Superman y el superpoder que lo superhumaniza
En una de esas conversaciones inocuas pero que pronto tienen chispazos inolvidables, hablaba el otro día con unos amigos sobre cine, cómics y superhéroes. Y surgió allí el comentario: “Vivimos una era en la que la humanidad necesita superhéroes, pero superhéroes que sangren, sufran, padezcan como nosotros. Por eso Batman es un boom y Superman… Bueno, sigue siendo un semidios”.
Pensaba en esa idea lanzada cual rayo y en cómo, efectivamente, se podría “humanizar” un poco más a Superman. Al fin y al cabo, el tipo es un alienígena, un ser extraterrestre, un kriptoniano… Pensamientos parecidos deben haber cruzado por la cabeza del guionista Geoff Johns y del dibujante John Romita Jr de DC Comics que le han otorgado un nuevo superpoder a Kal-el.
Se trata de la “super llamarada” (super flare), una capacidad innata que lo convierte en una perfecta máquina de combate, pero que al mismo tiempo lo debilita y lo expone a la muerte misma. Expliquemos rápidamente de qué va la cosa, pero antes pongamos la consabida alerta.
SPOILERS A PARTIR DE AQUÍ!!!! (lo siento, pero esta vez no hay otra manera de seguir con el blog)… (Y DE PASO RECORDAMOS QUE YA VIENEEEE…)
(SEGUNDO AVISO))))
Bueno, aquí vamos…
En el número 38 de la serie Superman, publicado a mediados del mes pasado, se llegó al final de una pelea entre Superman y Ulysses, el sobreviviente de un mundo de seres superpoderosos. En un momento decisivo, cuando las opciones se acaban, de manera inconsciente, espontánea y sorpresiva, el Hombre de Acero expulsa -como si se tratase de una gran ola de fuego- toda la energía solar que almacenan sus células.
La explosión deja inconsciente al ícono azul rojo, que se despierta horas después en la Baticueva, donde un circunspecto Batman le explica que ha investigado ese nuevo superpoder y que este funciona como una especie de gran batería. O sea, que el buen Superman necesita recargar sus células con mucho sol (con él no funciona eso de los riesgos de la radiación) y que mientras eso ocurre, será una persona común y corriente.
Es decir, Superman solo podrá ser Clark Kent y nada más que un ser humano normal y corriente durante 24 horas. Un día de paraíso o de infierno, según se vea.
“Es definitivamente el poder más destructivo que tiene Superman”, explicó Johns al lanzar el cómic. “Pero también es muy peligroso y tiene consecuencias”.
Como parte de la promoción de este número 38, los editores del cómic promovieron este nuevo superpoder como el primero que se crea para el icónico personaje en los últimos 66 años
Sin embargo, a raíz de este lanzamiento, algunos blogs especializados también han recordado varios de los superpoderes que tuvo Superman a lo largo de las décadas. Por ejemplo, Newsarama hace un listado de habilidades que rozan con el absurdo (aun dentro de la lógica de los cómics), como la telequinesis, la telepatía, la hipnosis, el ventriloquismo, la autoduplicación o cambiar de formas.
Además, en kotaku.com recuerdan otros hechos relevantes, como que inicialmente Superman no podía volar sino solo dar saltos enormes, pero que se llegó a hacerlo capaz de mover planetas y mundos enteros (zurrándose en todas las leyes gravitacionales y de la física existentes).
En IGN.com también evocan dotes extrañas y singulares como las supermatemáticas o el poder proyectar una figura en miniatura con las manos (¿¿??).
Y en comicsalliance.com hacen lo propio, al evocar el superaliento (distinto al supersoplido, por llamarlo así) para que otras personas puedan volar, o lo que podría llamarse el superbeso, para borrar de la memoria de Lois Lane (o de quien besase) algunos pequeños detalles (esta ideota parece que inspiró al Superman de la primera película que protagonizó el desaparecido Christopher Reeve).
En una reciente entrevista en el blog Comic Book Resources, Geoff Johns y John Romita Jr. explican que el origen del nuevo superpoder nació de una conversación en la cual hablaban más bien de rescatar uno que no se hubiese utilizado en muchos años, pero que al final decantó en uno que no sabía que poseía.
Pero más interesante aun es que revelan que su verdadera apuesta era explorar en el reto físico y psicológico que le puede suponer a Superman convertirse en uno más de nosotros durante laaaaaaargas horas, con toda la exposición a inseguridades, yerros y peligros que puede vivir el habitante de una gran urbe (en este caso Metrópolis). Eso es lo que hacen en el número 39 de la serie, que salió a la venta esta semana en Estados Unidos. O sea, que está calientito el número.
Según destacan las reseñas hechas por varios blogs, los autores rescatan dos aspectos que a veces olvidamos de Superman: el primero, sus amigos, lo importantes que son sus amigos, en este caso Jimmy Olsen, a quien confiesa su verdadera identidad y quien reacciona con escepticismo (como haría cualquier de nosotros, creo, si alguien viene y te dice que nació en otro planeta); y lo segundo, que el heroismo de Clark Kent es real y que existe, más allá de los superpoderes, y que se trata de un hombre bueno, que está dispuesto a hacer lo correcto, siempre, aunque ello implique algunos sacrificios.
Para el final queremos recordar que Superman no es invencible. Vamos, ya todos sabemos que la kriptonita en sus diferentes colores lo debilita o influye en él de distintas maneras negativas, pero también sucumbe ante la magia, no es capaz de atravesar con su supervisión el plomo y los rayos de los soles rojos lo vuelven un ser normal.
¿Y A TI QUÉ SUPERPODER DE SUPERMAN TE ALUCINA MÁS???