Las secuelas del COVID-19: ¿Los estudiantes de secundaria están preparados para integrarse al sistema universitario, técnico y laboral?

Al volver la mirada hacia el ámbito educativo en 2020, cuando el hogar y la escuela se convirtieron en uno mismo, vemos a millones de docentes y alumnos afrontando desafíos y adaptándose al gran cambio que supuso la pandemia del Covid-19. Hoy, tras tres años de confinamiento y educación a distancia, la mayoría de los estudiantes peruanos han regresado a las aulas, pero se ha observado un preocupante descenso en su rendimiento académico.

De acuerdo con la Evaluación Muestral de Estudiantes 2022 aplicada por el Ministerio de Educación (Minedu), ocho de cada diez alumnos de segundo de secundaria no lograron alcanzar las competencias esperadas. Este resultado, además de ser una evidencia de que la educación en el Perú ha sufrido graves perjuicios, es una alerta para priorizar e impulsar el sector.

Marilú Martens, ex ministra de Educación y directora nacional de la ONG Care, señaló, en comunicación con El Comercio, que la educación en el Perú está, lamentablemente, politizada y que uno de los primeros pasos en el camino del desarrollo es su despolitización. Para lograrlo, sostuvo que la educación no debería ser solo responsabilidad de un gobierno en particular, sino un asunto de Estado, trascendiendo a los mandatos.

Por otro lado, destacó que la prioridad del actual gobierno debe ser la implementación de planes accesibles y medibles a través de indicadores para garantizar la calidad, eficiencia, equidad y transparencia del sistema educativo.

Martens planteó una acción intersectorial, en referencia a la colaboración de todos los sectores del país para que el sistema educativo funcione.

Asimismo, resaltó la importancia del esfuerzo conjunto de todos los peruanos para lograr mejoras significativas. “En este momento, como país, no veo que estemos trabajando en esa dirección”, advirtió la exministra.

Los datos proporcionados por la Defensoría del Pueblo respaldan la preocupante pérdida del aprendizaje en niños y jóvenes peruanos, con resultados aún más críticos en las zonas rurales. En dichas áreas, el porcentaje de estudiantes que alcanzaron el nivel “Inicio” aumentó del 61.2% al 70.9%, mientras que el nivel “Satisfactorio” disminuyó del 11.8% en 2019 al 5.5% en 2022. Ante esta realidad, Martens mencionó: “hemos retrocedido, ya estábamos mal; ahora, a partir de esta evaluación, nos damos cuenta de que estamos peor”.

Al respecto, Guillermo Molinari Palomino, experto en educación y ex viceministro de Gestión Pedagógica, subrayó que el aprendizaje de los niños y jóvenes peruanos ha sido afectado debido a la falta de constancia de la política educativa. “En los últimos cinco años ha habido más de seis ministros de Educación, lo que dificulta lograr avances consistentes, se empiezan proyectos y nunca se terminan. Cuando no hay continuidad en la gestión pública es difícil estar diciendo que vas a obtener logros”, manifestó a este Diario.

Otro factor que impide el progreso es la falta de eficiencia de muchas autoridades. Antes de la pandemia, se aprobó un nuevo proyecto educativo bajo la gestión del expresidente Martín Vizcarra, el cual se extendería hasta 2036. Molinari cuestionó la falta de actualización de este plan y su incapacidad para enfrentar los desafíos actuales.

El ex viceministro de Gestión Pedagógica lamentó que en el país la carrera de docencia no es considerada, socialmente, con la importancia que merece. La valoración de la formación de docentes profesionales es crucial, pues para que haya estudiantes bien educados, se requieren profesores bien preparados, añadió.

El Artículo 14 de la Constitución Política del Perú dice que la educación “prepara para la vida y el trabajo y fomenta la solidaridad”. Molinari aseguró que es deber del sector educativo formar, no únicamente buenos profesionales, sino ciudadanos del mundo. Para ello, refirió, es fundamental que el Ministerio de Educación y el Estado desarrollen políticas educativas para abordar los problemas actuales y futuros que garanticen la calidad en la formación de los jóvenes peruanos.

Sintetizando las posturas de ambas ex autoridades, la pandemia de Covid-19 ha repercutido en el nivel de aprendizaje de los estudiantes. Como solución, ellos plantean una capacitación pedagógica mucho más eficiente y adaptada a las necesidades educativas, junto a la reinversión en el sector a través del reforzamiento de la enseñanza de valores.

Cabe aclarar, Martens y Molinari coinciden en que este es un proceso compartido entre el entorno escolar y familiar, por ende, sin una adecuada formación en el hogar no se podrá desarrollar correctamente el criterio moral y ético en la juventud. Finalmente, queda en manos del Estado el establecimiento y cumplimiento de las medidas a tomar en beneficio de los futuros líderes del país.