Un 27 de septiembre, José Carlos Dioses Romero, de 37 años, salvó a dos niños y una mujer de morir asfixiados por el humo de un incendio en el tercer piso de una casa. En la calle La Unidad 950, Urb. PRO, este oficial en la PNP busca garantizar, mantener y restablecer el orden interno de la nación, brindar protección y ayudar a las personas. Para tener un mejor país en el futuro, inculcar esta educación a las nuevas generaciones sería un gran paso.
Además está Edith Inga Céspedes, mujer casada y ama de casa. A sus 45 años ayuda en la comunidad de Carabayllo: durante la pandemia, en octubre del año pasado, se repartió canastas con víveres, y fue Edith quien apoyó y supervisó el reparto de víveres a la altura de la tienda Maestro, para cerciorarse de que todos recibieran una canasta. A pesar de no pertenecer a ninguna entidad de apoyo, hoy en día sigue pendiente de los que necesitan ayuda, como algún día ella lo necesitó.
Cuando el ahora difunto César Armando Rocha Panduro, de aproximadamente 55 años de edad, se enteró una tarde de domingo que uno de sus vecinos necesitaba un balón de oxígeno, no dudó en manejar desde Carabayllo hasta Surco para conseguir y brindar a la familia afectada aquella ayuda. Al darles lo que necesitaban, él rechazó todo aporte económico ofrecido, argumentando que en algún momento él también necesitaría ayuda. Al pasar las semanas, esa familia se recuperó de la difícil situación, pero el señor Rocha Panduro cayó enfermo. Aquellas personas lo visitaron con la intención de retribuirle lo aportado, pero lamentablemente pereció a causa del COVID-19.
Según lo que pudimos observar, a pesar de esta difícil coyuntura siempre habrá personas de buena voluntad, héroes con un corazón enorme dispuestos a realizar obras sin recibir nada a cambio.