Matute enmudece en una muerte instantánea, y el clima de luto se hace evidente, palpable. A lo lejos, casi como un eco sin voz matriz, estallan algunos gritos desaforados de hinchas furibundos. Y en el área, Federico Rodríguez permanece en el suelo con las manos sobre el rostro, como protegiendo su vida de la mirada incrédula de todo el Perú. Unos metros más atrás, Luis Ramírez, quien llegaba a toda velocidad por izquierda, se derrumba absorto y por poco no escarba para hundir más la cabeza. El reloj marca 90′ y unos segundos más, y el uruguayo acaba de fallar el tercero ante Binacional, condenando a Alianza Lima al subcampeonato.
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De pronto, un silencio se expande como humo. El hincha interioriza el error. Lo padece. Recuerda, en los insuficientes minutos restantes, aquellos años de gloria de los que siempre hablan sus padres en los almuerzos del domingo: el ‘Rodillo negro’, el ‘Nene’, ‘Pitín’, ‘Wally’, nombres con aroma de leyenda que ya suenan a siglo XX. «¿Qué pasó?», reflexiona atónito en la grada, viendo a su equipo adolecer de lo que tanto debe tener por historia: el gol.
Por estos días, el viento fúnebre aún deambula por los rincones del estadio, como si se viviera una perenne misa de ausencia. Bajo el epitafio, acompañando a las siglas QEPD, aparece el número ‘9′.
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-La crisis del ‘9′-
Desde que Waldir Sáenz se alzara como máximo goleador del campeonato en 1996, Alianza Lima no repitió ese orgullo. Por 24 años, ninguno de sus delanteros ha trazado las cifras necesarias para ser el ‘artillero’. En las últimas campañas, las estadísticas se agudizan, al límite de tener temporadas donde nadie supera las escasas 10 anotaciones. Una tragicomedia narrada en números.
Este año, por ejemplo, Alianza Lima ha anotado solo cinco veces en sus ocho partidos (dos de Copa Libertadores y seis del torneo Apertura). ¿Dónde está lo preocupante? Solo uno de esos cinco fue hecho por un delantero (‘Fede’ Rodríguez a Carlos A. Mannucci). El resto llegó -y gracias a Dios que fue así- por la volante.
Y en una insana costumbre, buscando corregir el error, Alianza Lima, hoy con Mario Salas a la cabeza, salió desesperado por un nuevo delantero, un ‘9′ que arriba a Perú con la responsabilidad de mitigar una larga carencia: Patricio Rubio. El chileno, vestido de esperanza, es la flamante apuesta para recuperar el gol. ¿Qué necesita para ello? Cuatro ex atacantes ‘grones’ nos dan la respuesta.
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-Lealtad y serenidad-
Roberto Ovelar (25 goles, 57 partidos) recuerda con un sentimiento híbrido de orgullo y tristeza su paso por Alianza Lima. Fue de esos delanteros fuertes, que luchaban todas y dieron el alma en cada balón. Por eso, cuando le preguntan qué necesita un ‘9′ en La Victoria, lo primero que responde es “respeto por los colores que estás vistiendo”.
“En primer lugar, es la lealtad a la camiseta. Respetar mucho el logo, a la institución, a la hinchada. Después, viene el sacrificio, el pundonor, todo lo que lleva para que uno pueda ganarse un lugar en el equipo y en el corazón de la afición. Pero, por sobre todas las cosas, se necesita hacer goles”.
El ‘Búfalo’, además, relaciona el éxito del delantero con la serenidad que tiene ante los momentos adversos: “Alianza es un equipo grande, donde siempre va a haber presión y la inquietud de la gente siempre se va a sentir”.
-Cinco ocasiones por partido-
Andrés ‘Balán’ Gonzales (campeón con Alianza Lima en 1997) es más exigente con su solicitud. Para el exfutbolista, el ‘9′ aliancista se debe diferenciar del resto. Necesita un estilo único, que vaya de la mano con los libros de historia del club. Y, por si fuera poco, tiene que ser un dolor de cabeza para la defensa rival.
“Por historia y por el tipo de juego que practica Alianza Lima, su ‘9′ es diferente al de otros equipos. Primero, debe tener técnica, debe ser rápido, ya que el club siempre se caracterizó por tener buenos aleros. Después, tiene que mostrar bastante sacrificio, porque muchas veces debe bajar a apoyar”.
Pero lo más importante es la presencia del ‘9′ en el área. “Además, es importante su personalidad y el olfato de gol, porque en Alianza, debe generar mínimo cinco ocasiones de gol por partido”.
-”Envolver el regalo”-
Marquinho (campeón con Alianza Lima en 1997) no fue delantero, pero amaba pisar el área y hoy está dentro de la historia del fútbol peruano. Para el brasileño, sea cual sea las características del ‘9′ que llegue a Alianza Lima, necesita un valor agregado claro: generar ocasiones de gol.
“Alianza Lima necesita meter gol. El equipo pelea los partidos, pero en una jugada se define todo y ahí debe estar el goleador. En 1997, teníamos muchos estilos arriba (Waldir Sáenz, David Chévez, Bujica), pero ninguna perdonaba en el área. «Debemos sacar las marcas, crear espacios», nos decía Jorge Luis Pinto”.
Además, Marquinho afirma que en caso el delantero no anote, su deber será asociarse y entregar el honor de gritar un gol a sus compañeros. “Debe definir o habilitar, generar la oportunidad. Alianza debe tener mínimo cuatro jugadores dentro del área para definir. Llegar con la pelota y no ‘rifarla’, que es la característica del club. «Hay que envolver el regalo», nos decía Pinto. Alianza necesita ser protagonista en eso, «envolver el regalo», y tener conclusión. Urge hacer el gol”.
-‘Checho’ con técnica-
Roberto Silva (cuatro veces campeón con Alianza Lima) ve al delantero ideal como un cazador, uno de esos ‘9′ que está siempre en el área, chocando, atropellando, metiendo las imposibles. Pero eso no es todo: cuando le dé la espalda al arco y retroceda unos metros para asociarse, debe cumplir a la perfección con esa tarea.
“Para el tipo de juego que tiene Alianza Lima, debe ser un delantero de área, de esos cazadores que le gusta estar muy a la cabeza, pícaro, de los que tienen buenos movimientos tácticos para generar espacios, porque el equipo suele tener volantes que pisan el área, y los espacios los genera el ‘9′. Después, el club se debe adecuar al estilo del delantero”.
Para resumir su visión, el ‘Tanque’ usó el ejemplo preciso: “Me gustaría un ‘Checho’ Ibarra con un poco más de fútbol. De esos goleadores que están ahí, pero con más de fútbol en los pies”.
Unos gramos de fidelidad, otro poco de buen juego, una pizca de técnica, y muchos, muchos goles. Tal vez no haya una fórmula exacta para revivir al ‘9′ goleador de Alianza Lima y desvanecer el clima de luto en Matute. Tal vez alguien puede romper la regla y dar una receta de su cosecha, de su país, de su cultura. Pero, esta vez, la responsabilidad del gol está en las manos del ‘Pato’ Rubio. O, mejor dicho, en sus pies. ¿Tendrá lo que se necesita?
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