Un tribunal chileno condenó el sábado a la empresa Celulosa Arauco por provocar un desastre ambiental en el Santuario de la Naturaleza del Río Cruces, donde murieron más mil cisnes de cuello negro debido a la contaminación provocada desde el año 2004.

El fallo condenó a la empresa a resarcir el daño causado y adoptar diversas medidas para preservar el Santuario, como realizar un estudio sobre el estado del humedal y crear un humedal artificial con carácter de centinela, con especies representativas del santuario.

En la sentencia el tribunal indicó que la empresa conoce a la perfección la actividad que ejecutó con grave daño al ambiente.

Según la investigación judicial, los daños al santuario comprenden la muerte y desaparición sin regeneración a la fecha del luchecillo (Egeria densa), la planta acuática base en la dieta de los cisnes; la muerte y emigración de cisnes de cuello negro desde el humedal; daño al ecosistema en su conjunto, pérdida de diversidad biológica del ecosistema y pérdida del valor paisajístico del humedal.

El Santuario de la Naturaleza del Río Cruces es un área protegida oficialmente desde 1981 por el Estado de Chile y por la Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional, Ramsar.

El daño generado por Arauco ocurrió cuatro meses después que la planta de celulosa comenzó a funcionar en 2004, a consecuencia del vertido de compuestos químicos como aluminio, sulfatos y cloruros, en el río Cruces.

Debido a la contaminación, los cisnes de cuello negro, una especie migratoria protegida que tenía en este lugar la colonia reproductiva más importante de Sudamérica, no hicieron nidos, ni pusieron huevos, ni criaron polluelos: migraron fuera del humedal.

Según catastros de organizaciones ambientalistas, más de mil cisnes han muerto y dos mil no nacieron durante la temporada 2004-2005.

Celulosa Arauco, con presencia en Argentina y Brasil, produjo 3 millones de toneladas de celulosa en 2012, año en que registró ventas por 4.280 millones de dólares.