El cómic en que Muhammad Alí se fajó con Superman
Muhammad Alí ha muerto. Muhammad Alí ya es eterno. El boxeador, el ídolo, el atleta, el fanfarrón con clase, el bailarín dentro del ring, el luchador… Muhammad Ali o Cassius Clay, su nombre antes de reconocerse como musulmán, marcó una era y ya ocupa un espacio en el olimpo de las leyendas. Pero hubo una vez en que su estatura se hizo, literalmente, universal y espacial.
Fue en un cómic que ya se ha convertido en un clásico de todos los tiempos. Un cómic cuyo título lo dice todo: “Superman vs. Muhammad Ali”. Así es. Una explosiva colisión entre dos pesos pesados, dos campeones del pueblo, que pelean entre sí y luego contra otros para salvar al planeta Tierra de su destrucción a manos de una raza alienígena conocida como los scrubb.
La historia, contada en cortas líneas, puede sonar simple pero está cargada de connotaciones ontológicas, donde valores como el coraje, el honor y el juego limpio se entremezclan, aunque suene paradójico, con un mensaje pacifista. Es un cómic que nació a fines de los años 70 pero que se mantiene vigente.
El argumento viene así: Clark Kent, Lois Lane y Jimmy Olsen deambulan por un barrio pobre de Metrópolis porque les han pasado un rumor: Muhammad Alí, la estrella de boxeo, anda por allí jugando con los niños. Y así es, se lo encuentran. Pero en ese momento también se aparece Rat’Lar, emperador de los scrubb, quien les anuncia que su fuerza militar ha rodeado la Tierra y que la destruirá, a menos que el campeón humano venza al campeón scrubb en el ring.
¿Por qué? Pues porque su raza ha advertido que los terrestres tienen un gran potencial destructivo y combativo, y desean demostrar que son mejores. De inmediato, Clark Kent corre en busca de ayuda y esta llega de inmediato en la forma de Superman, solo para comprobar que será imposible salvar a todas las ciudades del planeta de un ataque masivo y en simultáneo de los belicosos visitantes.
Superman se ofrece de voluntario para esa trascendental pelea, pero Ali le recuerda que él también es un alienígena (es fácil olvidarlo a veces) y que ese papel le corresponde a él. Como no se ponen de acuerdo, Rat’Lar (que suena a Rat Liar, o sea, rata mentirosa) les propone que peleen entre sí en su nave principal donde simularán un sol rojo para anular los superpoderes de Superman (o sea, que no habfrá ventaja extradeportiva).
El ganador se enfrentará al campeón de los scrubb y decidirá la suerte de todos los humanos.
El combate se pacta en 24 horas y Ali, que era bocón pero también maestro del fair play, se ofrece a entrenar a Superman en todas sus técnicas y tácticas. Para ello, el hombre de la capa de rojo los lleva a un ring en otra dimensión donde el tiempo avanza más lento, y se alista puño a puño con The Champ.
Para no contar el final de la historia, solo quiero detallar que esta se divide en cuatro partes: entrenamiento, preliminares, evento principal (main event) y veredicto. Estas aluden a la evolución de la historia, por supuesto, y aluden a las fases de una pelea común y corriente de box, aun cuando esta trascienda los universos.
Pero quizá lo que lo hace más rico este cómic es la explicación en varias viñetas de cómo peleaba Alí en boca del propio Alí: sus jabs, ganchos, golpes cruzados… además de otras páginas en las cuales suelta todo su ingenio para ablandar psicológicamente a su rival de turno, y más en las que abundan las frases grandilocuentes cargadas de un ego monumental que todos nosotros, en algún momento, quisiéramos también gritar a los vientos con desparpajo.
