sin tomar desayuno y a media mañana necesita un café y lo acompaña con una galleta. Pero no es suficiente, y al rato necesita algo más. Y uno dice, ¿qué está pasando? Lo que pasa es que aquello que estás comiendo no te está alimentando, sino que solo te da calorías y se digiere rapidito. Hay que corregir los horarios, darle al cuerpo los nutrientes, y esa ansiedad por comer desaparece rápidamente.
-¿Toma mucho tiempo y trabajo el corregir los horarios?
No. Incluso en el libro tienes el paso a paso de cómo lograrlo. Leyendo el texto puedes saber si necesitas tres ingestas, cuatro o cinco para corregir este hábito y tener una buena dieta. Si logras hacer eso y empiezas a darle nutrientes a tu cuerpo, te sentirás la persona más vital del mundo, estarás sano, activo y tu actitud mejorará.
-¿De qué depende que en una familia haya un niño que come mucho u otro selectivo para comer? ¿Es algo hereditario o es culpa de los padres?
Ambas cosas. Ahí entra el tema de conductas aprendidas. El niño que come por ansiedad y que luego es gordito, muchas veces es el que está acostumbrado a hacer pataletas para conseguir lo que quiere. Entonces, él aprendió que hace una pataleta y la mamá le da el celular o un chocolate para calmarlo. El menor aprende que cada vez que un problema lo frustra, necesita comer. Y así se va repitiendo. Ese es el niño gordito que come por ansiedad. Aunque también puede haber malos hábitos en la familia porque la madre puede sobre-alimentar al hijo porque cree que un niño gordito es más sanito. Es un tema que hay que trabajarlo más con los padres que con el hijo.
-¿Y en el caso del niño selectivo para comer?
Este niño probablemente manifiesta así que algo le está sucediendo. De repente hay discusiones en casa, o quizás no tiene muchos amiguitos. O también quizás tiene un padre o una madre que tienen temor a engordar, porque fueron personas que vivieron en dietas. Entonces empiezan a restringir alimentos a sus hijos porque ‘quieren que coman saludable’ pero en realidad temen que ese niño engorde.
-Algo que caracterizó a su primer libro es que derribaba muchos mitos. ¿Pasa lo mismo con este texto, por ejemplo, en el caso de las dietas?
Este libro enseña que hacer una dieta no significa encontrar alimentos mágicos o tener regímenes extremos. Esto se trata simplemente de encontrar un buen balance y aprender a comer. He tratado de brindar esquemas muy generales del paso a paso sobre cómo se hace una dieta para perder peso, entendiendo a un adolescente, a un universitario o a un adulto joven. Pero esto no reemplaza una consulta o una terapia con un nutricionista, sino que simplemente son pautas que deben seguir como una orientación y que te ayudarán a comer bien.
-Finalmente, en este último año usted ha profundizado su contacto virtual con los ciudadanos de a pie. ¿Cuán importante es para usted este tipo de plataformas para compartir sus conocimientos sobre nutrición?
Esto me ha permitido tener mayor cercanía con mucha gente. Me escriben preguntas y trato de responder con total libertad. Creo que las redes sociales son algo muy positivo, bueno, y es una gran oportunidad para que la gente pueda encontrar información avalada por una especialista.