En los últimos tiempos, se ha planteado la interrogante sobre si las bajas calificaciones pueden sumergir a un estudiante en un cuadro de depresión. Una pregunta compleja, ya que las malas notas en la escuela son motivo de preocupación no solo para estudiantes, sino también de madres, padres y profesores. Según Roxana Vivar, psiquiatra infantil del Instituto Nacional de Salud Mental, Honorio Delgado-Hideyo Noguchi, las malas notas pueden desencadenar la depresión en los adolescentes, especialmente en aquellos que son emocionalmente inestables debido a su entorno familiar.
Según una encuesta realizada en una institución educativa del distrito de Los Olivos, 7 de cada 10 estudiantes han sentido que su estabilidad emocional depende de sus notas y 6 de cada 10 tienen dificultades para concentrarse, experimentan tristeza o problemas para dormir cuando sus calificaciones son bajas.
En ese sentido, Magaly Ascate, oficial de salud adolescente de Unicef Perú, destaca la importancia de generar un vínculo entre docentes y estudiantes para fomentar la confianza. Además señala que la actitud de los maestros hacia un estudiante con bajas calificaciones puede marcar la diferencia.
Acerca del tema, un estudiante anónimo decidió contar su experiencia y dijo que logró mejorar sus calificaciones, gracias al apoyo y las clases de refuerzo que recibió de su maestra. Esto demuestra que, cuando se alienta a los estudiantes a superarse, pueden lograr buenas notas.
La depresión es un tema serio
A veces, los padres pueden considerar la tristeza de sus hijos como un capricho para evitar responsabilidades. Sin embargo, la depresión adolescente es más común de lo que se piensa, según el Ministerio de Salud, durante el 2022, se registró más de 1 millón 333 mil atenciones en salud mental, lo que indica que la depresión es un problema que las nuevas generaciones deben enfrentar inevitablemente.
“Lo fundamental es que los docentes entiendan la importancia de generar un vínculo con el estudiante. Esto hará que exista mayor confianza entre el estudiante y el docente”, recomienda Magaly Ascate.
Se debe fomentar un ambiente de apoyo donde los estudiantes se sientan seguros para hablar sobre sus desafíos académicos y emocionales. Es importante reconocer que las habilidades de una persona no se limitan a las calificaciones, y que el crecimiento personal se refleja en las actitudes y no solo en los resultados académicos.
Gran inquietud y bajas calificaciones
La encuesta aplicada en un colegio de Los Olivos también señala que en la actualidad, el 96% de los estudiantes afirma haber tenido problemas con el estrés, debido a no haber desarrollado todas sus capacidades académicas como rezago de la pademia.
“Rosario”, una escolar adolescente de 17 años, cuenta que: “Cuando me saco baja nota, pese a haberme esmerado, la sensación de frustración es grande, y alguna vez, no he podido contener mis lágrimas y tuve que salir de aula porque no podía más”.
Los profesores y padres desempeñan un papel fundamental; por ello, es necesario fomentar un ambiente de apoyo en el que los estudiantes se sientan seguros para hablar sobre sus desafíos académicos y emocionales. Sin embargo, la encuesta indica que mientras que el 57,6% de chicos afirma que cuando obtienen bajas notas, los maestros no les dicen nada; el 75% de los maestros que respondieron la encuesta, señala que brindan palabras de aliento a los estudiantes.
Para Ascate, lamentablemente, en la escuela, no se valoran otras habilidades que tiene un estudiante, solo se consideran ciertas áreas y esto los padres también lo refuerzan.
El diálogo entre actores educativos sería el punto de partida para la búsqueda de soluciones acerca de esta problemática. Así lo refleja la encuesta cuando el 87% de los maestros encuestados, respondió que está dispuesto a hablar más de este tema para trabajar juntos por el bienestar de todos los estudiantes.
Nota escrita por Corresponsales Escolares de la Institución Educativa Jorge Basadre de Los Olivos: Krizzya Mucha Garay, Diana Rocca Espinoza, Mia Rondan Cervera, Gimin Rojas Chilon y Mayte Sinuiri Rojas. Con el acompañamiento de la docente Ana S. De los Ríos Tello y el periodista mentor Martín Acosta González.