La desigualdad de género es uno de los principales problemas que enfrentan las mujeres en los diferentes ámbitos: social, económico, educativo, cultural y político.
Según la Jefa de Gestión Pedagógica de la UGEL 03 Nathaly Canales Vargas, el primer dato que marca la diferencia es que tenemos una brecha de género de 74.9%.
“El INEI desarrolló un estudio para poder definir cuáles eran los indicadores de desigualdad de género y dentro de ellos tenemos una seria desventaja las mujeres. Estamos en un 0.38 que significa un 74.9% de brecha de género. Esto se establece en función a indicadores de salud reproductiva, de empoderamiento y de mercado laboral. Con estos tres indicadores se hizo esta definición”, dice Canales.
La educación es el eje transversal para lograr los objetivos propuestos. Sin embargo, las mujeres adolescentes enfrentan diversas dificultades, que han afectado su participación activa, más aún durante esta emergencia sanitaria. Un número considerable de peruanas viven en zonas alejadas rurales o en la periferia de la ciudad, con poco acceso a internet, que no les permite acceder a la educación secundaria o universitaria. Otras migraron a sus lugares de origen por la falta de recursos económicos y optaron por ayudar a sus padres en la chacra o en un negocio familiar: asumen responsabilidades de los padres en el hogar o al cuidado de familiares (abuelitos, hermanos menores), haciendo imposible que dispongan de tiempo para educarse.
De acuerdo a Canales, se trata de una situación lamentable que no es nueva ni tampoco ajena. “El machismo, especialmente en nuestras zonas alto andinas, es bastante fuerte. He tenido la oportunidad de participar seleccionando adolescentes que iban al colegio mayor del Perú y allí he podido ver, no en documento solamente, sino tener frente a frente a los hijos de la violencia. Las niñas no van al colegio, sino que tienen que elegir la pobreza y el machismo”, comenta.
Otro problema que afecta a las mujeres adolescentes es el embarazo adolescente. Según el Ministerio de Salud, 12 de cada 100 adolescentes están embarazadas o ya son madres.
“Todos los estereotipos, la visión errada que se tiene de la masculinidad, que el varón tiene la primacía se refuerza en la calle y en la publicidad, en la casa, en la música, en los programas y todo ello, no nos suma a la igualdad si no a la desigualdad”, dice la Jefa de Gestión Pedagógica de la UGEL 03.
“El PEN (Proyecto Educativo Nacional) que termina este año 2021, que empezó en el 2012, tiene un acápite especial que habla acerca del embarazo adolescente, pero nunca se ha hecho nada al respecto al no haber dinero”, añade.
Según Canales Vargas: “Si nosotros queremos un desarrollo sostenible tenemos que pensar en el desarrollo de hombres y de mujeres, entonces la mejor estrategia sería la educación y se debe reforzar sus beneficios no solamente en menores sino también en adultos, en sus profesores y en sus directivos”.
“Debemos desenfocarnos esa idea de las niñas rosado los niños celestes, vamos a separar los juegos este juego para niñas este juego para niños. Por eso es que la educación tiene que avanzar, pero para eso se requiere, no solamente el sector educación, sino de un trabajo intersectorial”, precisa.
Como corresponsales guadalupanos, asumimos esta problemática de interés público. Todos estaremos involucrados y conscientes de esta realidad, que tanto daño ocasiona a la sociedad. Con el fin de que ellas a mediano plazo gocen de una educación de calidad, culminen sus estudios y se valoren por su gran esfuerzo y fortaleza como mujeres empoderadas del siglo XXI, y que a futuro se desempeñen en distintos cargos públicos y empresariales, para construir y direccionar nuestro Perú, con principios éticos y morales.