A nivel nacional, el registro de nacimientos vivos en niñas de 10 a 14 años aumentó de 1.158 a 1.430 entre el 2020 y el 2021, y luego a 1.625 en el 2022. Especialistas creen que la cifra seguirá aumentando en este 2023 debido a que las entidades públicas de los sectores Educación y Salud no ponen mayor énfasis en esta problemática social.
Nuestra región, Ucayali, concentra la mayor incidencia de casos de embarazo adolescente en todo el país. Por ello, los colegios del distrito de Manantay, Pucallpa, han buscado alianzas con entes estratégicos como organismos de salud, familias y la comunidad en general. Esto es fundamental para lograr un impacto significativo en la prevención del embarazo adolescente.
La concientización sobre el embarazo adolescente debe ser continua y adaptada a las necesidades y contextos locales. Es por eso que decidimos conversar con algunas autoridades y personas de nuestra localidad para conocer cómo se vive esta situación de primera mano.
“Entre el 2020 y el 2021, en nuestra institución educativa [Ivonis Mazzarolo] hubo 19 casos de embarazo adolescente. En el 2022 esta cifra disminuyó drásticamente, solo se reportaron tres casos. Dos de estas estudiantes continuaron con sus estudios y una de ellas los abandonó. Este 2023 hemos tenido un caso reportado y hemos estado acompañando a la estudiante para darle las facilidades que le permitan continuar con sus estudios”, informó Kely Rivera, coordinadora de Tutoría y Orientación Educativa de la institución educativa.
La profesora añadió que el Centro de Salud de la 7 de Junio es uno de sus aliados para la prevención y el asesoramiento en casos de embarazo adolescente. A este esfuerzo se unen instituciones como Flora Tristán, Non Joibo, Manuela Ramos, entre otras.
La licenciada Verónica Espinoza Loayza, jefa del Servicio de Obstetrices de EsSalud, nos explicó los riesgos del embarazo adolescente. “El embarazo en la adolescencia limita el desarrollo personal, académico y laboral de los jóvenes, generando depresión y aislamiento”, indicó.
Además, la especialista señaló que las menores de edad embarazadas corren el riesgo de padecer enfermedades crónicas degenerativas como hipertensión, diabetes, molestias metabólicas, desnutrición, anemia, así como muerte materna, “porque su cuerpo no está plenamente desarrollado para el proceso del embarazo y del parto.
Pudimos conversar también con una madre adolescente de nuestro colegio, quien compartió con nosotros lo difícil que fue y es esta situación. “A los 13 años, enfrenté un embarazo de alto riesgo que culminó en una cesárea con 12 puntos de sutura. Fue una situación aterradora y dolorosa”, señaló. “Mi padre es el único que me apoya en estos momentos difíciles de mi vida”, agregó.
Su padre, quien siempre estuvo a su lado durante este proceso, contó cómo esta noticia llegó para él de imprevisto y tuvieron que adaptarse ante los retos económicos, emocionales y de desarrollo para su hija. Además comentó algunas reflexiones a las que pudo llegar tras afrontar este desafío y recibir el apoyo y asesoría de la institución educativa.
“Es esencial mantener una comunicación abierta y honesta con nuestros hijos, solo así podremos crear un espacio seguro para que puedan plantear preguntas necesarias para recibir la orientación adecuada y discutir las inquietudes que puedan tener sobre temas relacionados con la sexualidad y el embarazo”, concluyó el padre.
Por ultimo, nos dirigimos a la I.E. Manantay, donde conversamos con el director de este colegio, Moisés Pizarro Vargas. Nos interesaba conocer cómo las escuelas pueden involucrar a los padres en la educación integral de sus hijos.
“Las instituciones educativas pueden organizar charlas, talleres y reuniones informativas para los padres, donde se aborden temas relacionados con la educación sexual. Además, se pueden proporcionar recursos y materiales que los padres puedan utilizar para continuar la conversación en casa. Es importante crear espacios de diálogo abierto y respetuoso entre padres, estudiantes y docentes, fomentando una colaboración activa en la educación sexual”, señaló.
Además, el director resaltó la importancia de tener un enfoque integral, basado en el respeto y la inclusion al tocar temas de educación sexual.
“Es responsabilidad tanto de las escuelas como de los padres brindar a los estudiantes las herramientas necesarias para comprender y respetar la diversidad sexual. Trabajando juntos, podemos asegurar que los jóvenes reciban una educación completa y que estén preparados para enfrentar los desafíos y decisiones relacionados con su sexualidad de manera informada y saludable”, sostuvo.
Nota escrita por los corresponsales escolares del colegio “Ivonis Mazzarolo” Daniel Murrieta, Mía García, Luz Hidalgo, Alexandra Rengifo y Evrick Monge. Con el acompañamiento de la docente Ysabel Marín Tabaco y la mentoría de la periodista Antonella Chichizola.