Sao Paulo (AP). A través de su portavoz, Delia Fischer, la FIFA anunció que está participando “activamente” con las autoridades brasileñas en una investigación a una organización acusada de revender entradas y en la que estarían involucrados miembros de la máxima entidad del fútbol. Fischer pidió que la prensa nacional no se aventure a dar conclusiones sobre el tema.
Camila Donato, funcionaria de prensa del departamento policial de Río de Janeiro, dijo hoy que la policía detuvo a 11 presuntos revendedores de entradas un día antes y se incautó 100 boletos emitidos por la FIFA para patrocinadores, organizaciones no gubernamentales y miembros de la comisión técnica de la selección brasileña. Explicó que la policía investiga la posible participación de funcionarios de la FIFA, así como de miembros de las federaciones de Brasil, Argentina y España.
La funcionaria identificó al presunto líder de la organización revendedora como el argelino Mohamadou Lamine Fofana. Los otros 10 detenidos son brasileños y todos habían sido acusados de lavado de dinero, asociación ilícita y reventa de boletos.
El inspector Fabio Barucke, quien encabeza la investigación, dijo que el grupo revendedor devengaba un millón de reales (455.000 dólares) por partido y utilizó a 3 agencias de viajes en Río de Janeiro “para vender los boletos muy por arriba de su precio nominal”. Los 11 detenidos confesaron que habían organizado operaciones en cuatro mundiales anteriores y que habían devengado cerca de 200 millones de reales (91 millones de dólares) en cada uno.
“Tenemos motivos para creer que un miembro de la FIFA estuvo involucrado con el grupo”, señaló el inspector, quien agregó que el vehículo que conducía Fofana tenía un distintivo que le permitía ingresar a todos los actos privados de la organización deportiva.