El miedo, la preocupación, la depresión y el estrés fueron algunos de los síntomas iniciales. Los adolescentes, a raíz de la pandemia, vivieron realidades que desestabilizaron su salud mental, como la muerte de seres queridos o la obligación de permanecer en sus casas para estudiar, además de las dificultades económicas acentuadas por la cuarentena.
Una joven iquiteña, en edad escolar, narró a El Comercio lo que le sucedió en los primeros meses de la pandemia. “Mis padres trabajan todo el día, yo tuve que encargarme de mis hermanos y mis clases virtuales. En el 2020 sufrí mucho, los primeros meses no presentaba tareas porque tenía mucha responsabilidad en mis hombros; el cansancio apremiaba y lo único que quería era descansar”, cuenta la estudiante.
Según recuerda, ella siempre había sido una alumna cumplida y aplicada, pero en el 2020 sus notas fueron bajas y no cumplía con los deberes. Eso la perturbó. “De tanto pensar, tenía muchos dolores de cabeza, de pecho, y esos dolores me acompañaban todos los días, unidos al insomnio y la desesperación. Sentí que el mundo se acababa”, dice. Al poco tiempo, su madre se contagió y enfermó gravemente de COVID-19.
La joven entró en un cuadro de depresión severa. “No quería comer, no quería levantarme de la cama, no quería hacer absolutamente nada, me sentía triste, perdida, con un vacío muy hondo dentro de mí que me llevaban hasta las lágrimas”, recuerda. La recuperación de su madre y el apoyo de su hogar en las tareas domésticas dieron un cambio importante. Después vinieron las terapias, incluso la medicación, y después la actividad física y la meditación.
Un estudio realizado por Unicef sobre jóvenes en nueve países de la región reveló que, debido a la pandemia, 27% de ellos reportó sentir ansiedad y el 15% depresión. Para el 30%, la principal razón que influía en sus emociones era la situación económica. Por otro lado, el 46% decían tener menos motivación para realizar actividades que normalmente disfrutaba, y el 36% se sentían menos motivados para realizar actividades habituales.