La atención es una función cognitiva que permite enfocar de manera activa o pasiva, voluntaria o involuntaria, el interés y la consciencia de la persona hacia un estímulo o acontecimiento. Hoy, debido a la cantidad de información y la inmediatez con que la recibimos, puede ser difícil mantenerla.
Azumy Rodriguez, estudiante de secundaria, manifiesta que durante el confinamiento se ha tornado un poco más difícil conseguir la atención necesaria para desarrollar sus clases virtuales. El ruido ambiental de la casa y de la calle cuando abrimos las ventanas, las interrupciones de familiares, las múltiples pestañas en nuestro navegador... todo puede distraerla y romper la capacidad de atención. Esto le ocurre a muchos otros jóvenes y adolescentes.
“La atención se enfoca en una sola cosa: todo el cerebro se concentra para poder percibir la esencia del hecho y hacer que así la atención se entrene”, destaca el director general del Instituto Nacional de Salud Mental, el doctor Humberto Castillo Marttel, en entrevista con este grupo de corresponsales escolares de El Comercio. El experto resaltó la importancia del hábito de la lectura en niños a través de los cuentos, porque moviliza las emociones y el cerebro se activa más que con una explicación racional.
Castillo Marttel sostiene que lectura, a diferencia del relato, va a un ritmo más lento, más detallado, permitiendo a la persona que vaya representando y construyendo imágenes más claras y más detalladas en su mente. Por lo tanto, este ejercicio de la lectura es el entrenamiento de la atención, siendo la base del aprendizaje, que protege el buen funcionamiento cognitivo. Para el especialista, así como la lectura, existen técnicas de concentración, de meditación y otros tipos de recursos que nos ayudan a impulsar la concentración y, en consecuencia, lograr el aprendizaje.
El lingüista e intelectual Marco Aurelio Denegri en vida mencionaba que hoy el cerebro está en una situación de pláceme, porque el estado natural del cerebro es la distracción y no la atención. Por ello, el pedagogo Gregorio Luri nos recuerda que los niños pasan de aprender a leer a aprender leyendo, y quien más vocabulario tiene, más rápidamente aprenderá a leer.
De esta forma se comprueba la importancia de que nuestros maestros y padres nos den una mirada apreciativa provocando el efecto pigmalión -influencia que ejerce la creencia de una persona en el rendimiento de otra- en nosotros y así poder “andar sobre hombros de gigantes para ver más allá”, como señalaba Isaac Newton.