Seres de todos los planetas habitados son invitados a presenciar las peleas y la narración de la misma corre a cargo de Jimmy Olsen (bueno, de fotógrafo a experto en boxeo hay a veces una sola viñeta de diferencia). Y aunque no quiero arruinarle a nadie la experiencia de leer la historia, sí debo decir que la batalla entre Superman y Alí es sangrienta, contundente, aplastante, emotiva, decisiva…
A iniciativa del extravagante promotor de box Don King, en 1976 se esbozó la idea de hacer este cruce de colosos. El guion corrió a cargo de Neal Adams y el dibujo sería obra de Denny O’Neil. Alí estaba en todo su apogeo y la publicación debía salir en el tercer trimestre de 1977, pero hubo varias dilaciones que lo impidieron y al final salió en el segundo trimestre de 1978.
El cómic se publicó como parte de una colección de DC Comics a tamaño gigante (34 x 26 cm) llamada All-New Collectors´Edition con el número C-56. A esas alturas, Superman ya había compartido páginas con personajes icónicos y reales como el presidente Kennedy, los actores Bob Hope y Jerry Lewis, y otros.
La ironía es que para entonces Ali ya había sido destronado como Campeón Mundial de los Pesos Pesados a manos de Leon Spinks en febrero de ese año, aunque recuperaría el cinturón en setiembre.
Este desfase dio pie a una broma directa al plexo que lanzó Marvel a través de un cómic de Spiderman en agosto de 1978, en el que varias personas le ofrecen al superhéroe arácnido aparecer en formatos de espectáculo y TV. Entre ellos, Jenette Kahn, editora de Marvel, le propone salir en un cómic: Spiderman vs. Leon Spinks.
“Debe estar bromeando, señorita. He oído sobre ustedes y sus plazos de publicación. Para cuando tengan esa revista en los quioscos alguien más podría ser el campeón”, responde el Hombre Araña.
(ríase el que lo desee y mientras pensemos en lo que fue este otro cómic también)
(ok, jejeje, sigamos con lo nuestro)
Yo recuerdo haber visto este cómic por primera vez en una tienda de San Isidro, cercana a la avenida Salaverry, colgado de un cordel donde había otros títulos a la vista de la editorial mexicana Novaro. Debía haber tenido diez años, más o menos, pero mi papá no lo pudo comprar esa vez no recuerdo por qué. Y aunque busqué luego alguna reedición, no lo hallé. Luego leí que no se había vuelto a publicar por una cuestión de derechos de pago a Neal Adams, hasta que, finalmente, el cómic se reeditó en el 2010 en inglés y al año siguiente en español a cargo de Planeta DeAgostini.
Mención aparte merece la cubierta de esta novela gráfica, pues en ella aparecen Alí y Superman en pose de combate ante la mirada de ciento de espectadores, entre los cuales se pueden reconocer a personalidades del espectáculo, la política, el deporte y el arte, entremezclados con ejecutivos, guionistas, dibujantes y trabajadores de DC Comics y personajes del universo superheroico.
Los Beatles (con Yoko Ono y Linda McCartney), Lucille Ball, Sonny Bono, Cher, Los Jackson 5, los hermanos Donny y Marie Osmond, Frank Sinatra, Andy Warhol Woody Allen, John Wayne, Orson Welles, Gerald Ford, Jimmy Carter, Pelé, etc. son algunos de los famosos que aparecieron.
El guionista Neal Adams contó que decidieron hacer esto en la lógica de que a un evento como este acudirían muchos famosos y personas representativas de todos los sectores. Además, fue un guiño simpático para entretener a los lectores con el who is who entre tanto rostro.
El problema fue que los editores se percataron de que debían conseguir los derechos de imagen de los personajes dibujados y algunos no aceptaron, lo que ralentizó el proceso y obligó a cambios de último momento.
Alí también ha sido protagonista de algunas biografías gráficas, algunas de ellas bastante recientes.
Pero sin duda, la que ha trascendido las décadas y ha sido más evocada por el fallecimiento del boxeador ha sido sin duda el crossover con Superman. De lejos, un K.O. total.
¿Y A TI TE GUSTARÍA LEER ESTE CÓMIC?