Corresponsales Escolares

Los primeros meses del 2020 fueron especialmente difíciles para la salud mental de Alexandra, de 15 años. La pandemia del golpeaba con fuerza en el Perú y el mundo. Todo era nuevo en ese momento y la adolescente tenía mucho miedo. Las clases en línea y su relación familiar no le ayudaban y se sentía permanentemente mal consigo misma. Con el apoyo de sus seres queridos, la menor decidió buscar ayuda profesional en el centro de salud La Flor de Carabayllo, pero no encontró psicólogos que la pudiesen escuchar, no entendía por qué.

“En ese momento sentía que una ayuda profesional podría ayudarme a entenderme mejor, pero no fue así. Me decepcioné mucho con la noticia de que no se podía encontrar psicólogos por la pandemia, era algo que no entendía”, dice la menor a El Comercio.

Alexandra no es la única que necesitó atender su salud mental. Durante la pandemia las consultas por trastornos psicológicos han ido en aumento. Representantes del centro de salud La Flor señalan que los casos que más se repitieron entre los adolescentes que atendieron estuvieron relacionados con violencia, trastorno de las emociones (ansiedad y depresión), bullying, adicciones, entre otros. Solo en el mes de julio el 56,6% de casos correspondieron a trastornos mentales y de comportamiento.

Ante la demanda de servicios para atender la salud mental en el Perú es inevitable preguntarse si el Estado realmente se encarga de estos casos y si sus acciones son suficientes. ¿Qué dicen los adolescentes que han accedido o intentado acceder a este cuidado?

Suertes distintas

Anabel, de 17 años, cuenta que durante la cuarentena se sentía muy triste porque no podía ir al colegio, lo que empeoró cuando la adolescente atravesó una crisis familiar. Sin embargo, decidió buscar la ayuda de un psicólogo en el centro médico San Pedro de Carabayllo.

Para ella, la búsqueda de asistencia psicológica no resultó satisfactoria, pues no contaba con Seguro Integral de Salud (SIS) y por ello no le dieron atención. La menor y su familia tampoco podían pagar un servicio privado.

(Foto: Unicef)
(Foto: Unicef)

Cuando acudimos al centro médico San Pedro de Carabayllo para buscar apoyo nos dijeron que no podíamos acceder porque no teníamos SIS y que si deseábamos la terapia teníamos que pagar”, recuerda Anabel.

Además de los adolescentes que se vieron afectados por las circunstancias que vinieron con la pandemia, hay otros cuya salud emocional necesitaba especial atención desde antes.

Lizbeth, de 15 años, afirma que tenía indicios de un trastorno alimenticio desde antes de la pandemia, pero debido al uso constante de la tecnología en el encierro sus inseguridades comenzaron a crecer, sobre todo al verse expuesta constantemente a las imágenes y publicidades de las redes sociales. La menor empezó una dieta riesgosa y su cuerpo sufrió las consecuencias.

En su caso, su familia pudo intervenir y a finales del 2020 Lizbeth logró acceder a una terapia psicológica en Carabayllo que hoy agradece y valora.

“A finales del 2020 comencé a ir a terapia gracias a que encontré información sobre terapias psicológicas en la municipalidad de Carabayllo sin ningún costó y de forma virtual. La verdad me sirvió demasiado, la psicóloga me enseñó tantas cosas que me gustaría haber sabido tiempo atrás”, comenta.

Sin duda aún existe un gran déficit de salud pública en el Perú. Muchas personas tienen que pagar para recibir atención psicológica, lo que para gran número de familias representa un desafío debido a la situación económica del país. Este escenario hace que sean los mismos adolescentes los que tengan que preocuparse por el dinero para poder acceder a servicios que brinden apoyo para la salud mental.

Mayor difusión: una necesidad

Ante este escenario resulta indispensable trabajar más por garantizar una acceso equitativo a los servicios de salud mental para todos los adolescentes, así como brindar mayor difusión a los programas que ya existen y que tienen esa misión.

Aunque no señala que tenga un servicio especializado para adolescentes, el Ministerio de Salud (Minsa) indica en su página web que “brinda atención en salud mental, en todo el país, tanto en los centros de salud, con profesionales de psicología, como en los 203 Centros de Salud Mental Comunitaria, con equipos especializados y multidisciplinarios, enfocados en la recuperación de la persona”.

Sin embargo, señala que los Centros de Salud Mental Comunitaria otorga atención gratuita a todas las personas que cuenten con SIS. Puede ver la ubicación de estos centros haciendo click en .

(Minsa)
(Minsa)

En la tarea por brindar atención a la salud mental de los adolescentes las autoridades educativas también tienen una importante responsabilidad. Su participación puede ir desde la ayuda personal hasta brindar el contacto con profesionales.

A continuación dos expertas en el tema psicológico y educativo dan su punto de vista.

Pamela Zavala, psicóloga del centro de salud La Flor

(Foto: Centro de salud La Flor)
(Foto: Centro de salud La Flor)

Hoy por hoy falta mayor cantidad de difusión para atraer a nuestros adolescentes y que sepan que hay un programa para ellos donde pueden ser atendidos por diversos especialistas. Tenemos alrededor de 30 a 40 adolescentes atendidos por mes, pero aún nos falta cerrar la brecha de 60 por mes para que anualmente tengamos más de 400 adolescentes atendidos.

Nosotros contamos con aliados estratégicos como Unicef. En cuanto a las líneas de atención se encuentra la línea 113 del Minsa; también tenemos Cedaap te escucha a través del WhatsApp 937536091. Pueden acudir al Cem de Carabayllo, que es el caso en nuestra jurisdicción, así como también a la ONG Socios en Salud”.

Nelly Rufina Cunza Príncipe, Directora de la UGEL N° 04

“Cada año se tiene pensado distintos planes de ayuda para la buena convivencia de los estudiantes, mediante talleres y capacitaciones, además de que la información se difunde con la ayuda de videos, folletos y las redes sociales. Cuando existe alguna crisis por la salud mental de un menor se brinda la ayuda necesaria derivando los casos a aliados. Sin embargo, aún no se conocen todos los casos, ya sea porque los adolescentes tienen miedo o vergüenza. Los docentes y directivos debemos generar confianza en los estudiantes. Una labor importante es la coordinación con todos los actores sociales de la UGEL 04″.

Una ayuda que trae cambios

Sin duda, brindar buena información sobre este tema es crucial en la labor del Estado. Un claro ejemplo sigue siendo Alexandra, quien después de mucha espera pudo recibir la ayuda psicológica que necesitaba. Hoy ve así su proceso:

“Recibí la ayuda, me siento mejor después de eso. Fue larga la espera y con algunos contratiempos, pero aun así me alegra estar en un proceso de recuperación acompañada con un especialista”, afirma.

Los adolescentes pasan por distintas etapas, muchas de ellas complicadas. Una forma de lidiar con ello es buscando ayuda profesional y dejando atrás el miedo para crecer saludablemente en todos los aspectos. En ese camino resulta crucial que los adolescentes conozcan sus derechos y puedan acceder a los beneficios del Estado que les corresponden.

Esta nota periodística fue elaborada por los corresponsales escolares Lucero Zayuri Villegas Rejas, Mayli Alejandra Carrión Congona, Ruth Noemí Cierto Valdivia, Sintya Milagros Díaz Rojas del colegio 8168 Los Ángeles de Naranjal, Carabayllo. Bajo la mentoría de la periodista Milagros Asto Sánchez y la docente Margarita Chipayo Chirinos.