El gobierno ruso la ha denominado como “la obra del siglo”. Se trata de un puente de 19 kilómetros de largo, con dos enormes arcos que permiten la navegación, que une la península ucraniana de Crimea con Rusia.
Debido a su longitud, este puente es el más largo de Europa. Las obras comenzaron el 2016 y su construcción tuvo un costo de US$ 3.600 millones. Fue inaugurado la semana pasada por el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
“El tráfico para los turismos y autobuses de pasajeros se abre simultáneamente en ambos sentidos. La velocidad máxima permitida es de 90 kilómetros por hora”, señala un comunicado del centro de información Puente de Crimea.
El puente cuenta con más de 7 mil pilotes que soportan cerca de 600 pilares, la mayoría de ellos bajo el mar. Su inauguración coincide con el inicio del Mundial Rusia 2018.
Antes de la construcción de esta obra, el Puente Vasco da Gama, en Lisboa, era el más largo de Europa con 17,2 kilómetros. Este comenzó a operar el 4 de abril de 1998.