La pandemia obligó a que la educación virtual se convierta en una realidad en el Perú. Según los resultados de la Encuesta Nacional de Hogares del trimestre abril-mayo-junio de 2021, la gran mayoría de estudiantes en el sistema educativo recibieron clases a distancia. En el grupo de 3 a 5 años supera el 85%; en el de 6 a 11 años roza el 98%; y en el segmento de 12 a 16 años supera el 86%.
La distribución de las tabletas por parte del Ministerio de Educación fue una medida necesaria ante este particular contexto sanitario. Se entró a una modalidad de educación virtual totalmente nueva, sobre todo para las provincias y comunidades campesinas más alejadas. Sin embargo, estas herramientas recién empezaron a ser distribuidas este año. Por ejemplo, en la provincia de Paucartambo (Cusco), las tabletas se entregaron recién durante los primeros meses del año escolar 2021.
Problemas en el uso diario
Sin embargo, durante los últimos meses hemos sido testigos de que además de muchas ventajas, el uso de estas tabletas también traía consigo muchas dificultades y limitaciones, que terminaron afectando la continuidad educativa virtual. “Lo que no me gusta de mi tableta es que su cámara es muy mala y no puedo enviar la evidencia de aprendizaje a mis profesores. Ellos siempre me piden que se la vuelva a enviar”, indica Luzmila Suma Amao, alumna del tercer grado de la institución educativa Señor de exaltación.
Es importante señalar que las evidencias de aprendizaje se han convertido en la garantía de que las y los estudiantes no solo estén presentes en las sesiones virtuales, sino que también estén aprendiendo y, por lo tanto, un elemento de peso para las calificaciones trimestrales y anuales.
Otra dificultad evidenciada es la inestabilidad de internet. Estudiantes de comunidades campesinas de la mayoría de la provincia de Paucartambo, indican que la tableta no recibe de manera adecuada la señal de Internet y los estudiantes deben desplazarse hacia zonas donde la conexión sea mejor.
Además, hay que sumar otro problema relacionado con el uso de estos nuevos dispositivos: su autonomía es bastante limitada. “Además de que captar la señal es difícil, lo que no me gusta es que no hace durar la batería”, recalcó Luís Enrique Sarcco Huillca, del tercer grado de la institución educativa José Pérez Armendáriz.
Pero no solo eso. Los paquetes de datos asignados no son suficientes para los requerimientos de los alumnos de Paucartambo. No obstante, las familias hacen el esfuerzo para realizar recargas tanto a sus tabletas como al celular destinados para recibir las clases. Al respecto, debemos subrayar que un 65% de estudiantes -de acuerdo con una encuesta de elaboración propia- se ven obligados a usar un celular para que puedan acceder a sus clases virtuales, debido a todos los problemas mencionados.
“Cuando me toca conectarme por Google Meet o Zoom tengo problemas para escuchar el audio y la cámara no ayuda tampoco”, refiere por su parte Juliet Noriega Farfán, del segundo grado de la institución educativa Amazónico 50430.
Aunque en las zonas rurales se han buscado alternativas como el uso de la plataforma de mensajería WhatsApp, algunos cursos sí requieren la transmisión en tiempo real para una mejor explicación y desarrollo.
Las tecnologías que están en constante renovación y nos hacen ver cuán importante es garantizar una educción digital, una educación donde todas y todos podemos gozar de sus beneficios, pero con una información previa de calidad, veraz e integra. Por ello es importante que las autoridades hagan las inversiones necesarias para que todas las herramientas que pongan a disposición de los estudiantes realmente sirvan para acortar las brechas en el país.