Ante la difícil situación que vivió el mundo durante la pandemia de COVID-19 muchos de nosotros atravesamos por problemas económicos e incluso algunos tuvieron que dejar su país y migrar a otros lugares.
Tal es el caso de Yorbelis Gabriela Pérez Quero, una joven estudiante de 15 años de edad. Ella vivía con su mamá y sus abuelos en Petare, Venezuela hasta que en un momento su madre se casó. Ahora la adolescente convive junto a su madre, padrastro y sus dos hermanos en el Perú.
Su familia llegó a nuestro país en 2019 porque su padre político anhelaba que conocieran a sus otros parientes en estas tierras, además de estar convencidos que habría más oportunidades de trabajo.
Por su parte, Fanny Lu Abigail Caba Ferreira, de 16 años, también llegó al Perú junto a su madre ese mismo año debido a que su padrastro quería presentarles ante su familia. Ella empezó a vivir en Pucallpa, dónde decidió estudiar en la IE Agropecuario, porque le comentaron que ese colegio se caracteriza por desarrollar trabajos agrícolas, como la crianza de animales, sembradíos, entre otros.
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La familia de Fanny en Colombia tenía fincas, por lo que el colegio le hacía sentir como en casa, trayéndole recuerdos de su natal Colombia. A ello se suma que, lo que más le gustó fue los estudiantes son muy alegres, solidarios e inteligentes.
“Al principio me sentí un poco inseguro”
Otro adolescente que ha migrado desde Venezuela es Keyner José García García, quien tiene dos hermanos. “Mi vida no ha sido fácil, pero hoy estudio cuarto de secundaria y recibo un buen trato; el ambiente es acogedor, excelente, todos son muy buenos conmigo, me siento muy bien, complacido con todos”, narró. Aunque no siempre fue así. “Al principio me sentí un poco inseguro, pero ya con el tiempo los estudiantes se fueron ganando mi confianza”, anotó.
En tanto la estudiante Karbelis Pérez Quero, procedente de Venezuela, manifestó que su objetivo es progresar y ayudar a su familia. “Considero que lo podemos lograr a través del apoyo de los profesores y de los padres como también del apoyo de las autoridades”, indicó.
Yorbelis, Fanny, Keyner, y Karbelis y son solo algunos de los cientos de estudiantes extranjeros que en los últimos años se han insertado en el sistema educativo peruano, un desafío que se hizo aún más complicado durante la pandemia.
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Superando la timidez inicial
La subdirectora de IE Agropecuario, Tania Libertad Diaz Lozano, explicó que el desempeño de los escolares migrantes ha sido “regular”. “Algunos estudiantes estaban emocionalmente inestables tras dos años de pandemia, lejos de sus amigos, pero ahora se puede observar la alegría que comparten con sus compañeros en el aula y en las actividades”, expresó.
Por su parte, la profesora Maritza Chuquizuta Pinedo manifestó que las expectativas de los estudiantes fueron grandes. “Solo al inicio hubo timidez, inseguridad, que se está logrando superar”.
Además, destacó que el aprendizaje de los estudiantes en el retorno a las clases presenciales es complementado con las tecnologías de la comunicación, que permite que tengan mayor información.
La profesora Rosa Vasquez Chuquipiondo comparte la misma impresión que la Maritza Chuquizuta Pinedo respecto a la timidez inicial de los estudiantes extranjeros. “Actualmente la mayoría son muy participativos demuestran sus habilidades y destrezas con una gran facilidad y confianza, pero también algunos son sensibles frente a las enfermedades”, precisó.
Añade que los estudiantes extranjeros también enseñan cada día su propia cultura, por lo que hay un intercambio de experiencias y conocimientos con sus compañeros peruanos.
Optimismo respecto al futuro
Yorbelis, Fanny, Keyner, y Karbelis y se sienten optimistas y sus sueños permanecen intactos: conseguir una beca para seguir estudiando, entrar a la universidad conseguir un trabajo y ayudar a más jóvenes que como ellos, han tenido que abandonar su país de origen en busca de una vida mejor.
Keyner lo resume con una frase que le gusta mucho: “`Cuando la vida te presente razones para llorar, demuéstrale que tienes mil razones para reír´. Quiero mostrarle a cada persona que pueda leer mi historia en cualquier parte del mundo, que no importa los problemas que tengamos que siempre luchemos por nuestros sueños sin importar lo que diga la sociedad, y siempre mantengamos nuestra actitud en alto”, finalizó el joven.