“En el caso de los menores de 2 años, se debe evitar todos los azúcares añadidos. Entre los 2 y los 3 años, los niños no deben ingerir más de 15 gramos de azúcar al día", señala la especialista. (Foto: Pexel)
“En el caso de los menores de 2 años, se debe evitar todos los azúcares añadidos. Entre los 2 y los 3 años, los niños no deben ingerir más de 15 gramos de azúcar al día", señala la especialista. (Foto: Pexel)
Redacción EC

Después de dos años de pandemia, muchas familias se preparan para celebrar , para que los más pequeños de casa salgan de la rutina, se diviertan disfrazándose de su personaje favorito y consuman dulces. Esta es una fecha en la que parece inevitable caer en la tentación y se termina consumiendo azúcares por encima de lo adecuado.

En el caso de los menores de 2 años, se debe evitar todos los azúcares añadidos. Entre los 2 y los 3 años, los niños no deben ingerir más de 15 gramos de azúcar al día. Desde los 4 hasta los 14 años, el límite es de 25 gramos diarios, es decir, 5 a 6 cucharaditas. No obstante, estas celebraciones son una ocasión particular y, por ello, es necesario conocer qué medidas pueden neutralizar los síntomas como la hiperactividad y la falta de sueño en los más pequeños del hogar”, señala la Dra. Claudia Ugarte, pediatra y docente de Medicina de la Universidad Continental.

Halloween es una fecha en la que parece inevitable caer en la tentación y se termina consumiendo azúcares por encima de lo adecuado. (Foto: Pexel)
Halloween es una fecha en la que parece inevitable caer en la tentación y se termina consumiendo azúcares por encima de lo adecuado. (Foto: Pexel)

Consejos tras ingerir exceso de dulces

En ese sentido, la especialista brinda cinco recomendaciones para que los padres de familia, tutores o responsables de un niño o niña deben tener en cuenta en caso el menor haya ingerido un exceso de dulces y azúcares en la noche de brujas:

  • Consumir abundante agua: Como bebida para saciar la sed de los niños tras el alto consumo de golosinas. Evitar dar bebidas azucaradas o gaseosas.
  • Realizar actividad física: Una de las formas más rápidas y efectivas para controlar la glucosa es haciendo actividad física, por lo menos, durante media hora. Esta práctica aumentará la sensibilidad a la insulina en el menor y permitirá que los músculos tomen esa azúcar para transformarla en energía.
  • Quitar las harinas y carbohidratos de la próxima comida: Para evitar que los niveles de glucemia sigan aumentando en los niños y niñas, se deben eliminar todos los hidratos de carbono de la comida posterior al exceso de dulces. La cena debe ser a base de proteínas y verduras, y se eliminan alimentos como el pan, el arroz blanco y las papas.
  • Comer un alimento con grandes fuentes de proteínas: Una de las principales consecuencias de tomar grandes cantidades de azúcar es que después de disparar sus niveles en la sangre, bajan de forma brusca y ocasionan una enorme ansiedad por comer. Por ello, la especialista recomienda consumir un alimento rico en proteínas una vez se sienta esa sensación.
  • Limitar los dulces que fueron entregados a los niños: No permitir que ingieran todos los dulces sino racionar su ingesta y distribuirlos a lo largo de los próximos días, tratando de ir sustituyéndolos por alimentos saludables como frutas.

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