Desde el inicio de la pandemia de la Covid-19 en el Perú, en marzo del 2020, las peruanos tuvimos que empezar a usar artículos de protección y bioseguridad como las mascarillas y guantes para evitar el contagio. El año 2020 arroja más de 1.500 millones de mascarillas usadas a nuestros océanos, según una nota de El Confidencial de España, con información de la organización de conservación marina OceansAsia. Las mascarillas se han vuelto parte de nuestro día a día, podemos verlas tiradas en el parque, en la plaza o hasta afuera de tu casa. Las personas no saben cómo desecharlas y lo que hacen es botarlas como pueden, ya sea tirándolas en la calle o desechándolos de forma incorrecta, algunos de estos terminan en ríos y mares, lo peor es que los animales terminan atrapados en estos y muchas veces los ingieren provocando asfixia y obstrucción en su interior.
El movimiento de los mares hace que esta contaminación se vaya a las playas aumentando los plásticos en ellas y arruinando paisajes muy hermosos. Esto tiene un impacto negativo ya que como algunos hábitats de animales marinos son destruidos por estos productos y más desperdicios causan muchas muertes en los animales marinos. Lo malo de esto es que lo nosotros tiramos regresa a nosotros ya que como los peces y más animales comen esto, nosotros como personas compramos y comemos a estos peces que antes ingirieron los plásticos.
Un golpe a los sistema de reciclaje
.las medidas de confinamiento han reducido dramáticamente la demanda de petróleo, empujando sus precios a mínimos históricos.Como resultado, el costo de producir los plásticos¨Vírgenes¨ puede ser menor que el de los materiales reciclados.
Según un informe, esto tiene un doble efecto negativo ya que aumenta la producción de nuevos materiales plásticos y puede hacer que las instalaciones de reciclaje ya no sean económicamente viables. Por ejemplo, una instalación de reciclaje en Portugal ha visto caer sus ingresos hasta en un 40% desde que comenzó la pandemia. La instalación produce polietileno reciclado, que se utiliza para fabricar bolsas y botellas de plástico.
Los más vulnerables siguen pagando el precio
Los impactos del cierre global también han sido severos para los recicladores más vulnerables. En Manila, la capital de Filipinas, estas personas ya no pueden vender materiales reciclables, ya que la mayoría de los depósitos de chatarra y otros negocios que los compran han estado cerrados durante meses.
En algunos casos, los recicladores son reprendidos por la policía si abandonan sus hogares para recolectar productos plásticos, obligándolos a volver al apoyo gubernamental insuficiente o pedir dinero prestado para sobrevivir. En Vietnam y Tailandia, dos de los primeros países en poner fin a sus medidas de confinamiento, los volúmenes de materiales reciclados aún eran significativamente más bajos que los niveles antes de la pandemia.
Si las cifras históricas indican el futuro, menos del 10% de los plásticos utilizados durante la pandemia se reciclarán alguna vez, y más del 70% llegará a los vertederos o al medio ambiente. Como la Covid-19 puede sobrevivir en superficies plásticas hasta tres días, esto plantea preocupaciones adicionales por la contaminación humana por desechos plásticos.
Un tema de justicia
La contaminación plástica impacta el medio ambiente marino y las comunidades humanas. En particular, las comunidades vulnerables soportan de manera desproporcionada las consecuencias de la degradación ambiental causada por la contaminación por plásticos, desde la producción hasta los desechos. Las discusiones sobre este tema rara vez han analizado estos impactos negativos específicamente a través de una lente de justicia ambiental.
Desde la extracción de petróleo hasta la eliminación de plástico, existen tres impactos externos principales: degradación del ecosistema debido a fugas, especialmente en el medio marino; emisiones de combustibles fósiles y sustancias tóxicas de la producción y la incineración de materiales eliminados; e impactos en la salud y el medio ambiente (incluida la pérdida de biodiversidad). Los desechos plásticos no solo amenazan los medios de vida de quienes dependen de los recursos marinos para trabajar, sino que también pueden generar una serie de problemas de salud para las personas que consumen mariscos infestados de micro y nano plásticos tóxicos. El desafío de los desechos plásticos, que se ha visto agravado por la pandemia Covid-19, es una parte importante de la crisis de contaminación global, que, junto con la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, representan una triple emergencia planetaria que debe abordarse mediante cambios masivos en la forma en que la humanidad utiliza los recursos de la tierra.
Tips de cómo se debe desechar las mascarillas y guantes:
- Puedes usar mascarillas higiénicas o llamadas como mascarillas de tela, estas mascarillas son lavables y ayudan a disminuir la contaminación. Puedes informarte de cómo escoger la más adecuada puedes visitar la página de la OMS y ver las características de la mascarilla -como qué tipo de tela debe ser, nivel de filtrado, etc-.
- Como sabemos las mascarillas y guantes no son reciclables; por eso es mejor colocarlos en una bolsa bien cerrada y en el tacho o contenedor correcto y no tirarlo en las calles ni en lugares equivocados.
Comparte estos tips con tus conocidos para que más personas se enteren de estas técnicas y poder hacer un cambio significativo.