El 28 de octubre de 1746, frente a la costa de Lima, ocurrió uno de los terremotos más destructivos que se haya visto en la ciudad. Según las crónicas, Lima era una de las ciudades de Latinoamérica más desarrolladas por su arquitectura y su conformación social. Pero en escasos segundos o minutos, aproximadamente a las 10:30 p.m, el 70% de viviendas colapsaron totalmente y cerca del 10% de la población perdió la vida. Cabe resaltar que en aquellos años, en la ciudad de Lima vivían 60 mil personas.
Casi tres siglos después de ese evento sísmico, San Juan de Lurigancho es el distrito de Lima que puede verse más afectado por el movimiento violento de la tierra en la actualidad. Pero ¿cuál es la principal causa de este inminente peligro? ¿Cuáles serían las consecuencias de un desastre de este tipo en SJL?
Empecemos por las consecuencias. Según un estudio de la Municipalidad de Lima (basado en estadística de INEI y del Ministerio de Vivienda), en SJL más de la mitad de sus habitantes corren peligro frente a un terremoto. Las viviendas de 785 mil personas que viven en este distrito están en peligro de colapsar. El citado estudio afirma que en esta condición hay más de 194 mil viviendas.
Adriana Muro, una compañera de nuestro colegio, que reside en la urbanización Campoy, vive en una vivienda que tendría una mala estructura. “Ahora último que están ocurriendo sismos fuertes llegue a sentir temor, ya que considero que mi casa no está construida con materiales resistentes, prueba de ello es la manera en la que se mueve durante los sismos y, aparte de ello, se aprecian grietas en las paredes y techo”, comentó.
Con respecto a la consecuencias que podría traer un sismo de gran magnitud en San Juan de Lurigancho, Hernando Tavera, presidente ejecutivo del Instituto Geofísico del Perú (IGP), nos comentó que si se diera un sismo, que llegue a sacudir el suelo con mucha intensidad, las estructuras de este distrito van a colapsar y van a afectar físicamente a las personas. Este problema es originado, dice, por la autoconstrucción de estas y porque fueron edificadas en suelos inestables.
Según Neil Aricoché, ingeniero civil de la Universidad Nacional de Ingeniería (SIP 84276), la principal causa por la que se construyen mal las viviendas en San Juan de Lurigancho es por la autoconstrucción. Para ahorrar dinero, los propietarios contratan a personas que tienen un nivel bajo de experiencia, en lugar de contratar a profesionales que sí están preparados para realizar la obra.
Estos profesionales como los ingenieros y arquitectos, explica Aricoché, deben velar porque se cumpla el Reglamento Nacional de Edificaciones, que da las normas para que las personas tengan una vivienda digna y, sobre todo, segura.
Tavera agregó: “Existen leyes para evitar problemas de construcción de la viviendas, pero lo que falta es una actitud positiva de la población y una cultura de prevención, porque vivimos con una idea equivocada, donde la vivienda que construimos la hacemos con lo que tenemos a la mano y no tomamos en cuenta las normativas y las leyes que nos pueden orientar a construir de manera correcta una casa”.
Este equipo periodístico de corresponsales escolares de El Comercio se puso en contacto con el área de prensa de la Municipalidad de San Juan de Lurigancho. Se nos pidió enviar un oficio por mesa de partes para solicitar una entrevista con algún funcionario, pero nunca nos respondieron. Quedaron varias preguntas pendientes: ¿Qué acciones está ejecutando el municipio para resolver el problema de las viviendas en peligro de colapso? ¿Cuánto presupuesto han invertido para atender este riesgo?
Pensamos que la mala estructura de las viviendas en San Juan de Lurigancho es un problema que no debe ser tomado a la ligera, porque muchas personas pueden verse afectadas. Debemos de tomar todas las medidas necesarias para tener una casa segura, como construir con los materiales correctos y contratar personas capacitadas para la construcción de sus viviendas; de esa forma podremos ir solucionando este problema.