La mágica Copa del Mundo ofrece en semifinales una oportunidad doble de redimir históricamente a las selecciones europeas. Holanda, quien perdió en 1978 su segunda final, ese año frente a Argentina, y a Alemania, quien en la final del mundial 2002 sucumbió frente al 'fenómeno' Ronaldo. En Brasil 2014 tienen oportunidades de oro para redimir al 'viejo continente'.
Con Manuel Neuer, un portero de la talla del Kahn, incluso mejor, esta selección 'teutona' muestra una cara distinta del juego directo y frontal que siempre la caracterizó. Dicen que la 'Mannschaft' tiene el acento catalán de Guardiola o el dejo de los turcos de la plantilla, pero conserva figuras que heredan la escuela tozuda y llena de garra de los alemanes: Müller es claro ejemplo de esto. Es el goleador del equipo a su corta edad y su delgada figura no parece corresponder con la intensidad que le inyecta a su equipo. Klose también, está a un paso de escribir su nombre en la historia de los mundiales y pasar a Ronaldo.
El técnico germano Joachim Löw vislumbra un partido muy físico o una posible permisividad por parte de los colegiados porque sabe de la sangre caliente sudamericana que permite sortear cualquier barrera con tal de ganar: el alemán teme un posible 'ataque' de 'fiebre amarilla' que infle de historia la magia de la 'canarinha' y los coloque en una hipotética final. Los europeos han llegado a una tierra mágica en busca del 'Dorado' y en su 'conquista futbolística' saben que en el fútbol, sobre todo en Brasil, la magia existe y todo puede suceder.
Sin su hechicero principal, Neymar, el 'crack' de la espalda que hizo 'crack', la 'verdeamarela' saldrá a igualar la serie de Copas Mundiales por continente.
Por otra parte, Messi va en busca de su primera estrella y su consagración personal. De ganar Argentina o Brasil, se mantendría la 'maldición europea en tierras americanas': ninguna selección europea ha conquistado América y se igualaría el palmarés de Copas del Mundo por Continente: América tiene 9 copas mundiales, mientras que Europa, 10.