Cuando hablamos agua se viene a la mente “indispensable para la humanidad; sin embargo, en el Perú hay parte de la población que no tiene acceso a esta. Según Oxford de Ayuda contra el Hambre Perú (OXFAM), entre 7 y 8 millones de peruanos/as aún no tienen agua potable.
Lima es la ciudad más vulnerable, pues es la segunda capital en el mundo asentada en un desierto. Además, el río Rímac es el principal proveedor de luz y agua para la población de Lima y Callao, (74.5% de agua) y, al mismo tiempo, es la cuenca más deteriorada en términos ambientales.
Vecinos dan su testimonio
Lucía Flores, vecina de 20 de mayo, una barriada donde hay poca accesibilidad al agua, comenta que “no tenemos la suficiente agua, no hay accesibilidad para todos yo trato de ahorrar, pero el agua es tan indispensable que en un sin mirar se fue”.
“Aquí hay muchos niños que juegan con arena, se revuelcan, hay que lavar su ropa diariamente y enseñarles a que se laven las manos a cada rato”, cuenta Cecilia Sánchez, de 43 años.
La escasez del agua y el Covid
Cuando había unos 30,000 casos y 1,150 fallecidos por coronavirus aproximadamente, autoridades de salud indicaron que algunos de los distritos más populares de Lima como San Martín de Porres, San Juan de Lurigancho o Villa El Salvador eran los puntos claves de contagio; asimismo, esos distritos son los que más problemas con el agua tienen.
“Yo trabajo por Villa El Salvador y tengo 3 hijos a los que tengo que cuidar. Son pequeños de 12 años para abajo y yo trato de ser lo más cuidadoso para no contagiarlos, pero no apoyan, no me apoyan ¡necesito agua! Todos necesitamos agua, que pasaría ¿si no puedo lavarme las manos?”, dijo Henrry Servera de 53 años.
Durante la pandemia, la recomendación esencial era la buena higiene y el lavado de manos. Lamentablemente, esto no se le podía pedir a toda la población.
Así lo advirtió el abogado Fernando Momiy Hada, director del Proyecto de Infraestructura Natural para la Seguridad Hídrica, quien publicó un informe a través del portal digital del proyecto Forest Trends, donde mencionaba que: solo la mitad de la población (55,7%) tiene acceso al suministro de agua 24 horas al día —de las cuales 55% habita en áreas urbanas y el 58,2% en áreas rurales—. En la población rural «el número es más alarmante: cerca del 66% de la población aún no cuenta con agua potable».
¿Cómo mejorar esta situación?
Gerson Gavino, experto en sistemas de gestión de fluidos y jefe del departamento técnico de Hidráulica, comento sobre el problema de aniegos y colapsos de desagües: Tiempo de vida, Sobrepoblación, Sistemas informales, Sobrepresiones, Defectos en la reparación, Dificultades en el proceso de mantenimiento y reparación y Materiales dañados.
“El sistema de redes y alcantarillado de Lima, y en general del país, presenta zonas donde la antigüedad es superior a los 50 años. Si bien existen esfuerzos del Gobierno por revertir esta situación, es necesario retirar paulatinamente las viejas redes de asbesto cemento para reemplazarlas por nuevos sistemas de materiales innovadores y duraderos como el HDPE y sistemas de acerrojamiento antisísmicos”, comenta Gavino.
Ante todo esto que está pasando, no se debe perder la empatía, solidaridad, gratitud, ya que si todos estamos unidos de cualquier manera se puede afrontar la situación, actos buenos son los que forman a una persona.