A los 30 minutos del primer tiempo de la final del Mundial Brasil 2014, el estadio estalló en un solo grito. Los hinchas argentinos celebraron la apertura del marcador al igual que Gonzalo Higuaín.
Sin embargo, tras unos segundos, el árbitro italiano Nicola Rizzoli anuló el tanto por una clara posición adelantada del atacante. Así el delantero de Nápoli tendrá que seguir esperando otra chance para resarcirse de la ocasión perdida a los 20’.