La pandemia trajo consigo numerosos cambios en el ámbito educativo, generando un antes y un después en la manera en que los estudiantes se relacionan con la tecnología y los métodos de aprendizaje. Tres estudiantes, Valery, Luciana Canchari de 11°A y Marco Barriga de 11°C del colegio Innova Schools ubicado en el distrito de Chorrillos, comparten sus experiencias y perspectivas sobre esta transformación.
Valery considera que la incorporación de herramientas virtuales durante la pandemia fue una buena decisión, ya que facilitaron muchos procesos educativos que podrían haber sido complicados para los estudiantes. A pesar de que su promedio no se vio significativamente afectado, menciona que fue difícil volver a la modalidad presencial.
En su opinión, uno de los cambios más notorios entre el periodo pre-pandemia y post-pandemia fue el aumento de las medidas de higiene y la dificultad para restablecer las relaciones sociales después de un largo período de cuarentena. Además, Valery señala que la pandemia trajo consigo dificultades económicas que afectaron el pago del colegio y que se tuvo que implementar una nueva forma de aprender utilizando herramientas tecnológicas como lo es google Classroom, zoom, meet, etc. Imagina que, de no haber ocurrido la pandemia, no se habrían adoptado diversas herramientas tecnológicas que facilitan las tareas. Finalmente, destaca que tuvo que cambiar su forma de aprender, recurriendo a videos y tutoriales en internet para comprender mejor los temas.
Por su parte, Luciana Canchari considera que las herramientas virtuales son necesarias, ya que facilitan el acceso a materiales de clase a través de plataformas como Classroom. Sin embargo, admite que su promedio se vio afectado negativamente después de la pandemia debido a las distracciones durante las clases virtuales. Luciana opina que el cambio entre el colegio pre-pandemia y post-pandemia tuvo ventajas y desventajas. Entre las ventajas, menciona el desarrollo de más herramientas para el aprendizaje, como el uso de Zoom para clases a distancia. Entre las desventajas, destaca la pérdida de seres queridos. La pandemia también modificó su forma de estudio; ahora revisa materiales enviados por los profesores de manera virtual y ha adoptado nuevos métodos de aprendizaje, como el método Pomodoro.
Marco Barriga, en cambio, cree que las aplicaciones y herramientas virtuales apoyan de manera positiva a los estudiantes, especialmente a aquellos en zonas rurales sin acceso a instituciones educativas. Curiosamente, su promedio mejoró durante la pandemia. Marco opina que aunque se esperaba que en algún momento se implementarán clases virtuales, la transición abrupta causada por la pandemia fue un desafío. Al regresar a la modalidad presencial, fue difícil adaptarse, pero finalmente lo lograron. A pesar de las precauciones sanitarias implementadas en los salones de clase, el plan de estudio original no se vio grandemente afectado. Marco también considera que, si la pandemia no hubiera ocurrido, los estudiantes tendrían más amigos y una mejor comunicación, ya que la falta de socialización durante dos años afectó notablemente las relaciones entre compañeros. A diferencia de Valery y Luciana, Marco no ha cambiado su forma de estudiar, ya que su método habitual siempre le ha funcionado bien.
Estas experiencias reflejan cómo la pandemia ha dejado una marca indeleble en la educación, transformando tanto las metodologías de enseñanza como las dinámicas sociales dentro de las escuelas.
En este informe elaborado por los corresponsales escolares Nicolàs Moscoso, Gabriela Arango, Amy Chiquillan, Fabrizio Herrera y Joaquín Calle, del colegio Innova Schools, sede Faisanes.
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